Sebastián
Martín Recio
Médico
Las Mareas han surgido como respuesta
ciudadana al deterioro de los servicios sanitarios públicos,
consecuencia de la insuficiencia presupuestaria crónica, de los
recortes habidos en los últimos años y de la gestión economicista
que va expandiéndose a través de llamadas UGC.
El deterioro de la calidad asistencial,
la saturación de las urgencias, la masificación de las consultas,
las demoras y alargamiento de las listas de espera... son síntomas
de un proceso de privatización paulatina que se manifiesta en el
incremento de inversiones y beneficios de las aseguradoras privadas,
en el aumento de personas con seguros privados, empujados por la
propiciada crisis sanitaria pública.
El desgaste profesional de los/as
trabajadores/as sanitarios, sometidos a la precariedad laboral y al
incremento del estrés, y el agotamiento de la paciencia de l@s
usuari@s son los detonantes.
Artículo único.
1. En el ámbito del Sistema Nacional de Salud,
garantizando y preservando en todo caso su condición de servicio
público, la gestión y administración de los centros, servicios y
establecimientos sanitarios de protección de la salud o de atención
sanitaria o sociosanitaria podrá llevarse a cabo directamente o
indirectamente a través de la constitución de cualesquiera entidades de
naturaleza o titularidad pública admitidas en Derecho.
En el marco de lo establecido por las leyes,
corresponderá al Gobierno, mediante Real Decreto, y a los órganos de
gobierno de las Comunidades Autónomas -en los ámbitos de sus respectivas
competencias-, determinar las formas jurídicas, órganos de dirección y
control, régimen de garantías de la prestación, financiación y
peculiaridades en materia de personal de las entidades que se creen para
la gestión de los centros y servicios mencionados.
2. La prestación y gestión de los servicios
sanitarios y sociosanitarios podrá llevarse a cabo, además de con medios
propios, mediante acuerdos, convenios o contratos con personas o
entidades públicas o privadas, en los términos previstos en la Ley
General de Sanidad.
Disposición derogatoria única.
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo previsto en la presente Ley.
Esta fue la semilla que estos partidos
sembraron para crear las condiciones de una privatización
progresiva, comenzando con introducir modelos de gestión privadas
dentro del sistema público (las UGC), para continuar con un
incremento de convenios, conciertos o contratos con empresas privadas
para la prestación de los servicios sanitarios y culminando este
proceso con una “expansión hegemónica” del sector privado,
dejando para lo público la atención masificada, precarizada y
deteriorada, a modo de una especie de beneficencia, para los sectores
sociales con menos recursos. En esta última fase nos encontramos, en
sus primeros pasos.
REFLEXIONES
SOBRE EL FUTURO DE LAS MAREAS BLANCAS
Es
muy importante que las Mareas Blancas no pierdan la perspectiva
global, de conjunto y de futuro:
Una “provincialización” excesiva e incrementada del proceso reivindicativo de las Mareas, sería un error para este movimiento social, pues “fragmentaría” la respuesta social en territorios determinados, cuando, aún reconociendo las diferencias que pueden darse entre ellos, la clave está en que las políticas con las que nos confrontamos son políticas globales, políticas de gobiernos autonómicos, central y del marco europeo. Esa visión global y de conjunto nos exige ir abriendo paso a coordinadoras flexibles e integradoras que permitan igualmente una acción común en todos los ámbitos.
Una “provincialización” excesiva e incrementada del proceso reivindicativo de las Mareas, sería un error para este movimiento social, pues “fragmentaría” la respuesta social en territorios determinados, cuando, aún reconociendo las diferencias que pueden darse entre ellos, la clave está en que las políticas con las que nos confrontamos son políticas globales, políticas de gobiernos autonómicos, central y del marco europeo. Esa visión global y de conjunto nos exige ir abriendo paso a coordinadoras flexibles e integradoras que permitan igualmente una acción común en todos los ámbitos.
Igualmente
no ha de perderse la perspectiva de
futuro.
Independientemente
de que es de vital importancia conquistas puntuales y a corto plazo
para recuperar parcelas perdidas, ampliar servicios o presupuestos
mermados, no podemos caer en la propia satisfacción ante lo
conseguido parcialmente, pues “la hoja de ruta” marcada por los
poderes económicos fácticos va orientada con todas las
consecuencias hacia una privatización de los servicios públicos
sanitarios o educativos, de la dependencia o de las pensiones…
Por
tanto, la estrategia ha de ser de confluencias, de flexibilidad y
participación de toda la diversidad de agentes sociales y personas
implicadas, de acción y reflexión, lejos de cualquier indicio de
manipulación o burocratización, y con capacidad de organización y
resistencia suficiente como para acometer la construcción de una
alternativa que va más allá incluso de los propios servicios
sanitarios, pues las políticas a las que nos enfrentamos son
globales y muy poderosas.
De acuerdo en todo Sebastián.
ResponderEliminarNos conocimos en Manzanilla cuando yo te presentaba los medicamentos de un importante laboratorio (no cito nombre ni productos, que ya me jubilé hace más de 16 años, y no es cuestión de hacer propaganda ahora).
Una vez coincidimos en un mitin imprevisto en el que tú interviniste por el PC y yo por el extinto PSA.
También te visité alguna vez en Carmona un tiempo que me tocó hacer aquella ruta.
Sólo te diré que quizá fuese el único carterícola barbúo de aquellos tiempos. Pedro Jiménez, que coincidió conmigo en el PSA , es un buen amigo. Por cierto, fuiste tú el que pasó las consultas en la calle, ¿no? (me ha venido ahora el recuerdo).
Un abrazo