Juan Balsera
Colectivo Prometeo
Cuando estamos inmersos en una Guerra entre Rusia y Ucrania y nos sentimos inundados de múltiples emociones, es el momento de analizar y comprender cual es la realidad de lo que está ocurriendo en el mundo, el por qué se da esta situación y quienes son los sujetos beneficiados de la misma. El escritor Eduardo Galeano sentenció una vez que: “ninguna guerra tiene la honestidad de reconocer que se hace para robar”.
Conveniemos que la economía es la ciencia que el hombre inventó para describir los comportamientos de las personas con respecto a la naturaleza, para conseguir de forma menos (a veces más) agresiva el impacto sobre el medio y las personas.
La política es el arte de conseguir el bien común para el conjunto de la sociedad, pero también la manera más burda de engañar a las masas. Muchos políticos nos embaucan y nos mienten en nuestra cara y sin embargo les aplaudimos y apoyamos de manera irracional
Hay un principio para llegar a la verdad; siguiendo el camino del dinero descubriremos quienes son los protagonistas de las guerras y cuáles son sus verdaderos objetivos.
Estamos inmersos en un bombardeo mediático en dos direcciones que golpean nuestras emociones y sacan nuestra irracionalidad como personas. Todos los días asistimos en nuestros medios de comunicación “libres” a una batería de consignas y de medidas de castigo que la UE y EEUU ha tomado contra la Rusia de Putin, que nos dan a entender que lo vamos a vencer con facilidad. También nos invaden con imágenes de la guerra, que generalmente repiten un día tras otro; con imágenes de destrucción, muerte y personas desplazadas, haciendo especial énfasis en la resistencia del pueblo ucraniano, pero no se dice absolutamente nada de que, en realidad, la destrucción y el dolor lo ponen ellos, por imposición de Estados Unidos que como Poncio Pilatos, ahora se lava las manos, pese a ser los inductores y estrategas de lo que está ocurriendo allí.
Pero si analizamos con mayor detalle lo que está ocurriendo, nos damos pronto pronto cuenta de que en realidad lo que sucede, es que sobre los hombros de nuestras espaldas -la de los europeos- están cayendo todas las consecuencias y los perjuicios de esas medidas de bloqueo a Rusia. Hacernos creer que el cerrar las grandes empresas de EEUU y UE, que venden en Rusia realmente a quien se perjudica es a la economía rusa, es un auténtico disparate; muy al contrario, a quién beneficia es a Rusia, Ellos pueden seguir obteniendo todo en otros mercados como es el chino, seguramente más barato y los que tendrán que despedir trabajadores y dejar de recibir transferencias de capital de Rusia, son los occidentales.
Los rusos han conseguido con la inestabilidad de los mercados de materias primas y energéticos, que la subida abusiva de esos mercados le reporten pingues beneficios, con lo que consiguen que le estemos financiando su conflicto bélico, sin apenas merma económica de su población, pero con unos costes altísimos para la población occidental. Hay dos vectores que nos empobrecen de manera significativa a la mayoría de habitantes de la UE; por una lado la alta inflación hace que seamos más pobres, ya que el valor de nuestro dinero es menor. A ello hay que añadirle que los depósitos que tenemos en los bancos, bien ahorro en general, en Fondos de Pensiones o Fondos de Inversión, sufren además la devaluación de unas pérdidas bursátiles que se están acercando a las de la crisis financieras del 2008, en apenas dos semana de guerra. En términos vulgares tenemos dos impuestos “revolucionarios” sobre nuestros salarios y pensiones y también sobre los ahorros, implantados por nuestros gobiernos que tapan sus incapacidades para gestionar en beneficio del pueblo los intereses de los mismos. De paso han enriquecido a las eléctricas y todas las empresas de energía con su sistema de fijación de precios implantadas por los gobiernos de PSOE y PP, que una vez más soportamos con nuestros bolsillos.
Comercialmente el único beneficiado de todo lo que está ocurriendo es EE.UU. que incrementa sus ventas de gas, armas y otros productos a la UE y nos hace más dependiente de ellos. Por otro lado, la industria militar occidental que se deshace de excedentes inservibles para enviarlos a la escabechina del mercado ucraniano.
La Solidaridad con los refugiados, si las palabras se traducen en hechos, sería lo único positivo de las propuestas europeas, aunque mucho me temo que el principal inductor del conflicto (EEUU) pase de largo, el Reino Unido ya ha empezado a poner trabas a sus visados, en otros conflictos cercamos occidente cerro las puertas a los que huían del hambre y la miseria; esperemos que en esta ocasión cumplan con sus promesas.
Durante décadas, la economía era el Tótem que condicionaba las decisiones de nuestros dirigentes políticos, hoy se sustituyo por la guerra. Los aciertos y desgracias del futuro, serán el resultado de sus decisiones de hoy. Espero que los que hoy jalean y aplauden la guerra, no se transforme en llanto y miseria los próximos años.
Un analisis superficial.Aparte de buena intenciones no se aportan solucion realistas a este confliccto. Predicar es facil y dar trigo dificil.
ResponderEliminar