El portavoz del Frente Cívico asegura que se siente “impresionado del nivel tan bajo y rastrero” de las intervenciones políticas del “bipartito”.
Público
EFE Valencia 10/05/2014
El impulsor del Frente Cívico Somos Mayoría (FCSM), y excoordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita asegura estar “impresionado del nivel tan bajo y rastrero” de las intervenciones políticas del “bipartito”, en referencia al PP y al PSOE, en la campaña a las elecciones europeas.
En una conversación con Efe antes de participar en las jornadas que FCSM celebra este fin de semana en Valencia, Anguita ha asegurado que los principales partidos españoles “hablan de una Europa en la que no creen” y de unos contenidos que “se han encargado de ir acabando a través de sus respectivos grupos parlamentarios”.
Acabaron con el tratado europeo de 1984 que intentaba fijar el papel del Parlamento, ha manifestado, o con el proyecto que puso en marcha Marcelino Oreja “que trataba de contestar los elementos altamente negativos de Maastrich”. A su juicio, el bipartito es “las dos caras de una misma moneda que se pone en circulación cuando hay elecciones”.
El “mismo discurso” en el fondo acompañado de otras fuerzas políticas, entre las que ha citado el PNV y Convergència i Unió, y de otras candidaturas que no son capaces de decir qué consideran del euro. El Frente Cívico Somos Mayoría propugna la salida de España del euro, que esta organización considera como el primer paso para superar la crisis económica actual.
El euro es “un proyecto neoliberal sin ninguna democracia posible”
El proyecto europeo actual es una “impostura”, según Anguita, “un proyecto neoliberal sin ninguna democracia posible”. La postura del Frente Cívico parte de una análisis económico que comparten muchos economistas sobre la “evidencia de que en la actual situación del euro no hay ninguna salida y el enfermo por ahí no tiene viabilidad de curación”.
A su juicio, abordar el tema del euro es el “único camino” porque implica que “la población se moje”, y ha defendido que el Frente Cívico Somos Mayoría ha tenido el valor de decir que “el Rey está desnudo y acometer los problemas”. La salida del euro, ha concluido Anguita, “es algo racional y difícil, pero lo otro es la muerte segura”.
Anguita ha afirmado asimismo de que el Frente Cívico Somos Mayoría, partidario de una Europa “federal como la soñó Víctor Hugo”, con un espacio económico y social integrado, cuenta ya con unos 50.000 seguidores, y conecta con otras formaciones a nivel información.
Es evidente que el PPSOE es el partido único.
ResponderEliminarDe eso poca duda cabe. Los que se encuentran allí acomodados te dirán que no. Porque ellos hacen referencia con ese no, a sus propias personas, en otro intento absurdo por desviar y tergiversar la verdad.
Cuando se dice que son un único partido no se alude a que sean las mismas personas (en algunos casos sí hay relaciones) sino que poseen identica ideología, sobre todo en los aspectos relativos al control poblacional (que, en capitalismo, también posee su aspecto económico de gran importancia, como era de esperar. Pero no es el único aspecto con gran valor del control poblacional). Con independencia de que se crean pertenecer a otro lobby (pues eso no es un partido político democrático).
La socialdemocrácia es la marca blanca o, segunda marca, de la misma empresa. Hay ejemplos empresariales capitalistas muy claros que son un simil calcado de esta práctica: los exploradores o navegadores financiados por empresas identicas pero con diferente nombre y marca o las bebidas gaseosas con identicas prácticas son ya muy conocidas. Existe una conversión del aparato estatal hacía un aparato económico capitalista. Esa fagocitación lleva produciendose demasiadas decadas.
Luego, efectivamente, son la misma empresa.
¿Qué tipo de empresa? Creo que es obvio: una capitalista.
No son empresas comunistas, anarquistas, socialistas. Son empresas capitalistas. Son emprendimientos capitalistas y como tales funcionan.
Sin embargo, hay una diferencia y valoración histórica considerable: el PSOE, en su tiempo sí fue progresista y humanísta. Incluso, fue un relativo partido político. Quiza no todo lo que debiera, pero indudablemente más que en la actualidad.
Los partidos políticos se han convertido en las maquinarias aristocráticas para dirimir la política de aristócratas, ahora también llamados inversores privados. Si bien los mal llamados mercados actuales "permiten" (hasta determinados límites) hacer participes de la explotación del hombre por el hombre a todos los que posean un mínimo capital para invertir, por ejemplo en bolsa, existen lobbies encargados de mantener las diferencias entre ricos y pobres dentro de estos mercados y, por ende, de la sociedad pues están plenamente integrados y los han querido hacer completamente interdependientes. Esos lobbies se llaman inversores privados porque son tan cobardes y mezquinos que prefieren ocultar sus rostros bajo marañas de oscurantismo, practicas ilícitas (paraisos fiscales, tramas societarias, interrelaciones con los supuestos entes públicos...)) para llamar a eso "mercado libre".