Juan
Rivera
Colectivo
Prometeo
FCSM
La
intención de celebrar el
1 de Octubre el referéndum que daría el pistoletazo inicial a la
“desconexión
catalana del Estado Español”
sigue en pie, aunque a tenor de como pregonan la fecha algunas
cadenas generalistas tipo Tele 5 ( en el más puro estilo “Sálvame”
con cuenta atrás y voz engolada repitiendo “Faltan
30 días...”mientras
la música de fondo crece) parece evidente la intención del Poder de
convertir la convocatoria en un sainete, transformando la propuesta en
una humorada.
Quienes
desde siempre hemos defendido el derecho de los pueblos ( lo que
incluye al catalán) a la Autodeterminación y creído que la salida
más lógica hubiese sido propiciar un referéndum como los
celebrados en Canadá o Escocia- convencidos de que en un clima de
sosiego y reflexión la mayoría ciudadana no optaría por la
Independencia sino por una nueva lectura de las relaciones pero
dentro del mismo Estado- asistimos tristes y estupefactos al triunfo
de la banalización, del trazo grueso y la política irreflexiva
convertida en espectáculo.
Desde
el Sur intuyo que la propuesta nacionalista de crear un nuevo estado
lleva adosada una alta carga de huida hacia delante ( en el refranero
todo un clásico “
a la fuerza ahorcan”)
bajo la coartada de que no hay quien aguante a España. Confunden
intencionadamente la parte con el todo.
Pero
olvidan una premisa esencial: salvo sus huestes y los cuñados de
Ciudadanos, el resto -que somos mayoría- también queremos salir
corriendo del hedor que transpira el sobaco del PP a España casposa,
bolas de alcanfor, cerrado y sacristía, corrupción sin freno,
fundamentalismo católico...
Porque sufrimos el Franquismo con más intensidad, sabemos que el
falangismo de bigotillo atusado y brillantina, camisa azúl mahón
sustituida por pulserita, corretaje, chulería y prepotencia ha
vuelto.
De
momento en modo “pose
y palabras”,
sin recurrir aún a la “dialéctica
de puños y pistolas”,
pero viendo como – por poner dos ejemplos recientes- han
crucificado en las redes sociales a toda la comunidad musulmana por
el atentado de Barcelona o a Alberto Garzón por su boda (¡Qué
atrevimiento poner jamón y langostinos en un convite!.¡La primera
vez que se ha hecho ese dispendio en la historia del país!), no hay
duda de hacia donde apuntan. Por eso es insolidario y de muy mal
gusto que l@s
catalanes de izquierdas quieran tomar las de Villadiego para dejarnos
al resto con esta jauría.