domingo, 17 de febrero de 2019

Abril es nuestro





Juan Rivera
Colectivo Prometeo
   Mientras que Marzo trae en su etimología el “ardor guerrero” del tiempo dedicado al dios Marte,  Abril - Ovidio  lo vinculaba a tierra y flores, otros a la espuma ( aphrós) de Venus y al amor- trae a la historia contemporánea de la Península Ibérica vientos de esperanza para la clase trabajadora. Gracias a dos fechas simbólicas, el 14 de abril de 1931, proclamación de la Segunda República española y el 25 de abril de 1974, revolución portuguesa de los claveles.
 Ojalá el próximo 28 encontremos sin esperarlo  otro día para señalar en rojo nuestro calendario sentimental.
   Una vez que banderas y discursos identitarios han sacado a la luz la España más negra y hedionda, esa que pregona sin complejos sus muchas “in” (intolerante, intransigente, insolidaria, insolvente intelectual...), la realidad va a imponernos reagruparnos en la lucha como dice nuestra canción. Teniendo claro que o peleamos juntos contra quienes vienen a arrebatar derechos y a pisotear conquistas sociales o, como tantas otras veces, nos ahorcarán por separado.
    A ver si por una vez los hijos y nietos de la Memoria Histórica nos aplicamos el cuento, siendo capaces de definir con claridad lo fundamental y lo accesorio. Para de esa manera dejar en segundo plano los matices que nos separan y centrarnos en potenciar todo lo que nos une.
   Cuando el regeneracionista Costa hablaba de echar  «doble llave al sepulcro del Cid, para que no vuelva a cabalgar»  con mucha menos retórica también describía ” El pueblo español, hambriento de pan, hambriento de luz, hambriento de justicia, hambriento de libertad, hambriento de patria, está harto de jardinería política, y prefiere, señores oradores, al olor de todas vuestras flores retóricas, el olor de un esterquilinio sobre el campo” ( "Crisis Política de España"Juegos Florales salmantinos 1901). 
  Lo triste, más de cien años después, es seguir hambrientos de justicia/ libertad y a la vez  necesitar cerrar candados pues  en muchos corazones de compatriotas sigue anidando el espíritu del dictador Franco y el fantasma de Torquemada. Como país no hemos sabido aún  desparasitarnos de Trento, la España imperial y las banderas blandidas para abrir cabezas con el asta.
   Debemos, pese a la urgencia de las fechas que se aproximan, alejarnos de la melancolía de lo que pudo ser y centrarnos radicalmente en lo que deseamos construir. Dejar de enfrascarnos en el “ quítame allá esas pajas” de las diferencias en puntos, comas y entonación que separan unos pensamientos políticos  iguales en esencia o negarnos a engrosar las filas de quienes  no traigan en sus propuestas el afán de sumar.
    Superemos con solvencia el falso debate del “ Todo por la Patria” en el que querrán centrarnos. Gritar a los que gustan manipular la Historia para extraer de ella solo los ejemplos que les convienen: “ Menos reivindicar espadones y testículos para “ arreglar" el país” 
   La Patria nunca fue un  general enriquecido, Narváez u O'Donnell con sus testaferros en los Consejos de Administración o Franco acumulando fortuna y crucifijos con su mano derecha mientras que con la izquierda entregaba la nación a Estados Unidos. A la Patria siempre la encarnó mucho mejor la honradez de Pi y Margall, el compromiso hasta la muerte de Companys  o el jornalero capaz de mandar en su hambre antes de bajar la cerviz .
    Si la “ Patria está hoy en peligro” no lo está porque corra el riesgo de romperse, sino porque la ha invadido un ejército autóctono de corruptos que la saquean sin piedad mientras dejan paso franco a extranjeros fondos buitres e inversores desalmados. Y eso que son ultraxenófobos. 
   La Patria la cuartean quienes llevan en sus genes la “teoría del cortijo” y ven a España como propiedad privada de la que pueden usar hasta abusar. Los mismos que en Abril tendrán como modelo político a Abascal montando el caballo,  Casado con máster auténtico de bailar sevillanas o  Rivera paseando en calesa por el recinto electoral.
  El trío  pasadas las votaciones se unirá (como lo ha hecho en Andalucía) para convertir España en una clasista  feria de Abril  con las casetas vetadas a la inmensa mayoría.Coto de caza exclusivo. Frente a esas intenciones no podemos olvidar nuestro modelo de festejos: mayo cordobés de “entrada libre” .
  Es tiempo de encuestas que nos empequeñecerán al máximo para así poder jugar al “voto útil” que tan buenos resultados les dio en tiempos pretéritos. No olvidemos que preparan la Cuarta Restauración Borbónica con el PSOE de pieza central (Ciudadanos guarda en la manga - por si las cosas vienen maldadas- un as que dice "Siempre nos quedará Sánchez"), ni que son maestros en vendernos realidades virtuales paralelas tipo “dictadura en Venezuela”, “rebelión violenta de los independentistas catalanes”," obispos españoles aman la democracia y odian los privilegios" o “ PP/C´s / Vox defensores de la Constitución”.
   Con nosotros juegan a meteorólogos.Unas veces nos lanzan rayos y truenos si tambaleamos sus privilegios,la mayor parte del tiempo nos inundan con el calabobos ( nunca mejor dicho) de las “fake news”.
   Pero al vender nuestra piel - la de la Izquierda transformadora- antes de cazarnos, corren el riesgo de que, ya puestos, sigamos una hispana tradición y aprovechemos el mes florido para resucitar.   
   Al mundo de Izquierda Unida, Podemos, Equo, Compromís, Anova, Mareas, Marchas...nos es posible crecer desde la sinceridad de nuestras propuestas. Dejando  claro lo que defendemos, no otra cosa.Una sociedad que se rija por la defensa del Sector Público, el sentido Laico,la apuesta Federal, la honestidad y la ética en la actuación política, justicia social, impuestos progresivos...Eso también crea un modelo de patriotismo y una bandera invisible  que no nos importa agitar ni colgar en la calle.


    Siendo conscientes de que nos mirarán con lupa los defectos desde el ojo que todo lo magnifica y que nos obligarán a remar contracorriente. Pero aún así evitemos ser pasivos el 28 de abril para no quejarnos del dolor el 29.
   Dificultades muchas, no debemos negarlo. Pero sin renunciar a ser combativos ni perder la alegría. Lo que cantaba mi casi-paisano Pedro Garfías sobre Asturias ( Dos veces, dos, has tenido /ocasión para jugarte/ la vida en una partida/ y las dos te la jugaste”) lo hemos vivido muchas veces. El miedo a la derrota no nos impidió dar la batalla por nuestras ideas.Y nunca, nunca salimos a jugar al campo considerándonos  derrotados de antemano .A estas alturas no vamos a cambiar el chip. Si nos lo proponemos, hay partido.Para ir calentando el encuentro tenemos de  entrenamiento la huelga feminista del 8-M.
   Volvamos a Costa.Frente al "pan"de la limosna y el "circo" mediático, reivindiquemos "despensa" (salario digno) y "escuela". Sí, esa Enseñanza Pública que tanto se  afanan en hacer desaparecer  y tanto les fastidia que mantengamos. 
    

4 comentarios:

  1. Señalas muy bien el tajo, Juan. Ahora apliquemonos en la labor, desde el boca-oido a colaborar en actos colectivos que sumen.

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  2. " A ver si por una vez los hijos y nietos de la Memoria Histórica nos aplicamos el cuento, siendo capaces de definir con claridad lo fundamental y lo accesorio. Para de esa manera dejar en segundo plano los matices que nos separan y centrarnos en potenciar todo lo que nos une." Julio Anguita

    Creo honestamente que JA se equivoca al señalar que simplemente hay que unirse por lo fundamental y dejar a un lado lo accesorio. En primer lugar, porque lo accesorio lo está decidiendo él, pero esa calificación está a su vez sobre la mesa del debate frente a la verdad colectiva. Tampoco creo que haya que dejar a un lado los matices que separan y centrarnos en potenciar lo que nos une, como si tuviéramos que estar teniendo perpetuamente que huir de nosotros mismos ocultando la verdad cuando "la izquierda" es portadora de ella, ocultar nuestras desavenencias, divergencias para parecer lo que no somos. Yo comprendo que el falso teatro de las instituciones burguesas del Capital obliguen a hacer teatro (esa es precisamente su principal función, el engaño y la falsedad perpetuada, disfrazada de verdad), pero la izquierda no es teatro si es izquierda. Son los justos, los honestos, los valientes, los que tienen esa correcta cosmovisión del mundo, y a través de esa practica que JA estipula, inserta un elemento de maldad que solo debería operar en los criminales, en la derecha. La izquierda no necesita tapar la verdad de la lucha de clases, de la explotación, de la necesaria fraternidad y de las incoherencias que surgen sin ella al hablar de aparente "sociedad" etc.. Esa es debilidad del criminal de la derecha, del capitalista. Por ejemplo, llamando emprendimiento a la explotación laboral o solidaridad a la caridad a través de la dadiva de capitales acumulados. Es un tremendo error, pero no porque sea solo deletéreo electoralmente sino, Y SOBRE TODO, porque es deletéreo como movimiento HUMANO REVOLCIONARIO, LIBERADOR, JUSTO Y REAL. Además, y como contrapartida antirrevolucionaria la gente siente que la izquierda es falsa y trata de ocultar cosas. El argumento principal no obstante, no es este, sino que efectiva y realmente la izquierda trata de tapar la realidad socioeconómica real al no poner sobre la mesa la correcta explicación socioeconómica marxista que ella misma tiene y no les pone en su sitio a los criminales magnates capitalistas, tanto en verbo como en practicas más dificultosas. Ellos tienen el poder del Capital. Nosotros tenemos cosas mucho más poderosas que el Capital si realmente estáis dispuestos a ponerlas en practica, coherentemente. Pero claro, eso supone un cambio de modelo de existencia, de vida.
    No resolver previamente atendiendo a la verdad de la lucha de clases fáctica las desavenencias conlleva que rebroten después y dilapiden lo poco que se haya podido conseguir, si es que se puede conseguir algo pareciendo, ocultando en vez de siendo. Cosa que dudo. La izquierda es estandarte de la verdad humana, de la justicia y la dignidad que el criminal niega. Si actúa en esto como el criminal, con sus valores, no es izquierda y nada gana. Hay que resolver desde la verdad, no aplazar, ocultar, parecer, ir a medias. Así pasará lo mismo que lleva pasando desde antes del franquismo capitalista, pero especialmente tras su blanqueamiento desde el 78.

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