Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Rusia y las bases de la OTAN |
Manolo Monereo
Hindenburg e Hitler |
Fuente:Paradigma Media
Juan Rivera
Colectivo Prometeo
a) Weimar
Desde hace un tiempo vengo observando que un cada vez más nutrido grupo de las personas que hacemos público nuestro pensamiento político, entre las que me incluyo, utilizamos en nuestras reflexiones la palabra "Weimar".
Ya se sabe, con ella hacemos alusión a la situación política generada en los años veinte del siglo pasado en la actual República Federal Alemana, donde tras el final de la Primera Guerra Mundial y hasta principios de los años 30 se instaló la llamada "República de Weimar".
El experimentó terminó al poco de acceder al poder Hitler en 1933.La llegada al mismo y su nombramiento por Hindenburg en el nefasto enero del 33 se cimentó por una parte en el apoyo electoral, 37.27% (13.7 millones) del voto durante las elecciones de julio de 1932 ( conviene recordar que en las últimas "libres" celebradas en noviembre del 32, retrocedieron al 33% perdiendo dos millones de votantes) y por otra en el silencio cómplice de organizaciones derechistas, nacionalistas,anti Versalles ...que sin ser nazis, blanquearon su llegada al poder concediéndoles una patente de honorabilidad y respetabilidad que nunca tuvieron.
Cuando en el análisis político de la situación que vivimos en España se conjura el nombre de Weimar, no debe entenderse de forma literal sino como metáfora de la similitud en el blanqueo que medios de difusión y partidos como el PP hacen día sí y otro también de las descerebradas propuestas de Vox con su rancio machismo, españolismo de brillantina y corretaje, franquismo sin disimulo y ultracatolicismo, solo para conseguir el apoyo que les permita gobernar en Madrid (debemos estar atentos a la brecha que abre el conflicto Ayuso-Casado), Murcia,tantos y tantos ayuntamientos y ahora Castilla y León.
En nuestro terruño el papel de Von Pappen que facilitó la llegada al poder es más coral y lo realizan sin complejos los dirigentes nacionales y autonómicos del von PePen. Eso explica una parte de su ascenso. Donde esté el chalet de Pablo Iglesias que se quite la "burda y perceptible" manipulación y los visados falsos - según los propios jueces que la miran bien- de Monasterio o la virginidad laboral de Abascal.
El 16 de febrero del año pasado, la entonces Vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, presentó el listado de 34.976 inmatriculaciones realizadas por la Iglesia católica entre 1998 y 2015. Fue un éxito sin paliativos de las organizaciones ciudadanas, que llevan denunciando desde hace casi 15 años la privatización masiva de fincas e inmuebles. De hecho Recuperando había solicitado esa información en un escrito presentado en el Congreso el 7 de febrero de 2017.
No obstante, esa publicación es también importante porque pone de manifiesto sus límites:
• Nada se dice de las inmatriculaciones realizadas antes de 1998.
• Los listados no permiten identificar los bienes inmatriculados.
• Ocultan los bienes inmatriculados como edificios anexos: la Giralda de Sevilla, el Micalet de Valencia, etc.
• Y, sobre todo, contradice los compromisos asumidos por el Gobierno.
Tanto en los programas electorales del PSOE y de Unidas Podemos, como en el programa del gobierno de coalición y Pedro Sánchez en su discurso de investidura se comprometieron a efectuar las modificaciones legislativas oportunas para revertir las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia católica. ¿Dónde están esas modificaciones legislativas?
Exigimos información detallada de las inmatriculaciones realizadas desde 1946.
Reivindicamos la nulidad de las inmatriculaciones, especialmente de las realizadas después de 1978 por inconstitucionalidad sobrevenida.
Reivindicamos una ley que fije los criterios para calificar nuestro patrimonio cultural religioso de dominio público y establezca los procedimientos para su catalogación y registro.
El Gobierno abandona a su suerte a particulares y entidades locales para que litiguen en largos y costosos procesos judiciales por la recuperación de sus bienes arrebatados por la jerarquía católica.
Manolo Monereo
Aunque los orígenes de la guerra en Ucrania se remontan a
cuando Viktor Yanukovich rehusó firmar un acuerdo comercial con la U E y optó
por establecer relaciones comerciales con Rusia, momento en el que comienzan
los enfrentamientos entre los rusofonos
de Ucrania y los nacionalistas ucranianos, apoyados estos últimos por
los neonazis entrenados en el exterior, con el levantamiento bajo el lema
“Levántate Ucrania” y el consiguiente derrocamiento del Gobierno, ascendió al poder Petró Oleksiyóvich
Porosenko, manteniéndose en el cargo desde el 7 de junio de 2014 al 20 de mayo
de 2019.
Las discrepancias entre los ucranianos llevaron a que en
febrero de 2014 un grupo armado prorruso tomara el Gobierno y el Parlamento de
Crimea, el referéndum independentista para la anexión a Rusia fue favorable y
la Duma ratificó el acuerdo por el que Crimea se incorporaba a Rusia, y cuatro
días después, Ucrania retiró sus tropas de Crimea.
Si bien los dos años de mayor intensidad de la guerra fueron 2014 y 2015, siempre estuvo latente en zonas del este de Ucrania, (Donest y Lugansk llegaron a proclamar su independencia y pedían integrarse en Rusia), los enfrentamientos continuaron siempre con mayor incidencia en Donbass, dónde la mayoría de la población es de habla rusa y tiene reconocida la nacionalidad rusa, además de la ucraniana.