lunes, 30 de octubre de 2023

La Maldición de los Recursos

                     
                       

Remedios Copa
Colectivo Prometeo

Sí repasamos la historia nos encontramos con múltiples casos de sometimiento y esclavitud de la población nativa o de un país e incluso con situaciones de auténtico genocidio.

La tradición imperialista acumula ejemplos de prácticas de explotación injusta de los recursos naturales de territorios sometidos a su área de influencia y dominio, pero la mayoría de las veces no solo se expoliaba su riqueza sino que se sometía por la fuerza a la población nativa de la zona, no solo al acatamiento del robo de su soberanía sobre los recursos naturales, sino también a su esclavitud para la extracción y procesamiento de los codiciados bienes.

Europa cuenta en su historia con ejemplos aterradores de prácticas inhumanas sobre la población a la que se extendían sus imperios.

Podríamos hablar del comercio de esclavos, vigente en España hasta el 4 de julio de 1870. La conocida como Ley Moret, o "Ley de vientres libres", que ponía fin al hecho de que los hijos de las esclavas tuvieran la consideración de esclavos, dando así paso a la abolición gradual de la esclavitud, práctica arraigada desde la antigüedad y que se prolongó hasta finales del siglo XIX, pese a que el 20 de julio de 1500, Isabel la Católica ya prohibió la esclavitud mediante una Real Provisión, convirtiéndose en la primera persona en ocuparse de los derechos de los indios.

El primer país en prohibir oficialmente el comercio de negros fue Dinamarca en 1802, seguida de Gran Bretaña en 1807. España fue el último país de Europa en abolir la esclavitud y Mauritania el último en el mundo, cuya vigencia concluyó el 12 de julio de 2018.

En lo referente a América el primer país en establecer la prohibición de la esclavitud fue Haití, en 1804. En EEUU A. Lincoln proclamó la emancipación cuando se acercaba a los tres años de guerra civil. Los siguientes países fueron Puerto Rico, en 1873, y Cuba en 1886.

En cuanto a la introducción del comercio de esclavos en la península Ibérica aparece Portugal como suministrador referenciado de esclavos africanos desde 1444, consiguiendo que España le reconozca el monopolio en 1479, año en que se firmó el Tratado de Paz de Alcaçovas, para suministrar esclavos de Cabo Verde, Angola y Mozambique.

Pero al margen de la aberrante práctica de la esclavitud, barbaries hubo de todo tipo, pero la cometida por Leopoldo de Bélgica en el Congo es difícil de superar porque semejante exterminio de la población nativa no se conocía en la historia. Constatan relatos escritos como los esclavos conducidos en un barco para efectuar trabajos en la selva morían de hambre y acuciados por la falta de alimentos comenzaron a comer los cadáveres de los fallecidos hasta que, incluso esa fuente de alimento y sin que les fuese suministrada ninguna otra alternativa, fue prohibida ordenando que los cuerpos se tirasen al río.

Sin extendernos en las barbaridades cometidas entonces por los grandes imperios, porque todos tienen bastante que ocultar bajo la alfombra, es bueno tener presente que a día de hoy también hay prácticas aberrantes que no se han extinguido, se vistan con el ropaje con el que se quieran pintar. Ejemplos recientes de estas prácticas tenemos en Europa y en Oriente Medio. El control de los recursos naturales y la lucha por la hegemonía geoestratégica en la zona no son ajenos a estos conflictos que, aunque se agudicen recientemente, el origen tiene su historia.

No debemos olvidar que el origen del conflicto israelí -palestino comienza en la época en que los británicos optaron por armar a grupos de judíos que vivían en territorio palestino, con el objetivo de proteger sus oleoductos de aprovisionamiento de petróleo, frecuentemente atacados por grupos palestinos que se oponían a la ocupación británica. Para los británicos se trataba de aprovechar el petróleo de la explotación de los yacimientos hallados en la zona a partir de 1908.

Para muchos autores Israel fue creado por los ingleses y reforzado por el apoyo de los EE UU, en base a intereses económicos y estratégicos. La geopolítica no entiende de moral ni de ética; se trata de relaciones de poder.

Independientemente de las diversas teorías que se pueden manejar al respecto y en las que no me voy a extender en este espacio, lo cierto es que, como dice Thierry Meyssan, en este conflicto no se trata de una guerra clásica entre dos Estados sino del enfrentamiento entre dos poblaciones en las que los palestinos no están representados por un Estado reconocido y los israelíes no tienen sus fronteras definidas y no respeta los Acuerdos de Naciones Unidas, razón por la que el Consejo de Cooperación del Golfo, el Grupo de los 77, la Liga Árabe, la Organización de la Cooperación Islámica y China, han solicitado la suspensión de la membresía de Israel a la ONU el pasado 25 de mayo, en tanto el Estado hebreo no respete sus compromisos, asunto que no forma parte de su actual objetivo.

Fuente:MSF
Resulta espeluznante escuchar en boca de un gobernante o representante de un Gobierno, que va a arrasar un territorio sin importar que conlleve un genocidio, "porque lo necesitamos limpio para nosotros", o llamar "animales humanos" a los habitantes de un territorio, algo que se ha verbalizado y escrito en Kiev con relación a población del Donbás o en Israel con relación a Gaza.

Los hechos salvajes a los que estamos asistiendo son intolerables y el clamor que contra ellos se está viralizando debería ser escuchado y respetado.

!Ningún acto terrorista más, no más apartheid ni "prisión al aire libre", invasión o genocidio!. Mejor nos iría a todos si, en lugar de fomentar la guerra, nos esforzamos en promover la paz.




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