Oriente Medio

 

Remedios Copa
Colectivo Prometeo

Es imposible hablar con fundamento de Oriente Medio sin tener en cuenta el papel geoestratégico que se juega en la región y la importancia que su control supone para los intereses económicos del capitalismo global. No solo se juegan intereses de poder, que también, pero la hegemonía económica es crucial y es preciso tenerla en cuenta para desentrañar la maraña de intereses en juego.

Con respecto a la creencia de que China apoya a Palestina para posicionarse en la alianza con el mundo árabe para fomentar una coalición contra Israel baste recordar que ya en 1992 reconoció al Estado de Israel y, desde entonces, mantiene relaciones que van desde el interés por la tecnología a la inversión directa de China en Israel, país al que realizó exportaciones cada vez más importantes cuyo punto álgido fue en 2018. No hay que olvidar que China es por su importancia el tercer socio económico de Israel.

Por otra parte, con respecto a Palestina, las relaciones de China con Palestina han sido siempre de simpatía y apoyo a la OLP desde los años 60, reconociendo al Estado Palestino en 1988, que mantiene una embajada en Beijing y China tiene oficina de representación en territorio palestino. Las relaciones económicas entre ambos países han supuesto un aumento de del 57% en los últimos cinco años.

También con Irán mantiene China importantes relaciones económicas, siendo el principal socio comercial de Teherán. Además, recientemente auspició el acercamiento entre Riad y Teherán y, si el conflicto actual no se detiene, China se vería perjudicada.

Lo que ocurre es que China siempre ha mantenido en todos los foros, incluida la ONU, la  defensa del establecimiento de un Estado palestino independiente de Israel y cuya capital se estableciese en Jerusalén Este. Actualmente está intensificando su diplomacia en la región e instando a otros países a mediar para detener el conflicto y pacificar la zona. Su máxima prioridad es el alto al fuego y detener la guerra. Lo hace para proteger sus intereses económicos, eso es cierto, pero también lo es que China siempre fue defensora de la causa palestina.

China rechaza la actual brutalidad del castigo de Israel sobre la población civil inocente, llevado a cabo sistemáticamente de forma indiscriminada. Este rechazo al genocidio está siendo denunciado como crimen de guerra y rechazado por muchos otros países,  organizaciones internacionales y población civil de los cinco continentes.

Siendo inadmisibles los actos terroristas contra población civil, los cometa quien los cometa, (algo que la población de Gaza lleva sufriendo durante años), arrasar  como represalia con la destrucción masiva de casas, escuelas, hospitales, refugios e incluso zonas indicadas por Israel para que se refugiara en ellas la población de Gaza, privarles de luz, agua, comida, impedir la entrada de ayuda humanitaria y la creación de corredores humanitarios para que puedan huir de la matanza, es algo que ningún ser humano en su sano juicio puede justificar. De hecho, también en Israel hay personas que rechazan esa masacre, lo mismo que la rechazan algunas comunidades judías que viven en otros países. Hay reacciones en todos los sentidos entre los judíos; un ejemplo es el asesinato en EE UU de la directora de una sinagoga que días antes había hecho una petición a Netanyahu para que rectificara. Aunque hay quien opina que el problema, más allá del gobierno de Netanyahu, es cosa de la naturaleza misma del Estado de Israel y ese sería el relato destinado a establecer una falsa ecuación, Israel-Hamas, eliminando del relato la referencia a Palestina y borrando de la mente de muchas personas los crímenes cometidos contra ella.

También el profesor Michael Hudson estima que detrás de la sobrerreacción de EE UU esconde planes neoconservadores para Oriente Medio, el conflicto actual simplemente enmascara un intento de EE UU de atacar a Siria e Irán y apoderarse de todo el Cercano Oriente. “De eso se trata toda esta lucha entre el pueblo palestino e Israel”… “He oído a generales estadounidenses hablar con Uzi Arad, el principal asesor económico de Netanyahu, cuando trabajábamos juntos en el Instituto Hudson. Los generales le repetían al economista israelí: ustedes son nuestro portaaviones en la región”. Israel siempre fue el bastión de los intereses estadounidenses en la región.

Es complejo el entramado de relaciones que se mueven detrás de los acontecimientos, pero además de los mencionados, otros países están en el ajo buscando rentabilizar la situación. Quién controle Gaza y Cisjordania podrá explotar sus reservas de combustibles fósiles y parece que EE UU está interesado en suministrar a Europa esos recursos; recursos que antes de las sanciones le suministraba Rusia.

En lo que se refiere a otros países, Reino Unido ha prohibido las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino y, el apoyo del Ministro de Defensa al pueblo Palestino en la ONU supuso su destitución fulminante. En cuanto a la U E, se está pidiendo la dimisión de Ursula von der Leyen por acudir a Israel a mostrar la adhesión, sin tener en cuenta que la Comisión que preside carece de tal función puesto que las relaciones exteriores son función de los países, no suyas. Tampoco está teniendo en cuenta la U E las peticiones de la ciudadanía para que pare el genocidio y no se fomente la guerra.

Ni todos los países son insensibles al genocidio que Israel está llevando a cabo en Palestina, ni todos los representantes de altos cargos en Instituciones Internacionales estiman su cargo por encima de los DD HH y la justicia. El Director de la Oficina de DD HH en Nueva York presentó su dimisión afirmando: “algunas partes en la ONU, incluso al más alto nivel, han agachado vergonzosamente la cabeza con el poder” cuando se trataba de los derechos del pueblo palestino.

Otro ejemplo es Antonio Guterres que, tras condenar enérgicamente el ataque de Hamás contra Israel afirmó: “tenemos que distinguir. Hamás es una cosa, el pueblo palestino es otra”. “Si no hacemos esa distinción, creo que es la propia humanidad la que perderá su significado”.

Si no se para esta escalada bélica, que solo interesa a los poderosos, la humanidad lo va pagar muy caro.