Tal y como publicaba recientemente el diario publico.es la industrialización
de la ganadería está disparando la producción de carne en España llegando a triplicar ya la demanda interna de este tipo de alimentos que lleva varios años cayendo, según indica la Encuesta de Condiciones de Vida. Al mismo tiempo el país
soporta una huella ecológica cada vez más intensa ante el aumento continuo de la cabaña de reses de abasto, en la que ha descendido el volumen de animales de menor impacto como la oveja y el cordero mientras ha aumentado el de otros que generan
más residuos, como el ternero y el cerdo, en este último caso, a un ritmo vertiginoso.
La industria ve con excelentes ojos esta evolución que ha incrementado sus exportaciones en un 47% en volumen y un 36% en valor hasta alcanzar los 4.826 millones de euros.
Esto se debe a que casi la mitad de su producción se destina a la exportación, principalmente a China y a Francia, donde termina más del 30% de la carne de cerdo española que sale al exterior. Sin embargo este extraordinario incremento de la
cuenta de beneficios no parece redundar en la mejora de las condiciones laborales y salariales de los operarios de la industria cárnica quienes ya han denunciado en varias ocasiones su situación contractual de falsos autónomos, las elevadas jornadas
laborales precariamente retribuidas o las duras condiciones de estrés bajo las que tienen que trabajar.
Además, habría que añadir que este aumento de la producción (un millón de cerdos sacrificados a la semana, 22 animales al minuto cada día) deja, como ya hemos apuntado más arriba,
una huella ecológica que nuestros campos y pueblos no pueden asimilar. La proliferación de macrogranjas incrementa
la generación de nitrógeno, que se localiza en el estiércol y los
purines y cuyo exceso está provocando el deterioro de ríos y acuíferos
en varias zonas del país por la presencia de nitratos, y aumentando la demanda de agua.
Es un hecho más que demostrado que el contexto social y económico en el que vivimos va a sufrir en poco tiempo cambios muy significativos debido a la urgencia que el problema
del cambio climático nos plantea. Es por esto que debemos
hacernos preguntas, y encontrar las respuestas adecuadas, sobre qué
futuro queremos construir. ¿Deseamos una vida digna de ser vivida,
austera, feliz y suficiente, o por el contrario continuamos
esquilmándole a las próximas generaciones su futuro a costa de nuestro
descontrolado y egoísta consumismo? ¿Trabajamos juntas para cambiar el
actual sistema extractivista y productivo, o nos sentamos al sol a
esperar el colapso del planeta que habitamos dándonos
un festín?
Con la intención de ahondar en estas y otras cuestiones y favorecer el debate, la asamblea del Frente Cívico Cinco Villas y el colectivo Apoyo Mutuo Aragón,
invitan a todo el tejido social interesado (vecinos y vecinas,
asociaciones e industria) de la comarca de las Cinco Villas a la
Charla-Debate presentada y moderada por el compañero Chusé Serrano que bajo el título ‘Ganadería intensiva. ¿Pan para
hoy, hambre para mañana?’ reunirá en el Centro Cívico de Ejea de los Caballeros el viernes 5 de abril a las 20:00 horas a las siguientes ponentes:
· Rosa Díez Tagarro, miembro
de la Plataforma Loporzano Sin Ganadería Intensiva y co-portavoz de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial.
· Lucía López Marco,
veterinaria y autora del blog mallata.com.
· Salvador Gallego, operario
de la industria cárnica.
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