Bestiario Universidad de Cornell
Juan Rivera
Colectivo Prometeo
Hace
unos días mantuve una caótica conversación
con tres personas. La primera, votante del PSOE, no me dejo llegar ni al
saludo y me recibió con una carga de la brigada ligera en forma de alegato
anti-Podemos.
En
batiburrillo mezcló corrupción y
exigencia de moralidad a los
políticos mientras clavaba
alfileres en el muñeco Monedero. Al escucharlo no entendía como había combinado durante años ese nivel de
escrúpulos con su apoyo sin pestañear a Chaves y Griñán. Nunca le había visto
esa indignación en las ocasiones que sus admirados representantes, por
casos más graves, le dieron para
demostrarla.
La
segunda, conservadora, pasó de la fase hipercrítica contra Zapatero hace años
al silencio absoluto ante las tropelías de los suyos ahora. Al escuchar la
palabra “Errejón” un resorte le hacía repetir una y otra vez “ todos
son iguales, todos son iguales” para - a continuación- subrayar la
inutilidad de buscar un cambio. Daba por bueno lo malo conocido o, si no hay
más remedio, arriesgarse con gente de orden tipo Albert Rivera.
La
tercera, antiguo compañero de lucha hoy de vuelta y descreído, peroró a favor
de la abstención mientras subrayaba que la plana de mayor de Podemos era una
colección de niñatos pijos disfrazados de progres y entre ellos “ no hay sitio
para los obreros”.
En
los tres me sorprendió la agresividad
contra la organización de Iglesias y el punto que tenían en común: ninguna
se había planteado como opción alternativa votar a IU y dos de ellas no lo
harían nunca.
El relato anterior es anecdótico pero puede
servir para ilustrar el panorama del momento. Un nervioso Poder utiliza
fontaneros, cloacas, agencias y el aparato estatal para neutralizar
alternativas y no regala flores, regala enredos aunque para ponerlos en marcha
deba matar moscas a cañonazos. Sabe que siempre habrá oídos dispuestos a
comprar la versión oficial, cada uno con sus motivos, por burda o alambicada
que ésta sea.
El
Sistema ha movilizado su maquinaria e intenta abortar la resistencia social antes de que articule
la alternativa política. Por ello le interesa conseguir el mayor número de
esclavos voluntarios que sirvan de amortiguador y compren al votar otro lavado
de cara que mantenga en lo esencial el dominio.
Su
reacción es sintomática. Contempla con
estupor desde la torre del homenaje en la que vivía ajeno, el despertar airado
de los que creían haber reducido ya a siervos de la gleba. La vindicación de
la idea filonazi de repetir mil veces la mentira así lo demuestra (no
olvidemos que el auge del fascismo en el siglo XX estuvo impulsado por el apoyo
recibido de la gran patronal alemana e italiana). Al embuste programado lo
acompaña potenciar nuevas opciones electorales que no cuestionen el diseño
global y recojan el desencanto sin que peligre el dominio. UPy D como marca
blanca del conservadurismo ha muerto, ahora toca Ciudadanos. Y en la manga
guardan como última baza el enroque del
“pacto del Pardo o Estado” entre el PP y el PSOE.
Por
ello quienes sí apostamos por levantar un nuevo escenario político, social y
económico no debemos permitirnos el lujo
de aumentar las resistencias que vamos a encontrar alimentando la hidra de los
dominantes con nuestros propios errores. Busquemos un punto de encuentro.Si no
puede ser en forma de pacto electoral porque nos pesan demasiado las
miserias, que lo sea a través de la
defensa común de un programa de mínimos, una hoja de ruta que delimite por una
parte quienes son Sistema y quienes no y por otra si aspiramos a un cambio real
o nos conformamos con ser la muleta de otras fuerzas instaladas cómodamente
en esta realidad.
De
tanto repetirlo resultamos cansinos:se ha abierto una grieta en la muralla. El
agujero lo han hecho -a ojos de puristas-quienes han cavado menos o desde hace
menos tiempo, pero han tenido la habilidad o la suerte de dar con el punto
débil de la fortaleza. Hoy tod@s debemos estar
agrandando el socavón, junto a los Julios Anguita, Pablos Iglesias, Albertos
Garzon o Adas Colau. Manteniendo nuestras discrepancias pero sin equivocarnos
de enemigo. Guardemos los garrotazos dialécticos para el de enfrente y no abramos la
crisma al de al lado.
Como
no tenemos una varita mágica nos equivocaremos muchas veces. Es preferible
hacerlo y rectificar a fabricar un Golem, un gigante de barro que se nos
desmorone a las primeras de cambio por no tener sustancia ideológica.
No es una perdida de tiempo ensayar estrategias
o releer experiencias anteriores. Un ejemplo, mientras que en la Rusia de 1917, las dudas
atenazaban a añejos revolucionarios como
Kamenev y Zinoviev o en la correspondencia de la zarina al zar se leía “Los huelguistas y
alborotadores se manifiestan ahora más retadores que nunca en la ciudad. Los
provocadores de los disturbios son los golfillos, chicos y chicas que se pasan
el día dando vueltas y gritando que no tienen pan; lo hacen precisamente para
incitar al alboroto. Si hiciese frío, probablemente se estarían en sus casas.
Pero la agitación va disminuyendo y desaparecerá…”, muchos soviets de
barrios obreros de Petrogrado intuían, aunque no lo teorizaran, que estaban
protagonizando un nuevo tiempo.
Aunque
nos falta perspectiva a much@s nos sobrevuela el pálpito
de estar ante una oportunidad histórica y si la
echamos a perder nos lamentaremos siempre. Cuando en el verano de 2013 algunos
compañeros empezaron a hablar (Rivas-Vaciamadrid) de una Marcha de la Dignidad, pocos prestaron
oídos a lo que consideraban locura. Tras la reunión semiclandestina de Córdoba
y los primeros encuentros en Madrid casi nadie daba un euro por la
iniciativa.Ahora son legión los que se reclaman “ padres” de la idea lo que da
prueba de la grandeza de un movimiento capaz de aunar voluntades pese a las
diferencias de partida. Ese es el camino.
Los
bestiarum vocabulum fueron populares en la Europa medieval. Hoy
volvemos a encontrar esa fauna de inmovilistas, arribistas, maledicentes o
conformistas ( bestiario de signos
negativos encarnados en
serpientes,monos, cerdos, cabras...) lanzando espumarajos contra quienes
cuestionamos la situación sin importarles escuchar nuestras razones. Siempre
tendremos su oposición lo que hace inútil gastar saliva o buscar una aquiescencia que nunca
conseguiremos. Ni son ni serán los nuestros aunque acudamos preñados de
argumentos irrebatibles.
Los
nuestros son esa mayoría social que sufre con nosotros los problemas. Y es más
necesario que nunca incorporarla a la lucha. Por ello necesitamos tejer con la
misma inteligencia que el año pasado. Para rebosar el 21 de marzo las calles de
Madrid sin que nos importe la bandera que lleva el que camina a nuestro lado.
<<<Manteniendo nuestras discrepancias pero sin equivocarnos de enemigo. Guardemos los garrotazos dialécticos para el de enfrente y no abramos la crisma al de al lado.<<
ResponderEliminarMuy acertado: unidad, unidad, y unidad. Si seguimos haciendo el capullo el PP volverá a ganar las generales otros cuatro años.
Estamos en un momento histórico en nuestro país, y me atrevería a decir que para el ser humano. Y tenemos que estar a la altura de ello. No es momento para quienes quieren o pueden ver una oportunidad personal. Es el momento de la generosidad, de la solidaridad, del servicio a la colectividad, y, sobre todo, del compromiso individual de todos y todas en un proyecto común, vengamos de donde vengamos. Nos jugamos algo más que unos simples derechos. Y, por lo tanto, es el momento de ir dando pasos hacia el objetivo, aunque esos pasos no sean los que más nos gusten, pero si decidimos que son los que nos llevan a cambiar este asqueroso sistema, valdrán la pena. Gracias, Juan, una vez más, y van cientos, por desgranar con tanta clarividencia la situación y aportar tanto con tu humildad, tu inteligencia, tu generosidad y tu compromiso.
ResponderEliminarComo en anteriores ocasiones es todo un placer leerte, somos muchos más los que estamos dispuest@s a darle la vuelta a la injusticia, porque podemos, porque somos mayoría y porque somos mejores, porque vamos a reforzar lo que nos une y vamos a debilitar lo que nos separa.
ResponderEliminarY el 21 de marzo iremos a Madrid y seremos más que el año pasado. Lo que sembramos ya tiene que dar fruto.
Como le decía mi abuelo a mi abuela: 'Francisca, pero si no somos capaces de ponernos de acuerdo los dos, luego cómo queremos que se pongan de acuerdo todos los del país...???'
ResponderEliminaryo pienso lo mismo, que es muy difícil, pero que igual que nos esforzamos en general, para hacer posible la convivencia en casa, deberíamos esforzarnos un poco en ponernos de acuerdo, aunque sea por una vez, ahora que vemos una posible salida, que seguramente no será maravillosa, y cambiar el refrán a 'más vale lo malo por conocer que lo pésimo conocido'. Pero que va ser muy difícil...., ya veremos. Gracias Juan.. Eres como una sala de usos múltiples