domingo, 20 de mayo de 2018

Círculos Viciosos


Círculos Viciosos
Juan Rivera
Colectivo Prometeo 
    Desde que los reflectores del poder mediático centraron el foco en las aventuras inmobiliarias de Pablo e Irene, no deja de rondarme por la cabeza la canción de Chicho Sánchez Ferlosio -popularizada en su día por Sabina- "Círculos Viciosos". Seguramente porque por muchas vueltas que le dé al Laberinto de la archifamosa casa de Galapagar, termino siempre en la casilla de salida.
   Vaya por delante que no se me escapan las toneladas de hipocresía que almacenan las rasgaduras de vestido y la pose escandalizada de muchos opinadores ni el doble rasero de quienes consideran sacrosanto el derecho a la propiedad y la acumulación de riqueza conseguida con la explotación más descarnada mientras exigen picota y escarnio público para la pareja podemita. Ni que la algarada sirve al Poder para activar la coartada “todos los políticos son iguales” y con ella apuntalar la impunidad de quienes han robado, estafado y se han enriquecido mientras empobrecían a toda la sociedad española.
También suenan falsos la cantidad de epígonos que le ha salido al “No es esto, no es esto” orteguiano. Como si con el cabeceo estuviesen a punto de parir otra vez para la revista Crisol el artículo “Un aldabonazo”.
Pablo e Irene no han robado a nadie e incluso han intentado justificar la decisión enmarcándola dentro de un proyecto personal. Si esto fuese así de sencillo el tema ya estaría zanjado. Pero que no  lo está queda reconocido explícitamente al pedir el pronunciamiento de las bases de la organización.
   Saben que con el río revuelto nos dan estopa a las personas que hemos defendido el nacimiento de Unidos Podemos. El Sistema dispara por elevación y aspira a matar todos los pájaros que pueda de un solo tiro.
   Como "víctima colateral" de la situación me permito estas líneas. Efectivamente (y demos gracias por ello) en la Izquierda tenemos la piel muy sensible en los temas que entrecruzan Ética y Política. Porque sufrimos en nuestras carnes las contradicciones de apostar por una sociedad alternativa  viviendo dentro del sistema  capitalista-depredador que tenemos.
   Pero no olvidamos que la trinchera la escogimos nosotros y una vez decidido desconectarnos de Matrix (lo plácido era dejarse llevar) el mejor legado que nuestros representantes pueden transmitir es el de la Ejemplaridad.
   Por eso, conociendo de siempre la envergadura del Enemigo que tenemos en frente, uno de los peores errores que podemos cometer es mostrarle nuestras fisuras y, encima, regalarle el cuchillo que nos apuñala.
Como recoge Tucídides, la fortaleza de los hoplitas griegos era la confianza en que el compañero cubriría con su escudo el punto débil del flanco derecho.
   El listón nos lo ponemos nosotros, de ahí lo gratificante de los ejemplos vitales de Marcelino, Julio o Gerardo.Los mismos que el de miles de activistas que pusieron en el frontispicio de su militancia la Coherencia.
   Considero a Irene y Pablo personas inteligentes, con formación política y visión a medio plazo, por ello llama la atención ese error de principiantes siendo como son  dirigentes políticos en la cumbre de su organización .Y me extraña que entre sus capacitados asesores ninguno ejerciese de Tiresias advirtiéndoles de lo que previsiblemente se les vendría encima. ¿Nadie del entorno se percató de que con el trazo grueso se arriesgaban a ser comparados con Lerroux?
Me refiero a la desgarradora anécdota atribuida al rey del Paralelo que al ser interpelado por un periodista sobre lo que diría a sus seguidores obreros de San Andrés si lo viesen bebiendo el champán Cordón Rouge que trasegaba para completar una comida, dicen que dijo: “Estoy probando el vino que beberá el proletariado cuando tome el poder”.
“Asaltar los cielos” no es tarea fácil y cuando se coge el tren del enemigo es porque tienes en mente una revolución y de estación final San Petersburgo. 
Cruzo los dedos. Alberto, Tere, Antonio... no nos falléis


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