Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Si nos atenemos a la definición del término exterminio según la Real Academia Española es la acción y efecto de exterminar, sinónimo de aniquilación, destrucción, genocidio, masacre, matanza. También incluye “acabar del todo con algo”, (ya sea un conjunto de animales o plantas, o con un grupo humano). Extinguir, suprimir, liquidar, arrasar, asolar, o eliminar por completo mediante el uso de las armas ejecutada con rigor y fuerza para conseguir el exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad, forman parte del mismo corolario del concepto exterminio.
Por supuesto que incluye como tal el holocausto, pero según el Estatuto de Roma de la Corte Penal internacional el exterminio comprenderá también la imposición intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas. ¿Y quién está utilizando como arma de guerra la privación de alimentos, agua, medicinas y asistencia sanitaria a una población que lleva más de 70 años viviendo en la que se conoce como la mayor prisión del mundo a cielo abierto?
Seguramente que no es necesario que le ponga nombres a la situación porque desgraciadamente lleva mucho tiempo siendo noticia y, pese al inmenso clamor de la ciudadanía internacional por el alto el fuego, los Gobiernos e Instituciones Internacionales no están tomando ninguna medida eficaz para frenar la masacre. Y para mayor escarnio, quién está llevando a cabo este exterminio ha sido en su día víctima del holocausto.
Otra paradoja curiosa es la que se está dando en Europa; donde se luchó en la Segunda Guerra Mundial contra el nazismo y al que puso fin la intervención rusa. Ahora el nazismo rebrota en Europa y florece justamente en Ucrania, país dónde en su día la brutalidad de los nazis ucranianos dejó perplejos a los nazis alemanes. Y el enemigo a batir ahora es Rusia, país contra el que luchan los nazis ucranianos del batallón Azof y oligarcas que veneran a Estepan Bandera, pero además cuentan con el apoyo de países que en su día lucharon contra el nazismo y con el de la propia OTAN.
Curiosos giros tiene la historia y bien poca memoria los pueblos, por eso se repiten las barbaries y los exterminios.
Cuando hablamos de Palestina, hablamos del primer exterminio trasmitido en directo y con documentos filmados: 178 periodistas asesinados, instalaciones de la ONU destruidas, (escuelas llenas de niños y refugiados), 79.000 casas destruidas, 42.000 personas muertas, más de 10.000 personas desaparecidas bajo los escombros, 99.000 personas heridas y mutiladas, 1.900.000 desplazados, hospitales, escuelas, universidades e infraestructuras civiles arrasadas, prohibición de entrada de suministros, medicinas y alimentos, bloqueo de la ayuda humanitaria, desplazamientos obligatorios a zonas señaladas como seguras y campos de refugiados están siendo bombardeados por el ejército del país denominado por los EEUU “nuestro buque insignia en Oriente Medio”, le llamó el representante norteamericano.
Un “buque insignia” que ahora hace lo mismo en el Líbano, dónde invadió instalaciones de los cascos azules de la ONU, causando heridos y ordenándoles marcharse. Un “buque insignia” de los EEUU cuyo ejército está utilizando a jóvenes palestinos como escudos humanos.
Pero en su “delirio de enemigos potenciales”, la verdadera razón subyacente es otra: “quiero esos territorios y sus recursos, pero los quiero sin ocupantes”. Y sus misiles causan muertos en Siria, Irán, Yemen, aunque no serán los únicos países que los padezcan.
Del principal suministrador de armas de guerra al “buque insignia”, (suministro prohibido por el Derecho Internacional a países en guerra), podemos señalar que, aunque ahora sus guerras y participación en genocidios los organiza fuera de sus fronteras, su historial de exterminio de nativos dentro de las mismas es significativo.
De sus 25 Estados, 14 llevan implícito en su nombre el origen de la tribu nativa que los ocupaba. Aún así, el gobierno norteamericano solo reconoce hoy 565 tribus de nativos con un total de 2,5 millones de indios, de los que 1 millón vive en reservas. A ninguna de las tribus se le reconoce el derecho a conservar las tierras de sus antepasados.
Un ejemplo al respecto es California que, pese a la Ley de 1850 para el Gobierno y Protección de los indios, se organizó un auténtico genocidio y esclavitud de los nativos, permitiendo vender y esclavizar a los niños. Al no considerar personas a los nativos se multiplicaron las masacres y asesinatos, realizadas muchas veces por milicianos pagados con fondos públicos. En 1879 el Gobierno decidió arrancar a los niños de sus familias para llevarlos a escuelas públicas en las que inculcarles educación en valores diferentes; para lograr ese cometido se les prohibió su idioma y religión, so pena de severos castigos, y se les obligó a trabajar como criados.
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