Pepe Aguza
Colectivo
Prometeo
FCSM
Nos alarmamos enormemente
e incluso nos sentimos humillados cuando alguien en tono humorístico
se burla de ciertas costumbres o estereotipos andaluces.
Recientemente se ha
generado una gran polémica (como si no hubiera otros graves
problemas en España o Andalucía) sobre un programa emitido por la
televisión ETB vasca, que aunque no compartamos su contenido, no
deja de ser un espacio de humor satírico, lleno de ironía donde se
tacha a una parte de los españoles de incultos y paletos y que al
igual que en otra ocasión, ridiculizaba a algunos personajes
andaluces como catetos y atrasados, dados al cante, la guitarra, las
castañuelas y los santos. Como siempre lo mas rancio del país,
entre ellos ciertas asociaciones como COVITE y la prensa oficial han
puesto el grito en el cielo por el insulto, ignorando el ultraje
continuo a la ciudadanía y su memoria histórica.
Estando en puertas a
otras fiestas católicas de folclore, exhibición y oropeles, es
llamativa la farisaica e hipócrita actitud ante el espectáculo de
dolor, crueldad y tortura ofrecido por las representaciones
procesionales de la Semana Santa y la sociedad cristiana o mejor
dicho de “capillitas” andaluza cuando se echan a la calle en un
falso retrato de penitencia que más hace de ostentación, lujo y
publicidad que de oración y recogimiento.
Las cofradías, brazo
visible de la iglesia católica, hacen su agosto, con dinero tanto
privado como público, sin control de la Administración y utilizando
calles y espacio público como propios, obviando las necesidades e
intereses de la ciudadanía e impidiendo el libre tránsito tanto
para circular o como para acceder a viviendas, servicios, negocios e
incluso puestos de trabajo, algo que raya la ilegalidad.
Pocas Comunidades
Autónomas ofrecen tanta permisividad a la parafernalia y exhibición
a este tipo de actos como Andalucía.
No hay que olvidar, que
mientras para unos sea motivo de turismo y movimiento de negocios,
para otra multitud de todo tipo de creencias y religiones, que
igualmente pagan sus impuestos, solamente representa ruido, molestias
y perjuicios y las autoridades, cada vez más permisivas en este
terreno, deberían vigilar estrechamente los permisos y
autorizaciones que se otorgan para estos actos.
Hemos llegado a una
época, en que ni en los pasados tiempos del franquismo, se
obstaculizaba tanto el espacio urbano, con los riesgos que puede
representar en caso de accidentes, enfermedad grave, alarma social o
incendios, por citar algunos.
Con los peligros que en
la actualidad se corren, cualquier amenaza, aún a pesar de ser
falsa, podría causar una auténtica tragedia de dimensiones
desconocidas.
Recordemos los sucesos de
Sevilla, sobre las cinco y cuarto en la famosa Madrugá Sevillana del
año 2000, cuando una serie de personas comienzan carreras y gritos
en el corazón de la Semana Santa y las calles Sierpes, La Campana,
la Plaza de San Francisco abarrotada de gente aterrorizada, se ven
atrapadas intentando huir atropelladamente, desbordada por el pánico
y llantos, pudieron provocar una auténtica catástrofe.
Estos sucesos, que
recordaban a la galardonada película de Mateo Gil, “Nadie conoce a
nadie” estrenada en 1999, demuestran que la realidad supera a la
ficción y las autoridades deben ser conscientes de ello y tomar las
medidas oportunas.
Mire lo que contó un día un fraile fosor, relacionado, pero de coña con lo que Vd. expone:
ResponderEliminarhttp://minombre.es/elbarbonauta/2008/08/11/el-pregon-de-san-parlaclaro/
Saludos y felicitación por su artículo.