Daumier: Crispin y Scapin |
Juan García Ballesteros
Colectivo Prometeo
El
25-02-2015 publiqué en el blog del Colectivo Prometeo el artículo “Pozo con
dos bocas”. En él recogía una reflexión sobre el daño que para inmensa
mayoría de la población, hasta ese momento, estaba haciendo el bipartidismo.
Tanto el PSOE como el PP se turnaban en el poder para mantener el régimen del
78 con el objetivo fundamental que nada cambiara y siguieran gobernando, sin
presentarse a unas elecciones, las élites político-económicas y judiciales. Los
dos partidos se ladran, pero nunca se muerden, porque en el fondo les une
muchos más intereses que los separan.
Después
de once años, el panorama social, político y económico no ha cambiado. El
bipartidismo sigue con todo su “poder”, pero quién realmente le marcan el paso
son los poderes económicos (Ibex35, banca, multinacionales, fondos buitre, …),
mediáticos (prensa, radio, tv) y judiciales.
Como
la memoria es frágil, voy a recordar algunos de los encuentros que a lo largo
de estos últimos años han tenido como protagonistas el apoyo mutuo entre el
PSOE y el PP:
1.-
Los dos partidos son los garantes de una monarquía impuesta. Bloquearon hasta
quince veces una investigación sobre la Casa real. Se han negado
sistemáticamente a crear una comisión parlamentaria para investigar las
corruptelas del rey emérito. Impidieron la comparecencia del Emérito para que
hablara sobre su vinculación al comercio de armas.
2.
En agosto de 2011 votaron el cambio del artículo 135 de la Constitución “el
pago de los créditos de deuda pública tendrá absoluta prioridad”. Esto
supone que las inversiones en gastos sociales pasarían a un segundo plano.
3.-
Los dos rechazaron la comparecencia de Martín Villa para que diera cuenta de
los crímenes del franquismo.
4.- El PSOE se abstuvo en octubre de 2016 para que fuera investido Mariano Rajoy
5.- Los dos partidos votaron en contra de una comisión para investigación del caso Pegasus, sobre espionaje a partidos y políticos
6.-
El Gobierno de Rajoy aplicó, con el apoyo del PSOE, el artículo 155 de la
Constitución en contra del proceso independentista que, no sólo quitó al
Gobierno catalán de servicios esenciales, sino que envió a las fuerzas de
seguridad a apalear a cientos de ciudadanos que sólo querían utilizar el
derecho democrático, aunque no era legal la propuesta, de votar. Ahora, el
PSOE, aprueba una amnistía para arreglar el desaguisado.
7.-
PP y PSOE votaron en contra de la creación de unan empresa pública de energía y
de una banca pública.
8.-
Los dos partidos se pusieron de acuerdo para modificar la ley de “Sólo sí es sí”,
perjudicando, como responsable a Irene Montero, cuando fue una ley aprobada y
apoyada por todo el Gobierno.
9.-
Ahora pactan el PSOE y el PP repartirse, al 50 %, los 20 vocales del Consejo
General del Poder Judicial. Todo este apaño se ha acordado en muy pocos días,
utilizando el momento en que no hay elecciones a la vista y que comienzan las
vacaciones de verano. Esto recuerda la modificación veraniega del artículo 135.
Lo
que ha ocurrido es de una enorme gravedad. El PP nunca hubiera aceptado la
renovación si no se hubiera sentido favorecido. Ahora, con una postura
antidemocrática, los dos partidos se han repartido el pastel del Poder Judicial
sin tener en cuenta que ninguno de los dos tiene el 50 % de su representación
en el Congreso, como así lo exige una institución que debería ser reflejo fiel
de los votos obtenidos por cada fuerza política.
Pero
hay algo mucho más grave. Ahora serán estos veinte elegidos los que, en un
futuro, deben buscar la fórmula que convenga para elegir a los futuros miembros
del CGPJ ¿Se imaginan cuál será?
Resulta
aún más sorprendente este pacto cuando hace unas semanas el PSOE acusaba al PP
de formar parte de la “máquina del fango”, de ese conglomerado de
partidos, jueces y medios de comunicación que siembran la mentira, la manipulación
y el odio contra los adversarios políticos. Claro, el partido socialista ha
saltado cuando ha sido él el que ha sufrido los ataques. Para remediarlo ni ha
hecho nada, ni lo hará. Ahora el PSOE manifiesta que el PP es un “partido
amigo” y que espera que éste sea el primero de muchos acuerdos. Se concilian,
se abrazan como buenos compañeros del Régimen.
La
reacción de la izquierda (Podemos, ERC, Bildu, …) a esta tropelía
antidemocrática no se ha hecho esperar que denuncian cómo, de nuevo, los dos
partidos, PSOE y PP, los fieles del Régimen, pactan a espaldas de los demás
grupos políticos que auparon a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno.
Posiblemente, este montaje le pase factura en un futuro, a las relaciones entre
el Gobierno y los que lo apoyaron.
Lógicamente,
siguiendo la estela de las últimas decisiones, Sumar se ha apuntado al carro por
el camino que marca su conductor, el PSOE. Aunque comenten que han sido
informados, aún peor, porque si han aceptado este reparto, que beneficia
claramente al PP, esta coalición queda retratada y sumisa a esa postura del Gobierno
totalmente antidemocrática.
Me
da vergüenza escuchar a Enrique Santiago del IU decir que “es una victoria
para la democracia haber acabado con el secuestro del Poder Judicial y que el
PP haya cesado en esa actitud sediciosa de exigir un cambio en la ley” ¿A
dónde está llegando IU? ¿Cómo es posible que un representante de esa
coalición no sea capaz de analizar y criticar lo que ha sido una bajada de
pantalones del PSOE y un triunfo del PP con un 50 % de representantes que no le
corresponden? Increíble.
Voy
a terminar con un párrafo sacado de mi artículo, antes mencionado:
“Nuestro
país necesita una limpieza a fondo, una regeneración de la vida pública, un
cambio de sistema que devuelva la ilusión, la alegría y la esperanza a esos
millones de españoles sin trabajo, a esos cientos de miles de jóvenes
emigrantes, a esos miles de desahuciados, a muchos cientos de miles marginados
de los servicios públicos imprescindibles, a esos millones de excluidos
sociales y a todos los que obligan a perder su dignidad por un puesto de
trabajo esclavo, pero necesario para su supervivencia”.
Es que la clase política -o casta?- no tiene remedio . Así la democracia en este país es un democracia de tercera dominada por los poderes que se mencionan en el artículo. Y " la izquierda a la izquierda" lejos de jugar el papel que le corresponde,sial política e históricamente, pierde el norte cuando pisa alfombra en los pasillos de la gobernabilidad, que no del poder. Luego nos quejamos cuando la gente opta por opciones de extrema derecha, la cual se apro vecha de la falta de credibilidad de los partidos de la entente.
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