miércoles, 7 de noviembre de 2018

La frontera





Juan Rivera
Colectivo Prometeo
     El pasado 13 de octubre partía desde San Pedro Sula ( Honduras) una columna de migrantes en dirección a Estados Unidos. Miles de personas  - hombres, mujeres, niños- con el objetivo común de huir de la pobreza o violencia endémica de la zona, emprendían la marcha agrupados en un intento de  ayudarse mutuamente en la aventura . La iniciativa ha tenido réplicas en Guatemala y Salvador. Hoy podemos rastrear en los medios de difusión las imágenes del paso de los centroamericanos por México camino de su destino final.
    La aparición de las caravanas no es un elemento  fortuito surgido de la nada sino una realidad directamente proporcional a la miseria, corrupción y descomposición social de los países de procedencia.
   La noticia suele  queda relegada en los “informativos” a un tercer plano al no ser Venezuela el país emisor de los desesperados. Pese a ello las impactantes imágenes  de las abigarradas hileras consiguen de vez en cuando algún hueco / plano televisivo. 
    Más que en las filas de caminantes, queremos centrarnos en las reacción en Estados Unidos,  país presuntamente receptor, la  nación " cuna de libertades y derechos" tal como repiten una y otra vez en su propaganda .
   Muy a tener en cuenta el momento en el que surge el reto.La “ terrible invasión “ ha coincido de pleno  con la campaña electoral de las legislativas estadounidenses celebradas ayer martes 6 de noviembre para la renovación de  35 senadores (en la legislatura pasada  47 demócratas/2 independientes/51 republicanos ) y  la Cámara de Representantes en su totalidad (  en las anteriores 194 demócratas/241 republicanos ).
    Los resultados conocidos nos hablan de Polarización en una sociedad profundamente dividida, con un  avance demócrata en el Congreso y el mantenimiento del control republicano en el Senado, órgano político y legislativo esencial en USA. El dominio  del azul ( color utilizado para identificar a los Estados de mayoría demócrata) en las megalópolis costeras y zona de los Grandes Lagos , es contrarrestado por un mapa teñido de rojo ( color republicano) en los estados de la " América Profunda". De una rápida lectura se puede entresacar que el actual inquilino de la Casa Blanca ha perdido algo de peso, pero ni en sueños llega a la anorexia deseada por sus rivales.
    El tema estrella de los republicanos  en la campaña ha sido la Inmigración. Donald Trump no ha escatimado en ella guiños a los sectores más intolerantes.Tras conocerse la salida de las caravanas, calificó  la situación de “emergencia nacional”  y como en cualquier guerra que se precie, se bautizó al operativo militar montado para repeler la amenaza con el rimbombante nombre de “ Patriota Leal”. Todo un clásico.

   De las palabras pasó  a unos hechos que  incluyen la movilización de la Guardia Nacional poniendo sobre la mesa cifras de hasta 15 mil armados y  calentamiento previo al partido con afirmaciones tipo “Si alguien lanza piedras o rocas -como hicieron en México- se les podrá disparar, porque si te dan con una piedra en la cara...”, posteriormente matizadas con : ““No dije disparar. No dije disparar. Pero si ellos nos hacen eso, serán arrestados por un largo tiempo”.
     Es sabido que los estómagos occidentales aguantan sin vomitar los bombardeos de Yemen con centenares de niños muertos pero no un Jamal Khashoggi descuartizado, así que mucho menos ver  las tripas despanzurradas delante de un muro fronterizo  en los alrededores de Nogales, Tijuana, Ciudad Juárez.... de la hondureña Karla Membreño o de la guatemalteca Teresa Estrada con familiares acompañantes.Menos si hay alguna remota posibilidad de que la CNN, Fox o CBS  lo retransmita.
   Dándole toda la razón al refrán “Nunca te arrimes a una cabra por delante, a un burro por detrás y a un tonto por ningún lado”, ya ha salido el presidente de los “Minutemen” (Milicias Civiles) de Texas, Shannon McGauley proclamando que junto a otros descerebrados de Oregón o Indiana, defenderá hasta la muerte el sagrado suelo patrio. Ya están en un lado del ring  los émulos de los dos pistoleros de  “ Bowling for Columbine” y  contra las cuerdas  los caminantes.La película tiene toda la pinta de no acabar con el típico final feliz "hollywoodiense", con los defensores del Álamo soltando su fusiles de asalto para abrazar a los que llegan sino más bien  de ser un remedo de la Cruzada de Pedro el Ermitaño en la que los buscadores del sueño americano serán merendados por unos  turcos selyucidas que en esta ocasión mascan chicle y hablan inglés.
Porque tras los términos " defensa de la Patria, terrible invasión o emergencia nacional" lo que subyace por un lado es un descarado Supremacismo blanco adobado con un desprecio absoluto a la Historia. Me explico.
  A los “ adoradores de la Libertad”, antes de correr a exterminar “ invasores”no les vendría nada mal una relectura del Tratado de Guadalupe -Hidalgo de 1848 ( buenos ellos le pusieron un nombre más cínico:"Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América") y delimitar quién invadió a quién.
     Merced al  “arreglito”, México perdió la mitad de su territorio. De un tirón la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada, Utah, parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming y no contamos la anexión previa en 1845 de Texas como estado número 28,lo que precipitó la guerra.
   Todos los términos geográficos como se observa muy, muy anglosajones.Al escucharlos nadie piensa en una tonalidad roja, tierra seca, montaña con nieve o,si le gusta la literatura del siglo XVI,la endiablada casualidad de  que el nombre California coincida con esa idílica isla que aparece en “Las sergas de Esplandián”,quinto de los libros de caballerías de la serie Amadís de Gaula, escrito en 1510 por Garci Rodríguez de Montalvo.
 Para no escribir un tratado pasaremos de puntillas por La [Pascua] Florida o el exterminio planificado de las Naciones Indias blanqueado miles de veces en un cine ( se puede contar con los dedos de la mano visiones alternativas como “ Soldado Azul” o “ Pequeño Gran Hombre”) donde los colonos agresores -que venían de Europa arrastrando el hambre que ahora arrastran desde Centroamérica- son los buenos.
 Si tienen que morir lo hacen , imitando al  loco general Custer, “con las botas puestas”, mientras que su subalterno Sheridan hace una loa al “único indio bueno, el indio muerto”( más tarde los comunistas, hoy puede que los latinos) también matizada – como los disparos de Trump-  por los blanqueadores históricos.Aún así la cal no les llega para darle una manita a la memoria del general Sherman, amigo de Ulysses S. Grant, “ hombre blanco que -como le cantó el añorado Krahe a González – hablar con lengua de serpiente”, protector de los capitalistas del ferrocarril, liquidador de bisontes y exterminador de sioux y cheyenes.
   La inmersión en la piscina de la Historia les vendría de lujo a quienes desprecian al emigrante dos o tres generaciones después de  haber ellos dejado de serlo.
  Cuando los “peregrinos” centroamericanos lleguen a la frontera (una parte podría disfrazarse  de puritanos del Mayflower, la otra de Pocahontas por probar si así consiguen alguna empatía de los “rangers”) las televisiones de todo el mundo, aunque sea de forma sesgada, van a verse obligadas a enfocar el Muro.
Y eso será una revelación para muchos que, paradójicamente, aún agitan el espantajo de los 155km del muro de Berlín que  con las 125-200 muertes causadas en  sus 28 años de existencia es el “summun” del Mal.
    Porque de pronto van  a descubrir  que hay vallados buenos como el patrocinado por Clinton con sus más de 1000kms construidos y la última tecnología y 20000 agentes de “ Border Patrol” o el desierto en los 2000 km aún por construir.Pese a que  desde la fecha de inicio (1994) ha multiplicado   al menos  por 50 los muertos del muro alemán,¡no vayamos a comparar, hombre!.
    O el “Muro del Apartheid o de la Vergüenza” que con sus más de 800kms. cuartea el territorio de Palestina para satisfacer las necesidades del colonato judío.Y si hablamos de muertes...
   O el muro invisible del Mediterráneo en el que según estimaciones de la OIM ( Organización Internacional para las Migraciones, Agencia de la ONU)  han desaparecido alrededor de 15 mil personas entre 2014 -Julio 2018. Pero claro¡donde se ponga el de Berlín!
     Entre las múltiples formas en que se encarna el Racismo - la creencia a pertenecer a una cultura, raza  o pueblo superior- una de las más espeluznantes y dañinas es la del “silencio de los corderos”. La masa amorfa vuelve la mirada hacia el otro lado, cuando no hay manera de tapar las consecuencias del colaboracionismo declama “ no sabíamos nada” ante la pila de cadáveres en los campos de concentración y mientras tanto  grita hipócritamente un “¡Llévalos a tu casa!” si en las conversaciones de barrio un vecino  se atreve a poner sobre la mesa la obligación ética de respetar los Derechos Humanos Universales.
    Y la más cruel a la par que extendida  el pensar que las injusticias, la pobreza infinita, la desigualdad insufrible que empuja con la fuerza que da la desesperación a millones de personas a jugarse la vida, caen del cielo y no son la consecuencia previsible del Sistema Capitalista sin alma
     En estos días inciertos cuando a la Frontera del Imperio se acercan las “ invasiones bárbaras” ¿alguien se ha parado a pensar en Yankilandia que seguramente  la masa procedente del "desierto tártaro" no aspira a cortar cabezas porque se conformaría con  vivir como las televisiones les dicen  que viven  los habitantes del otro lado de un  muro ?


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