Os dejamos aquí el magnífico artículo de hoy de nuestra amiga Olga Rodríguez en eldiario.es. Como siempre, sin pelos en la lengua, periodista con mayúsculas, comprometida son su gente. Una delicia.
Una vez más llaman cordura a este statu quo que nos ha llevado a ser el país europeo en el que más ha crecido la desigualdad -solo superado por Letonia- mientras inoculan el miedo a las políticas que proponen la recuperación de derechos y libertades menguados, el fortalecimiento de servicios públicos fundamentales y alternativas para aquellas personas en riesgo de desahucio, de exclusión social o de pobreza energética.
Por si alguien tenía alguna duda, he aquí la
escenificación de la realidad política actual: antes de cerrar un
acuerdo con las fuerzas de la izquierda, el PSOE prefiere hacerlo con
Ciudadanos. Y para ello claudica -más aún de lo hecho estos años- en
aspectos fundamentales. Por ejemplo, en el documento presentado no
contempla la derogación de la Ley Mordaza, que limita derechos y
libertades fundamentales. Tampoco menciona la derogación de la reforma
laboral y acepta "un contrato estable y progresivo" que abarata el
despido.
El PSOE sabe que con esas medidas ahuyenta a
las formaciones políticas cuya prioridad son medidas para paliar la
desigualdad, la precariedad y la pobreza. Son formaciones que suman más
de seis millones de votos y que no pueden dar la espalda a sus electores
aceptando un trampantojo disfrazado de transformación. Este martes lo
decía el propio Rivera: "Los puntos que estamos negociando con el PSOE
seguro que los suscriben los 7 millones de votantes del PP".
Lo que se está eligiendo en el escenario político es
continuidad o cambio. Y ante ello hay partidos políticos, respaldados
por la crispación que agitan diversos medios de comunicación, que se
escandalizan ante las propuestas que buscan mejorar un poquito la vida
de mucha gente afectada por la crisis.
Una vez más llaman cordura a este statu quo que nos ha llevado a ser el país europeo en el que más ha crecido la desigualdad -solo superado por Letonia- mientras inoculan el miedo a las políticas que proponen la recuperación de derechos y libertades menguados, el fortalecimiento de servicios públicos fundamentales y alternativas para aquellas personas en riesgo de desahucio, de exclusión social o de pobreza energética.
El Partido Popular está tan viejo y tan salpicado de corrupción que ya
no resulta útil a ciertos poderes fácticos. Ciudadanos está aquí para
ser esa nueva derecha que lo mismo te acepta formar gobierno con el PP
que con el PSOE o estar fuera del gobierno y apoyar investiduras,
siempre y cuando eso sirva para mantener vivo este modelo. Todo por la
causa.
Aún hay tiempo para acordar un gobierno al
servicio de un cambio real. De no ser así, el papelón de Pedro Sánchez
será notable. Quedará como el líder del PSOE que terminó de rematar la
nueva esencia de su partido al servicio del IBEX 35.
El papel de ciertos medios en todo esto de comunicación es digno de
señalar. Los mismos que se escandalizaron ante la propuesta de
negociaciones transparentes planteada por Podemos sonríen ante el
secretismo de las negociaciones mantenidas estos días de atrás entre
PSOE y Ciudadanos. Los mismos que normalizan que un partido no se siente
a negociar o pase el testigo de la formación de gobierno a otros menos
votados que él, para no salpicarse demasiado, son los que culpan a
Podemos de fomentar la ingobernabilidad.
Si nada
cambia, el paso hacia el que se encamina el PSOE será histórico. A estas
alturas, tras el despertar social de 2011, tras las movilizaciones
políticas y sociales posteriores, hay estrategias que ya no resultan
creíbles a los ojos de mucha gente.
Llevamos cuatro
años luchando en la calle y en los juzgados contra leyes del PP que
ahora Sánchez y Rivera pretenden dejar en vigor. Pero la desesperación
del establishment por mantener todo atado y bien atado es tal que parece que ya ni siquiera al PSOE le importa no poder mantener intacto su disfraz de partido socialdemócrata.
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