Jorge Alcázar
FCSM y Colectivo Prometeo
1917. Europa se
encuentre en plena Primera Guerra Mundial y en febrero de ese mismo
año, en Rusia estalla la revolución. Ocho meses después, el
partido bolchevique aupado por las masas populares toma el poder en
San Petersburgo (el día 25 de octubre según el calendario juliano
de la época zarista). Sin embargo, en lo que va de año, tanto Lenin
como el partido bolchevique se ven acosados y calumniados por
acusaciones de espionaje y financiación del gobierno alemán. Los
gobiernos francés y británico, los mismos que subvencionan al
partido menchevique en ese momento -y los que financiaran con
anterioridad al régimen zarista- y a su líder y presidente del
gobierno provisional, el socialdemócrata Kerenski, los mismos que
sostienen y dirigen a la prensa capitalista europea en su cruzada
contra los bolcheviques, los mismos que defienden la causa de las
grandes fortunas a un lado y otro del Atlántico, azuzan a la opinión
pública europea para dañar la imagen de los Lenin, Trotsky y
compañía cuando ven que sus intereses de clase dominante están en
serio peligro.
Hoy, casi un siglo
después y como en muchas otras ocasiones pasadas, la historia se
repite. Ante el avance prodigioso de Podemos y de una mayoría social
que quiere empezar a organizarse para dar respuesta a sus males, el
poder reaccionario, hasta ahora omnímodo, se retuerce en sus
sillones de cuero y empieza su cruzada particular contra Podemos.
Cruzada que persigue contener el maremoto social, político y
económico que ellos y sus políticas han traído a nuestras casas,
nuestros colegios, nuestros centros de salud y de trabajo. Ellos, los
que han dictado las políticas de la Troika, de la pobreza y la
precariedad, del desmantelamiento de lo público y de la dignidad,
empiezan a tocar los instrumentos del Estado para dañar la imagen de
un Pablo Iglesias, de un Monedero, de un Errejón, y en definitiva y
más allá de las siglas, de una esperanza, que parece concretarse y
materializarse y que apunta a barrerlos, a ellos todos, de sus
sillones.
Y así, el
ministro Margallo hoy nos dice, citando al periódico venezolano El
Nacional el cual se basa a su vez en la oposición venezolana, que
Podemos ha sido financiado con 10 millones de euros por el gobierno
bolivariano, y que incluso The Economist deja caer que Rusia y hasta
Irán pueden estar detrás de esta financiación. El aparato ha sido
puesto en marcha, a todo ritmo; los medios de comunicación “libres”
de occidente, único adalid de la libertad de prensa y de expresión,
comienzan todas las mañanas, a eso de las seis, su roturar constante
y paciente de las mentes españolas para poder forjar una idea que
devenga en rechazo, odio y repulsión del coletas y compañía por
corruptos y rojos.
Y si esto no fuera poco, el Estado da para más,
con otro Ministro, el de Hacienda, haciendo las labores de inspector
en una caza de brujas al estilo “Maccarthy” para sacrificar en el
altar de la ley al archienemigo Podemos. Todo sea para enturbiar a
aquellos enemigos de la clase. Clase a la que representan, los del
poder y el IBEX, los de las grandes fortunas y las cuentas en
paraísos, los que hacen negocio con las armas o con dios sabe qué
chanchullos, pues lo importante es lo importante. Mientras, los
medios siguen su trabajar preciso, tedioso y meticuloso. Uno por uno,
día a día, se engorda la bola para ver si se consigue hacer pensar
lo que hay que pensar. Sólo les falta la ayuda de la Ley y sus
jueces, que todavía tendrán que decir y que aportar algo.
Entretanto, nos
falta tiempo para respirar y digerir la cuestión. Pero, ¿qué es
esto de financiación ilegal?, puede preguntarse algún ciudadano de
a pie corriente y moliente. Como buenos didactas, los señores del PP
y del PSOE, los mismos que desde la otra trinchera vociferan y piden
explicaciones sobre financiación, contratos universitarios y
declaraciones fiscales, nos enseñan lo que es financiarse
ilegalmente, pues ahí andan los casos Filesa o Gürtel, ahí están
las sedes del PP o los sobresueldos en negro. Y son tan explícitos
en sus enseñanzas que nos dan clases de geografía patria para
mostrarnos Andalucía y sus cursos de formación, Mallorca y su Palma
Arena, en un paseo sin fin por el país de las maravillas. Nos
ilustran sobre cómo hacer terrorismo de Estado, sobre cómo perder
expedientes judiciales o como borrar discos duros, pues estos chicos
y chicas tienen para todo, inventando hasta en diferido, un despido
(¿o era al revés?).
Como saben del paño, tiran de lo que dominan, para ver si por algún
lado trincan de la coleta a Pablo y su séquito. Si no, para eso
están los medios, la justicia y la ley. Sin embargo, resulta curioso
que en un país en donde aprendemos sobre corrupción a base de
escándalos; en donde los ricos lavan sus miserias en paraísos
fiscales; en donde los medios de comunicación están controlados por
dos o tres grupos multinacionales; en donde existen listas Falciani;
o en donde los empresarios de alto copete desfilan por las sedes de
los partidos del régimen, políticos verdugos, medios cómplices y
Rockefellers de turno, se confabulen para alertarnos, pobrecitos
nosotros, de que a Podemos lo financió Venezuela. Resulta curioso
que en el país de las grandes familias y sus herederos, en el país
en el que los 20 más ricos, los que se pasean por la Moncloa de vez
en cuando, poseen más riqueza que otros 14 millones de españolitos,
en el país de las castas oligárquicas y sus séquitos, en el país
de hacer como que se escucha al pueblo cada cuatro años para volver
hacer lo de siempre (una pa’ ti otra pa’ mí), en el país de la
Ley Mordaza, de la Reforma Laboral, de la Ley Wert, de la amnistía
fiscal, de los recortes, el paro, la corrupción institucionalizada,
el hambre y el frío, se nos advierta y señale, se nos dirija a
pensar, que éstos, los nuevos en aparecer, son los malos de la
película, o por lo menos, igual de malos que los que hay, a ver si
así cuela lo de “más vale conocido que…”. Será que como
decía el otro, tienen miedo señorías, señores y próceres de la
patria, porque su tiempo es pasado, pues hoy, empieza a ser ya el
nuestro. Echémoslos a todos.
Poco se puede añadir a esto. Pero yo diría que donde existe una dictadura de la información es aquí en España.
ResponderEliminarLa TV publica esta en manos del PP -PSOE y los medios de comunicación privados en las manos de los capitalistas mas grandes del planeta.
Y si en otro tiempo decían, que tan criminales eran los terroristas de ETA como los que los apoyaban, hoy en Venezuela los criminales de la oposición han asesinado mas de cuarenta personas y los fascistas y delincuentes del PP y toda su tropa de lacayos, tertulianos y periodistas afines, los están apoyando. Por tato, también serán unos criminales.
Basta ya de callarnos.
Los que se hacen llamar de "ixquieras" llevan callando la condición de fascista del Estado Español desde la ultima vez que tuvimos suficiente dignidad como para defender en conjunto nuestros derechos elementales. Y solo gracias a ello es que existe la Carta de los Derechos Humanos, aunque igualmente la transgredan y se caguen en ella por sistema.
ResponderEliminarSi llega a ser por los capitalistas ya existiría un mundo global idéntico a los sistemas sociales de África. UN mundo de SOLO criminales. Que es lo que son. Y en esa dirección vamos si no les hacemos frente. Ellos han demostrado sobradamente innumerables veces el valor que le otorgan a la vida que no sea la que ellos les interesa. Me pregunto si el nazismo no fue también un experimento que se fue de las manos. No sabría decir si queriendo o solo queriendo al comienzo pero después no...
Los capitalistas son asesinos. No hay razón alguna para otorgarles los privilegios que ellos exigen como si fuesen sus derechos. Privilegios que corren a cuenta de la vida de los demás. Son terroristas.