Colectivo Prometeo
En nuestro país hay tres grandes grupos
(Mediaset, Atresmedia y Prisa), que funciona como un lobby corporativo, controlan
la inmensa mayoría de la información en los medios e imponen lo que hay que
publicar y aquello de lo que no se puede hablar ¿Son rentables las grandes apuestas
dinerarias que los poderes económicos y financieros invierten en los medios de
comunicación? ¿Por qué necesitan controlar la comunicación social?
Para los poderosos dueños de los
medios de comunicación, el controlar el discurso social, el ofrecer el relato
que a los poderosos les interesa, el lanzar al público la soflama que les
conviene, apoyando a las derechas, para mantener su poder político y económico,
les resulta muy rentable. Su gran objetivo es no perder los enormes privilegios
de los que siempre han gozado.
No tienen ningún escrúpulo en
lanzar mentiras, basura mediática, contra todo proyecto político que ponga en
cuestión el injusto e indecente sistema social que tanto daño, tanto dolor,
tanto sufrimiento está causando a la inmensa mayoría de la población en nuestro
país.
La aparición de Podemos en el panorama político, consecuencia de la mayor concienciación social y política de las últimas décadas, el 15M, supuso para las élites políticas y económicas un fuerte golpe inesperado. Eran jóvenes políticos que, con sus propuestas serias, profundas y posibles, planteaban cambios necesarios en nuestra sociedad: conseguir una sociedad más justa e igualitaria, acabar con la corrupción, invertir en economía productiva, nacionalizar la banca, acabar con los desahucios, crear una renta básica, mejorar los servicios públicos, establecer un sistema tributario justo y progresivo, luchar contra el cambio climático, … Todas las derechas (políticas, económicas, judiciales y mediáticas) ven las orejas a ese joven lobo que quiere acabar con privilegios de poder largamente disfrutados. A raíz de ese momento se pone en marcha todo un entramado corrupto que comienza por la difusión en los grandes medios de improperios destructivos (bolivarianos, comunistas radicales, bolchevique, antisistema, …) y que culminara con lo que ahora se ha publicado sobre las tramas mafiosas creadas para tapar las ilegalidades del PP y hundir al joven partido que, con sus perspectivas de apoyo social, ponía en peligro el confortable bipartidismo que tanto daño estaba causando a nuestra sociedad.
El señor Ferreras no es un periodista. Es un comunicador comprado. Tendrá
el título, pero el auténtico periodista ajusta y lleva a rajatabla su actividad
profesional siguiendo las normas deontológicas de su código sobre todo en lo
concerniente al primer compromiso ético del periodista que es el respeto
a la verdad. También el buen profesional, deberá utilizar métodos
dignos para obtener la información, lo que excluye los procedimientos
ilícitos. Aparte de otras, ninguna de estas bases deontológicas es
respetada, ni tenida en cuenta por el Sr. García Ferreras que publica un documento
falso contra Pablo Iglesias, a sabiendas que lo es, con el propósito de
desprestigiar a él y a su partido. Además, este señor se salta nuestra
Constitución y vulnera su artículo 20 -apart. d- que dice que todo español
tiene derecho “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio
de difusión”.
Estábamos en la campaña electoral
de 2016. A Podemos se le vaticinaba muy buenos resultados (incluso el sorpasso
al PSOE), pero ahí empezó a actuar la trama. Desde un restaurante, en una comida
de camaradería y confianza, están presentes miembros de las cloacas de estado
(Villarejo, Olivera), el presidente de la Razón, Mauricio Casals, el empresario
Adrián de la Rosa y el presidente de la Sexta, Antonio García Ferreras. Estaban
representadas todas las fuerzas vivas, aunque faltaba, quizás no fue invitado,
algún representante de la derecha judicial que tanto está beneficiando al PP y
atacando, sin piedad, a sectores sociales comprometidos y a la izquierda en
general. Villarejo, como astuto sabueso corrupto, graba las conversaciones, que
han sido desveladas por Crónica Libre.
Los vídeos publicados demuestran
cómo este grupo de mafiosos prepara el terreno y cada uno muestra su apoyo
incondicional a Inda, que ha publicado la noticia. La reunión fue muy
fructífera porque se consiguió que un documento burdo, falso, salido de la
policía patriótica, que recogía la presunta existencia de una cuenta a nombre
de Pablo Iglesias en un banco en las Islas Granadinas (paraíso fiscal) en la
que aparecían 272.000 €, regalo del gobierno de Nicolás Maduro, se aceptara
como válido. El folletín fue publicitado por la Sexta, dirigida por el Sr.
Ferreras, a sabiendas que era falso porque él mismo lo había manifestado en la
citada reunión. Este señor se convierte así en un traficante de información
adulterada. Cuando un “periodista” sabe que una noticia es mentirosa, burda y
la publica, ya ha perdido su profesionalidad, se vuelve un títere, una
marioneta en manos de los dueños del medio.
Aunque la falsa noticia no tenía base jurídica,
era un panfleto irrisorio, como después se demostró en el juzgado, reunía todos
los ingredientes para hacer mucho daño a Podemos como así fue: su líder, Pablo
Iglesias, involucrado en un acto delictivo y. además, con la financiación del
denostado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Aunque, como he recogido,
fue sobreseída en el juzgado, sin embargo, tuvo mucha repercusión, mucho
recorrido en todos los medios del comando mediático de derecha extrema, sobre
todo en la Sexta, que disfrazada de televisión de “izquierdas” (nunca lo ha
sido), con sus múltiples horas de emisión, se volcó en un acoso y derribo a
Podemos para cambiar del signo de las próximas elecciones generales. Y a fe que
lo consiguió (Ferreras se jactaba de ello) para desgracia de una izquierda que
había despertado mucha ilusión, mucha esperanza y la posibilidad de un cambio
social profundo. El objetivo de estos grupos mafiosos, desde el gobierno del
PP, policías corruptos, grandes poderes económicos y comandos mediáticos
indignos, era que Podemos nunca llegara al gobierno, para que a los poderosos
les siga yendo bien.
Lo más grave de toda esta trama
mafiosa que hemos conocido ahora, pero que lleva actuando muchos años, es que
unas pequeñas élites controlan el flujo de la información y actúan al unísono.
Por tener los mismos intereses económicos, cuando ven peligrar sus privilegios,
se ponen de acuerdo para presentar su interpretación de la realidad, utilizando
la mentira, la manipulación o callando aquello que no les conviene. No tienen
ningún escrúpulo en destruir la vida personal y social, como han hecho con Juan
Carlos Monedero o atacar a un partido político, Podemos que, dentro de una
sociedad democrática, plantea cambios necesarios para conseguir una vida más
digna, justa e igualitaria para la ciudadanía.
El objetivo de esto grupos de poder
mediático es calar sus repetidos mensajes en “mentes perezosas“ (como
decía Julio Anguita) para atraerlos a los postulados de los poderosos y aceptar
su discurso, el de los opresores, que como se ha demostrado en las sucesivas
contiendas electorales han beneficiado a las derechas que, incluso, han contado
con muchos votos de gente que sufren los agravios de sus decisiones políticas.
A partir de lo expuesto, debo
aclarar que hay muchos más periodistas profesionales que ejercen su trabajo de
forma honesta, que subscriben y cumplen su código deontológico y que buscan la
verdad, utilizando métodos legales de investigación para informar a sus
audiencias.
Es necesario que desde el Gobierno
se legisle para hacer cumplir la Constitución y evitar que las mentiras, los
bulos, la falta de honestidad y de una información veraz sea su constante periodística.
Para algunos medios su primer objetivo es subvertir la democracia, intentando,
con esa información basura, atacar a adversarios políticos para
desprestigiarlos y, así evitar, que la ciudadanía pueda elegir libremente, sin
trampas, ni manipulaciones, a sus representantes. Esto no lo puede tolerar una
verdadera democracia.
Quiero terminar con lo que ha
difundido Ione Belarra,
secretaria general de Podemos. En sus declaraciones acusó a Ferreras de haber
hecho un “daño irreparable a la democracia con su contribución
al desprestigio de Podemos”. Y añade: “Nunca sabremos quién habría
gobernado en España en 2016”.
Quizás lo que no debería olvidar la izquierda es que tanto los medios como el Estado, están siempre al servicio de los poderosos. Para ellos la 2democracia" es un instrumento más en su orgía de dominación. Si peligran sus intereses de clase, no dudarán en subvertirla cuanto sea necesario. Lo triste es que parece que la izquierda olvida estos hechos en los últimos tiempos y así anda con pies de barro.
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