José A. Naz Valverde
Colectivo Prometeo
Hace unos días, antes de la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, escribía un artículo con el título del comienzo del himno de Francia,"Allons enfants de la patrie" (vamos hijos de la patria) en alusión al llamamiento a la movilización para frenar el peligro de la ultraderecha.
Parece que el llamamiento ha sido seguido por una mayoría de la ciudadanía que, en contra de todo los sondeos, ha dado el triunfo al Nuevo frente Popular de la izquierda, relegando a la tercera posición al RN, sobrepasado por el bloque del actual gobierno. Ensemble, el bloque macronista ha obtenido mucho mejor resultado del esperado, por el voto comprometido de muchos votantes de izquierdas por evitar la victoria de la ultraderecha.
Ganó ,
en palabras de Melenchon, la patria republicana, inclusiva, la de “liberté,
égalité, fraternité”. En los mítines de la noche electoral los lideres de la
izquierda ganadora coinciden en que el gobierno tiene que formarlo este bloque
y tiene que nombrar al primer ministro. Pero ya antes de celebrarse la votación
el día 7, y mucho más en días posteriores desde Macron hasta el actual primer
ministro Attal y otras personalidades políticas del centro-derecha repiten que
hay que buscar una mayoría “republicana”. Como si no hubiera pasado nada. Como
si la gente se hubiera equivocado al votar y se debiera rectificar los
resultados de la elección popular. Es decir, que no se lleve a cabo el programa
que ha votado la gente y no formen parte del gobierno los diputados y diputadas
del partido que más votos ha recibido.
En el fondo, o a las claras, se trata de hacer un cordón sanitario a La Francia Insumisa, al partido que ha conseguido la unidad no sólo del partido socialista, el comunista o el ecologista, junto a otros menores, sino también de sindicatos, colectivos sociales, jóvenes y barrios populares. Aunque sea el que tiene más militancia, más votos o mas diputados. O precisamente por ello.
Ante esta situación se requiere una
respuesta responsable de la Asamblea Nacional y de la calle. Dominique
Villepin, una de las mayores figuras de la derecha francesa, recuerda al
presidente Macron los fundamentos de la República: “se elige la fuerza que
ocupa el primer lugar en el escrutinio. Es así. El Frente Popular es el
encargado de formar gobierno”. Como dice Melenchon,, se forma el gobierno y se
presentan las propuestas legislativas incluidas en el programa y cada diputado
o diputada deberá apoyarlas o no. este es el procedimiento democrático y
lógico. Esperemos que se entienda así finalmente por sus señorías.
La respuesta de la calle es mucho más clara
y fuerte. Los sindicatos y otros colectivos sociales han convocado una
manifestación ante la asamblea el 18 de Julio para exigir la aplicación de las
medidas sociales y laborales que han votado y están en el programa del Frente
Popular. Es una muestra evidente de que el Fente Popular es mucho más que el
acuerdo de unas cúpulas de partidos, como decía Manuel Bompard , líder de la
Francia Insumisa, es el pueblo movilizado, la Nueva Francia humanista y
antirracista. El pueblo como comunidad, que no es ni un color, ni una religión
ni una lengua, que ha seguido las palabras del gran socialista Jean Jaurès:“uniros sobre las necesidades
humanas, la Nación nacerá del pueblo”. De hecho, en el proyecto de la Francia
Insumisa está el objetivo de llevar a cabo una Asamblea Constituyente que
inaugure con la VI República esa “nueva Francia”.
Mientras tanto, se trata de aplicar las 150
medidas propuestas, presupuestadas y apoyadas por los votos. Cosas sencillas
del comer : subida del salario mínimo, derogación del decreto de ampliación de
la edad de jubilación hasta dejarla en los 60, impuestos a las grandes
fortunas, fiscalidad progresiva, gratuidad de la educación pública, incluido
comedores, tope de precios al consumo…¿Quién se atreverá a votar contra esto en
la Asamblea? Sobre todo si en la calle están presionando el pueblo de los
jóvenes, trabajadores, los barrios, etc..
Este es el desafio. Esto es lo que pretende
abortar el “macronismo” y otros cómplices de la situación de crisis que está
haciendo levantarse a la ciudadanía y que ha decidido su voto. Este es el
“peligro” que intentan evitar los poderes fácticos y que repiten en los medios
franceses y, también en los españoles, incluyendo la reportera en Paris de la
televisión pública española. La ciudadanía francesa sigue estando llamada a
defenderse, a marchar sin descanso, como dice el himno. Llamamiento que hacía
Bompard la misma noche de las elecciones: “Engagez-vous, la bataille continue,
on lâche rien” (comprometeos, la batalla continua, no abandonamos nada).
Esperemos que el pueblo francés siga
dándonos ejemplo de compromiso político y haga prevalecer la democracia y los
derechos sociales.
Enhorabuena. Más de lo de siempre, Macron un aprovechado, los socialistas como en todos sitios. Esperemos acontecimientos. El principal trabajo está realizado.
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