María es otra víctima de la propaganda estatal y al médico le suda la polla lo que a ella le pueda pasar, de echo solo "se acuerda de ella" cuando es a él a quien le van a tocar su puesto de trabajo. Por otro lado parece que los dos piensen ingenuamente que la sanidad estatal no se paga, ¡ja! que ilusos, a quien le roban una gran parte de su sueldo y le hacen pagar impuestos hasta por respirar: de gratis nada.
Es muy lícito defender tu puesto de trabajo, pero no hacerlo de forma hipócrita, "por el bien de los demás".
María es otra víctima de la propaganda estatal y al médico le suda la polla lo que a ella le pueda pasar, de echo solo "se acuerda de ella" cuando es a él a quien le van a tocar su puesto de trabajo.
ResponderEliminarPor otro lado parece que los dos piensen ingenuamente que la sanidad estatal no se paga, ¡ja! que ilusos, a quien le roban una gran parte de su sueldo y le hacen pagar impuestos hasta por respirar: de gratis nada.
Es muy lícito defender tu puesto de trabajo, pero no hacerlo de forma hipócrita, "por el bien de los demás".