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Bansky: "Stop and Search"Belén.Palestina 2007
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Juan Rivera
Colectivo Prometeo
“ En lo que a mí respecta ,hace tanto tiempo que sé que hay tontos en el mundo y hago tan poco caso de sus juicios
que me entristecería enormemente el perder un solo segundo de mi tiempo libre y de mi descanso ocupándome de ellos”
René Descartes: “Carta al padre Mersenne”1641
En una de las entradas de "The Cambridge History of the Cold War", el historiador estadounidense -ex rector de la universidad de Columbia- John Coatsworth escribe que, "desde 1960 hasta la caída soviética en 1990, las cifras de presos políticos, de víctimas de torturas y de disidentes políticos no violentos ejecutados en América Latina superaron con mucho a las registradas en la Unión Soviética y sus satélites del este de Europa".
Sin embargo si preguntásemos por la cuestión, seguramente la gran mayoría de la opinión pública mundial sostendría una percepción contraria.
Suele ocurrir cuando a las noticias publicadas se le inocula el virus de la mentira y se les aliña con parcialidad. Al final terminamos en Chateaubriand y su «toda mentira repetida se trueca en verdad y siempre será poco el desprecio que infundan las opiniones humanas” (“Memorias de ultratumba"). El propagandista nazi Goebbels -como puede observarse a simple lectura- no aportó nada original. Se limitó a pasar el cazo, permitiendo de camino al Conservadurismo mostrar una de sus habilidades más reconocidas y mejor dominadas: la invención o falsificación de la Historia.
Siguiendo el rastro de la "postverdad" ( nombrajo que intenta enmascarar lo que siempre tildamos de "mentira") en una de sus últimas obras (“La responsabilidad de los intelectuales” Editorial Sexto Piso 2020) el lingüista, politólogo y activista estadounidense Noam Chomsky afirma: “Por poner sólo un ejemplo llamativo de los muchos posibles, diré que Edward Herman y yo mismo comparamos la cobertura que The New York Times había realizado del asesinato de un sacerdote polaco –cuyos asesinos fueron prontamente localizados y castigados– con la de los asesinatos de cien mártires religiosos en El Salvador –incluyendo al arzobispo Óscar Romero y a cuatro religiosas estadounidenses–, cuyos perpetradores permanecieron mucho tiempo ocultos a la justicia mientras las autoridades de Estados Unidos negaban los crímenes y las víctimas no recibían de su Gobierno más que el desprecio oficial. La cobertura informativa del caso del sacerdote asesinado en un Estado enemigo fue inmensamente más amplia que la dispensada al centenar de mártires religiosos asesinados en un Estado satélite de Estados Unidos, y también su estilo fue radicalmente diferente, muy en sintonía con las predicciones del llamado «modelo de propaganda» de explicación del funcionamiento de los medios de comunicación. Y ésta sólo es una ilustración entre muchas posibles de lo que ha sido un patrón constante a lo largo de muchos años…”
Es decir, en la confrontación ideológica a quienes se reclaman adalides de la civilización occidental no les tiembla el pulso a la hora de mentir.Saben que quien consigue imponer su relato impone su hegemonía. Aunque para conseguirla lleven la bocamanga de la guerrera llena de ases escondidos, preparados para la trampa.
Sin necesidad de haber leído al poeta León Felipe ( “Sé todos los cuentos”) saben de sobra que la cuna del hombre la mecen con cuentos,que el llanto del hombre lo taponan con cuentos y,sobretodo, que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Y en la sucursal hispana, los voceros del pensamiento dominante- de
Abascal a
Ayuso pasando por todas las "
Esperanzas" y "
José Maris" que en el mundo han sido - no hacen otra cosa que pugnar por ser alumnos aplicados.
Nunca dejan que la realidad les anule un buen prejuicio. El problema es que su revuelto de mentiras y estulticia
[1] encuentra un buen caldo de cultivo en un país donde , como decía
Machado: “De diez cabezas/nueve embisten y una piensa/Nunca extrañéis que un bruto/ se descuerne luchando por la idea”[2].
Porque “bandera y patria” hasta en la sopa pero poco caso a los dichos atribuidos a nuestros clásicos. Podían leer más a Baltasar Gracián Morales y reflexionar sobre la verdad que encierra un : “En boca del mentiroso hasta lo cierto se hace dudoso”.
Tiempo de mentiras, pero no de silencio. Como no se celebra el Carnaval, ¡máscaras fuera!. La Derecha Extrema, preñada de Franquismo en sentido figurado (porque en el literal sería oxímoron o licencia poética ,pues la habilidad que tenía el general para llenarse las manos de sangre era inversamente proporcional a su dominio del
“Ars amandi”[3]) tiene a bien recordárnoslo continuamente y por tierra, mar o aire.
Un día saco a la calle padres de la Enseñanza concertada molestos porque se cuestione mínimamente el privilegio de que todas y todos con nuestros impuestos les paguemos una enseñanza acorde con su ideario , gratis total ( ¡menos mal que son liberales dispuestos a hacer desaparecer el Estado, pero la “paguita es la paguita”!).
Al parecer en este último caso sí priman las libertades constitucionales tan ajenas al ideario del energúmeno que emite su opinión.
Todo con el fin de tensionar al máximo una sociedad golpeada a punto de noqueo por la covid y que vive desde la incertidumbre la crisis económica subyacente.Ya se sabe, en el río revuelto además de los pescadores, también buscan sitio para echar el anzuelo los malhechores.
Hay que ser muy torpe, además
de estar muy ciego, para no darse cuenta del peligro que para una sociedad
democrática entraña la deriva ultra de un sector de la Judicatura y de los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad empeñados en hacerle la ola a las propuestas
llenas de odio, racismo y clasismo que ponen sobre la mesa determinados
partidos.
Así que querido Ismael Serrano, aprovecha el 42 aniversario de la Constitución de 1978 y cuéntanos otra vez ese cuento
tan bonito de gendarmes y fascistas y estudiantes con flequillo, estado
aconfesional, igualdad ante la ley, derechos sociales, neutralidad y pulsión
democrática de quienes administran o están obligados a cumplir y hacer cumplir
la ley.
¿ Y nosotros o nosotras en la
Izquierda?.A lo que nos "sulibeya": Afilar los cuchillos y buscar al camarada/no amigo a quien se le incruste mejor.Eso sí, haciendo hincapié en lo accesorio
o en lo que nos desune. Y de camino seguir creyendo- como en la Edad Moderna- que la sangría es un buen purgante y símbolo de
salud.
Hace una semana hicimos un homenaje
virtual a Julio Anguita. Decenas de activistas, artistas, camaradas y amigos
y amigas de todo el Estado se sumaron al mismo.La iniciativa fue secundada con miles de muestras de cariño. Justo reconocimiento a quien vivió la acción política acompasando el dicho y
el hecho. Por eso es ejemplo a seguir.
En estos días contemplando el
paisaje que nos asalta, me han entrado ganas de ponerle un "pero" a mi queridísimo amigo. Si lo tuviera al lado en la hora de la tertulia le diría: "Julio,visto lo visto
y conociendo cómo actuamos lo mismo te equivocaste a la hora de proponer el nombre al
Colectivo. En lugar de Prometeo ( “deseo “cernudiano)
hubiéramos acertado más con Sísifo (continuando con Cernuda, nuestra “realidad”).
Seguramente cabecearía y al cabo de un rato -analizando por ejemplo nuestros adelantes y para atrás en
Andalucía-, subrayaría :” Desde luego niño. Me parece que no tenemos “ataero” ni por el pescuezo”
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