La
coherencia del PSOE
( fuente: El Economista.es)
Julio AnguitaColectivo Prometeo
FCSM
El
PSOE al abstenerse y facilitar el acceso de Rajoy a la Presidencia
del Gobierno ha hecho lo que debía en concordancia con su ejecutoria
desde 1982: ser la cariátide izquierda del templo de la Transición.
No entiendo a quienes se rasgan las vestiduras y presentan como una
traición a la izquierda o a las bases del partido, la última
decisión del Comité Federal, ¿Han perdido la memoria de las
últimas décadas?
El PSOE de Felipe
González, precisamente ese, era el que debía abordar
consecuentemente la inserción de la España formalmente no
franquista, en la economía “europeísta” fuertemente blindada
con la pertenencia a la OTAN. El tiempo lo ha evidenciado con
creces. El PSOE abordó las reformas laborales, las privatizaciones y
el desmantelamiento del aparato productivo necesarios para esa
inserción como economía dependiente y especializada en la
construcción y el turismo. Una operación que de haber sido
abordada por la Derecha habría recibido una respuesta social rayana
en la ruptura. Las siglas PSOE, los tics del pasado, la adscripción
romántica a la Izquierda junto
con el uso y abuso de la palabra Modernidad,
constituyeron el andamiaje ideológico,
político y también sindical de la travesía al neoliberalismo
La militancia de base del
PSOE no es homogénea. Los éxitos electorales, los apoyos
mediáticos, la fuerte implantación institucional y los peajes que
una fuerza política crecida súbitamente de la noche a la mañana,
debe pagar por ello, limaron las contradicciones entre el discurso y
la práctica y embotaron la percepción de la realidad. El análisis
era cómodo y simplista: el PP era la Derecha y el PSOE la Izquierda.
Instalados en el esencialismo no veían o no querían ver las
coincidencias en la política económica, la social, la de Defensa o
la construcción europea.
Cánovas y Sagasta volvían por sus fueros.
Sánchez ha sido un verso
libre que como Tomás Becket, Arzobispo de Canterbury, no ha
respondido al papel que otros le encomendaron o no le explicaron con
detalle. Ahora, con su dimisión, ha convocado a la marinería del
Potemkin. El PSOE decide su destino, o la Izquierda o el camino de la
irrelevancia como marca ya inservible de un juego de ficción...
Es difícil ser de izquierdas y seguir votando al PSOE !!!
ResponderEliminarDifícil no; imposible. A mi juicio, tampoco es izquierda toda la gente que viva adaptada a las criminales relaciones humanas que impone el propio Capital(ista). Y eso incluye a todo el arco partitocratico, con pequeñísimos matices, pues todos forman parte de un sistema hegemonizado poco a poco mientras miraban la Luna, y no pretendían tirarse para el monte mientras hubo tiempo para ello, cuando la imposición del Capital en España podía revertirse con mayor facilidad (aun y con todo esa "mayor facilidad" hubiera supuesto una desdeñable dificultad)
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