El Ejecutivo español no ha aplicado al
Ministerio de Defensa la austeridad que enarbola Mariano Rajoy desde su
llegada al Gobierno. El Congreso aprobó en los primeros presupuestos de
la actual legislatura, los de 2012, un recorte en el ministerio que
dirige Pedro Morenés del 14% mientras que en Sanidad fue del 16%, en
Asuntos Exteriores del 45% y en Educación y Cultura del 20%. Sin
embargo, el gasto en Defensa al final de ese año aumentó en un 44% sobre
lo previsto y superó en un 9,22% el total de 2011, tal y como venía
adelantando el Boletín Oficial del Estado en las pasadas semanas, que
descubría un sobregasto de 1.600 millones de euros del Ministerio.
Cada año, la cartera del ministro Morenés
incrementa su presupuesto a través de créditos extraordinarios y
ampliaciones, pequeñas modificaciones que, a golpe de decreto, consiguen
aumentar el dinero que el Congreso había aprobado en los Presupuestos
Generales del Estado. Estas normas, que deberían usarse únicamente para
casos de urgente y extraordinaria necesidad, se han convertido en una
constante del Gobierno de Rajoy. Mientras que entre 2002 y 2011 la
variación entre lo que se presupuesta y lo que finalmente gastó Defensa
oscila entre el 12% y el 16%, con Rajoy estas desviaciones se han
situado entre el 33% y el 44%. La variación del presupuesto aprobado
entre 2012 y 2015 y el gasto real es superior en un 37%.
En julio de este año, y gracias a los
pagos retrasados de Defensa para la adquisición de vehículos pesados que
el Consejo de Ministros aprobó vía decreto-ley en mayo, ya se había
gastado un 37% más de lo que marcaba el presupuesto inicial, según el
avance de la liquidación de presupuestos. En total, el gasto del
Ministerio se ha incrementado este año en más de 2.100 millones de euros
(de 5.768 millones euros a 7.874 millones), la mitad en créditos
extraordinarios destinados a pagar los Programas Especiales de Armamento
(PEA’s). Sin embargo, es imposible conocer el destino de otras
ampliaciones presupuestarias de Defensa, según publicó el Boletín
Oficial del Estado.
Conviene recordar que los PEA’s se
crearon a partir de 1997, cuando el actual ministro Pedro Morenés ya era
Secretario de Estado de Defensa, con el objetivo de modernizar los
recursos del Estado. Un informe de UPyD cifra entre 31.000 y 37.000
millones de euros los compromisos de pago del Ministerio con la
industria armamentística debidos a estos programas.
Morenés es ya conocido en la industria de
material de defensa tras su paso como directivo en empresas como
Instalaza, suministradora de las granadas alhambra al Ejército, o
presidente en Construcciones Navales del Norte, dedicada a la
fabricación de buques de gran tonelaje.
Gracias a los créditos destinados para
estos programas, la cartera de Defensa ha podido evitar los recortes que
afectaron al resto de ministerios. Mientras que el presupuesto inicial
para el departamento cayó un 25% entre 2011 y 2015, los créditos
extraordinarios y demás ampliaciones han reducido el recorte final a
solamente un 11%.
Pero esto no acaba aquí, tal y como
expresaba recientemente la diputada del BNG, Olaia Fernández, “el
Gobierno encubre los presupuestos de Defensa para decir a la ciudadanía
que reduce gastos militares cuando no es así porque se están
incrementando”. ¿Cómo lo hace? ¿Cuál es la forma en que el Gobierno
encubre el gasto militar fuera de las cadenas del BOE?
Además de hacerlo según hemos visto en
sobregastos presupuestarios y gastos de contingencia (PEA’s y
Operaciones Militares en el exterior), el Gobierno de Mariano Rajoy, al
igual que sus antecesores, utiliza otro truco muy evidente para ocultar
gasto militar: los presupuestos de los demás ministerios. De hecho, tal y
como publicaba recientemente el diario digital nuevatribuna.es,
si se revisan los presupuestos que el Gobierno del PP maneja para el
2016 se puede calcular el gasto militar oculto en otras carteras
ministeriales.
El Ministerio del Interior cuenta con un
volumen de gasto militarizado muy elevado (2.658,30 millones de euros)
debido a la existencia de un cuerpo militar como es la Guardia Civil.
Pero también hay otros ministerios como Industria (por el apoyo a la
I+D+i militarizada con 500,42 millones), Presidencia (por el CNI,
espionaje español, 240,97 millones) o el Ministerio de Exteriores (con
partidas para apoyo a la OTAN, OSCE, UEO, y alguna sorprendente como la
dedicada para transportes del Ministerio de Defensa, 201,33 millones)
que participan de forma considerable en engrosar el gasto militar.
Resulta curioso que el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente
también aporte recursos a Defensa a través de la Agencia Estatal de
Meteorología (Aemet) con predicciones meteorológicas a disposición de
las Fuerzas Armadas tanto en territorio español como en misiones en el
exterior y buques de la Armada (22,8 millones de euros).
Además, también lo esconde en otros
capítulos que no son ministeriales, como son la Casa del Rey (0,84
mill.), Clases Pasivas (3.477,67 mill.), Organismos Autónomos (1.745,32
mill.) y Centros Universitarios de la Defensa (14,06 mill.).
Dado que los presupuestos españoles
mantienen menos ingresos que gastos, se genera deuda. Una parte de esta
deuda es, lógicamente, deuda militar. Ésta está compuesta, como se ve
en el cuadro posterior, de una deuda ordinaria, la generada por lo
presupuestado en los distintos ministerios y secciones de gasto. Otra
parte de la deuda, es deuda extraordinaria, la que se oculta en los
sobregastos tras los presupuestos y en los gastos extraordinarios. Por
último, hay que añadir los intereses que generan las deudas anteriores.
Conclusión: los 5.787,87 millones del
presupuesto del Ministerio de Defensa se convierten en 24.489,96
millones de euros y con ello se consigue aumentar el gasto militar real
en un 421,53% (siguiendo el criterio de la OTAN de cómputo de gasto
militar). La opacidad del militarismo en España es espantosa: se ocultan
18.702,09 millones de euros y sólo se publicitan 5.787,87. Es decir, se
publicita el 30’94% y se oculta el 69’06%.
Datos y cifras escandalosas que aumentan
gravemente si tenemos en cuenta que dicho nivel de gasto se ha mantenido
gracias a un abusivo consenso de los de arriba sin contar con la
opinión de la ciudadanía, y que dicho gasto supone un agravio
comparativo para las muchas necesidades sociales existentes y que, por
otra parte, tiene como principal destino el enfocar la política exterior
española hacia un creciente intervencionismo militar de la mano de la
OTAN y de la UE incompatible con las opciones y deseos de la población.
El objetivo es vender armas a diestro y siniestro para lucrar a unos
pocos mientras la mayoría sufre las consecuencias de sus crisis
económicas y sus guerras ensayadas, dentro y fuera de España.
Fuentes: eldiario.es y nuevatribuna.es
Gran trabajo de la gente de las Cinco Villas!!
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