Las
razones de una lucha.
El
mensaje unitario.
Colectivo Prometeo- FCSM Córdoba
En
la lucha económica, política e ideológica es fundamental e
imprescindible tener un mensaje, unas razones, unos argumentos que
reiterada y repetidamente manifestados producen afecciones y grados
de simpatía hacía una causa. Esas líneas argumentales se proyectan
en dos direcciones, la que fundamenta y legitima nuestra acción y la
que despoja de toda legitimidad a la parte contraria y oponente. Y
ello que podría interpretarse como una cierta predisposición a la
distorsión de los hechos y las situaciones es, en el caso de España
y su Gobierno, una simple descripción objetiva de los hechos.
La condición sine
qua non para que ello se constate y resulte
posible es que el origen de nuestras posiciones y la crítica a las
opuestas tenga como referencia una serie de valores, textos
documentales y propuestas considerados universalmente válidos. Dicho
de otra manera; es totalmente erróneo en las actuales
circunstancias, combatir la política del PP basándose en el
argumento de que no es de izquierdas; eso significa lanzar una
ofensiva partiendo ya de una visión parcial de la sociedad; es ir al
combate renunciado a priori
a unos posibles apoyos aunque sean coyunturales pero válidos para
una fase de la lucha.
Y eso que sería un error
por parte de la izquierda, se transformaría en un desastre para el
Frente Cívico Somos Mayoría o para cualquier otro colectivo,
movimiento o causa que pretenda para una causa justa, el respaldo
mayoritario o al menos importante de la sociedad. El objetivo de
nuestra tarea es conseguir lo de aquél personaje de Molière que
hablaba en prosa sin saberlo. Trasladar un mensaje al campo de la
propuesta programática es objetivar en cada medida una solución
válida para la mayoría Una propuesta válida que además se
sustente en el marco legal existente. Es en definitiva hacer en
nuestra práctica y mensajes un uso alternativo del Derecho. Es
evidente que el capitalismo en general y el gobierno en particular no
pueden mantenerse si no es conculcando los grandes principios y los
grandes textos a los que permanentemente recurren para justificar la
necesidad de obediencia por parte de la ciudadanía...
En consecuencia voy a
desarrollar una breve línea argumental para nuestros discursos,
documentos y comunicaciones.
Nuestro mensaje debe, a
mi juicio, vertebrarse en torno a tres ideas reiteradas hasta la
saciedad:
- Pedimos, exigimos y nos movilizamos para que se cumpla la legalidad constitucional y los textos internacionales en los que se fundamenta.
- Es el Gobierno el que está en la ilegalidad, fuera de la ley, conculcándola y violándola.
- Nuestra lucha, pacífica, está respaldada y justificada por los grandes documentos internacionales, la Historia y la razón. En consecuencia la insumisión, la rebelión o la desobediencia, en situaciones como ésta son legítimas, necesarias y justas.
La Constitución española
en su artículo 10 incorpora como materia de la misma la solemne
Declaración de DDHH de 1948 y demás documentos que la desarrollan.
Los más importantes de ellos son los tres pactos firmados en 1966 y
ratificados por el Reino de España en 1977: el Pacto por los
Derechos Políticos, el Pacto por los Derechos Económicos y Sociales
y el Protocolo Vinculante. En consecuencia constituyen materia
constitucional y son, por tanto, de obligado cumplimiento. De igual
manera son también de obligado cumplimiento documentos como la Carta
Europea de Derechos Sociales de 18 de Octubre de 1961, ratificada por
el Reino de España el 26 de Junio de 1980. Obviamente que los
contenidos de la propia Constitución que en muchos casos no son sino
una traslación de la Carta de DDHH, también entran a formar parte
de este acervo documental. En consecuencia, nosotros somos los
defensores del cumplimiento de la legalidad vigente. Ante este
razonamiento el gobierno y los medios de comunicación afines al
estatus, alegan que habiendo cedido soberanía a través de los
acuerdos y tratados como el de Maastricht, desarrollando el artículo
93 de la constitución, los poderes europeos sustituyen a los textos
constitucionales en una serie de competencias.
Lo anterior plantea dos
contradicciones que debemos denunciar, el reconocer que se ha hecho
una reforma constitucional mediante los hechos consumados (lo cual
es ilegítimo e ilegal) y no a través de los procedimientos reglados
y el de la cesión de soberanía sin haber consultado a la población
a través de referéndum.
Pero a pesar de ello hay
Títulos y artículos que no se han visto afectados por esa
circunstancia; tal es el caso del Título VII y el de los artículos
que lo componen, especialmente el 128. Pero además se debe tener
presente que tras la reforma constitucional pactada entre el PSOE y
el PP en el año 2011 se amplió el artículo 135 para hacer
prioritario el pago de la deuda. Pues bien en el citado artículo y
en su punto 4 se dice que Los límites de
déficit estructural y de volumen de deuda solo podrán superarse en
casos de catástrofe natural, recesión económica y situaciones de
emergencia extraordinaria…..El Reino de
España está en recesión desde hace varios años.
En virtud de todo lo
anterior quedan claras dos conclusiones que debemos reiterar una y
otra vez::
- Nosotros, es decir, los que nos movilizamos contra este estado de cosas, somos los únicos que hemos optado por el cumplimiento de la legalidad.
- Son ellos, el gobierno, los poderes económicos, políticos y mediáticos los que están fuera de la ley .En estos momentos no estamos ante un Estado de Derecho.
El
gobierno suele aducir que es un gobierno legítimo porque nació de
las urnas; es cierto Pero, y también es verdad, que una cosa es la
legitimidad de origen y
otra la de ejercicio.
La primera se obtiene en las urnas, la segunda en el ejercicio diario
de una labor de Gobierno conforme con los textos constitucionales, la
legalidad internacional y la correcta adecuación entre las promesas
electorales y el ejercicio de la acción gubernamental tras el acceso
al Gobierno. El actual Gobierno tiene la primera pero ha perdido la
segunda. Y es esta última la que valida o invalida la legitimidad
global.
Consecuentemente
con todo ello, nuestra posición de movilización y rebeldía está
legitimada. Pero además, lo está por razones basadas en la Historia
y en los textos internacionales. En el debate, la controversia y la
lucha de ideas hay que referirse a antecedentes que ante la opinión
pública legitimen nuestra lucha movilizadora. Ante muchos católicos
hay que recordar a Santo Tomás de Aquino, al Padre Mariana o al
también jesuita Francisco Suárez que defendieron la rebeldía ante
el mal gobierno. Todo ello sin olvidar, por otra parte, al legado que
en esta materia nos dejó John Locke. Especial mención merece, por
su altísimo valor de ejemplo la trayectoria del universal Gandhi.
De la misma manera la
Declaración de Independencia de EEUU de 4 de Julio de 1776 reconoce
el derecho a la rebelión. También la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano de 1789.. La constitución francesa de 1793
llegó incluso a reconocer el derecho a la insurrección.
En la actualidad el
Preámbulo de la Declaración de DDHH de 1948 dice en su tercer
considerando que se debe exigir que los
Derechos Humanos sean protegidos por un régimen de Derecho a fin de
que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión….
Estas breves
consideraciones tienen como objetivo unificar el mensaje y dotarlo de
base para explicarnos ante la ciudadanía, Por ello someto a vuestra
consideración dos propuestas::
- Que si se está de acuerdo, sea esta línea argumental la que llevemos a nuestros actos y documentos.
- Que en los encuentros con otros colectivos y organizaciones para programar las distintas actividades y luchas comunes, propongamos este mensaje como elemento de unidad y visualización de la misma. Todo ello independientemente, claro está, de la especificidad y soberanía de cada uno. Es hora de aunar esfuerzos y conseguir un mensaje común que desde las razones y argumentos de al movimiento global una visualización de unidad en el objetivo común: la Justicia.
Totalmente de acuerdo Julio. Mas claro que el agua.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Julio. Más claro que el agua.
ResponderEliminarEntiendo que un gobierno no es legítimo, cuando se llega a través de las urnas con un programa que de principio conoce que no va a ser cumplido.
ResponderEliminarEl presidente actual del gobierno mintió a sabiendas al pueblo español, cuando dijo que conocía perfectamente el estado de las cuentas y luego basándose en la tan manida herencia incumplió todo su programa, subiendo el IVA, subiendo impuestos, incrementando el paro por su mala gestión, cediendo soberanía, privatizando servicios públicos, menoscabando servicios sociales etc.., en definitiva MINTIÓ, para ganar las elecciones, por lo que entiendo que esto puede ser un FRAUDE ELECTORAL.
La gente que los votó, lo hizo por creer que cumplirían lo que decían y hasta ahora no han cumplido nada.
Igualmente de acuerdo Julio. Debemos buscar punto(s) común(es) que nos unan y estos tb los considero oportunos y estrictos.
ResponderEliminarNunca se puede estar más de acuerdo con las propuestas que, dentro de su grandeza indiscutible, son de mínimos.
ResponderEliminarCreo que nadie puede aducir nada en contra de las mismas, aunque todo es posible. Por ejemplo: ayer tuvimos la oportunidad durante la representación de la obra de un paisano "La tragedia de Séneca", escuchar a parte de un público cuya doctrina era el individuo del trío (cuarteto porque uno todavía vive directamente de la política) de las Azores, además de citar lecturas de panfletos que lamentablemente leen muchos ciudadanos, y determinados voceros televisivos. Endiosaban al desagradable individuo -cuando no tiene necesidad de que lo endiose nadie-, y cuando está manchado de sangre hasta las trancas.
Digo esto porque es normal que la obnubilación de la gente llegue a extremos insospechados. Y la ceguera no es solo carecer del sentido de la vista. Pero una cuestión a tener en cuenta, incluso dentro de su falta de visión tiene la derecha suerte de contar con esta gente que le son fieles a pies juntillas, a pesar de los pesares en este sistema electoral esa fidelidad es fundamental.
Claro eso nos pasa por frecuentar lugares donde ese personal se siente como pez en el agua, aunque la justificación fue una obra de teatro que no se estrenó por razones políticas a pesar de estar escrita de hace 43 años, y ser premio Nacional en 1973.
Sigo con esperanza que el Frente Cívico tome las riendas de una lucha pacífica para un cambio absolutamente necesario.
ResponderEliminarLa gente, en cualquier momento y espacio en que se habla del derrumbamiento de nuestro país dice lo mismo: ?Por qué somos tan pasivos?. Hay que salir; hay que echarlos. Está claro que necesitamos que alguien abra las compuertas .
Se puede decir más alto, pero no más claro.
ResponderEliminarSi el Gobierno actual de España no cumple parte de la Constitución, ¿por que no se denuncia ese incumplimiento al Tribunal Constitucional?
ResponderEliminarBla, bla bla bla ….....
ResponderEliminarSeguir bla bla bla bla........
¿Pero porque de una puñetera vez no os dedicáis un poco a construir un programa alternativo al que nos esta gobernado?
Hola, soy Santiago, del FC de A Coruña.
ResponderEliminarEstoy deacuerdo en lo que plantea Anguita, una buena manera de usar argumentos en contra el sistema es hacerlo desde dentro, usando al propio sistema para ello.
Pero yo añadiría un punto más a esa argumentación, y es que las medidas que están tomando no han funcionado nunca a lo largo de la historia. Es decir, usar la historia y los datos para echar por tierra cualquier argumento que defienda las medidas que se están tomando.
Son las medidas que, por ejemplo, que el Consenso de Washington aplicó en Iberoamérica, con las consecuencias que todo el mundo conoce, o debería conocer. O sea, que no sólo es que los poderes económicos, políticos y mediáticos estén fuera de la ley, es que están fuera de la realidad.
Usar la historia como apoyo a nuestras argumentaciones.
Hola.
ResponderEliminarSoy Santiago, del FC de A Coruña.
A la argumentación que propone D. Juli Anguita, yo añadiría la de la historia. Es decir, demostrar con datos históricos que las medidas que están tomando en la actualidad en Europa, no han funcionado NUNCA.
Son las medidas que aplicó el Consenso de Washington en Iberoamérica en los 90, y que se habían aplicado anteriormente en los 80. También en Polonia, Rusia, Asia (menos Malassia) y Sudáfrica, con resultados nefastos para la población.
SOn medidas que no han funcionado, y debemos usar la historia como fuente de información para demostrarlo.