lunes, 21 de septiembre de 2020

Una incompetente e irresponsable presidenta

 





Juan García Ballesteros 
Colectivo Prometeo 

  Los datos sobre los contagios en la Comunidad de Madrid no son sólo preocupantes, sino que están peligrosamente fuera de control. En la zona sur de Madrid (zonas más pobladas, clase trabajadora y pobres) la pandemia de ha extendido como una balsa de aceite sin que los responsables políticos hayan tomados las medidas necesarias e imprescindibles para controlarla. Sólo esta Comunidad suma 182.000 contagiados y cerca de 9000 fallecidos. El porcentaje de 650 contagios por cada 100000 habitantes es una muestra de la dejadez de responsabilidad y la incompetencia del equipo de Gobierno de la Comunidad. 

La modélica, para Casado, Isabel Díaz Ayuso, ha tenido y sigue teniendo, como explicaré, una actuación desastrosa ante la epidemia, con continuas meteduras de pata, fuertes contradicciones y rectificaciones, además de una falta total de ideas y propuestas lógicas, razonables y adecuadas hacer frente a la pandemia. Esta situación ha convertido a su Comunidad en la que más contagios y muertes tiene de todo el estado. Impone su ideología ultraliberal al bienestar de los madrileños. Su rechazo a “lo público” le lleva a no aceptar la necesaria y imprescindible inversión en servicios esenciales (sanidad, educación,…) que puedan paliar en lo posible la expansión de los contagios. 

El Gobierno de la Sra. Ayuso, desde mayo, reclama las competencias para, desde la comunidad, hacerle frente a la pandemia. Desde que terminó el estado de alarma, en junio, y las CCAA tomaron el control total de sus competencias en sanidad (que siempre habían tenido, aunque tuteladas por el Gobierno), todos los informes científicos recogían que la covid-19 estaba presente y era el momento de poner al servicio de la sociedad los medios suficientes para afrontar una posible segunda ola de infecciones. 

La Comunidad de Madrid, en lugar de adelantarse y prepararse para evitar la propagación del virus y el posible colapso de los centros sanitarios, renuncia a sus competencias y, como si no fuera con su Gobierno, sigue las mismas directrices que en los primeros meses duros de contagios, dejación de funciones, demostrando su incapacidad para afrontar el mayor reto social-sanitario de los últimos tiempos. 

Durante el debate sobre el estado de la Comunidad, la Sra. Ayuso se ha dedicado a la autocomplacencia, a alabar su gestión como todo un éxito. A pesar de la crisis económica y las necesidades de recursos para afrontar el reto de inversiones en sanidad y en educación públicas, ha anunciado una nueva bajada de impuestos de 0,5 % que lógicamente beneficiará a las rentas altas y el blindaje de la enseñanza concertada, que sí contará con los medios necesarios. En este debate, su xenofobia y clasismo le lleva a afirmar, sin que se le caiga la cara de vergüenza, mostrando su desprecio hacía una población vulnerable, que padece unas duras condiciones de vida, que la alta densidad de contagios en la zona sur de la Comunidad son consecuencia del “modo de vida de nuestra inmigración” y a la densidad de la población (siempre busca culpables fuera: gobierno, sociedad, inmigrantes, aeropuerto, …). Se atreve a calificar su gestión de “valiente”, sin reconocer la más mínima crítica de su penoso y nefasto papel en la pandemia. 

Esta es la valentía de la Sra. Ayuso: 

-Rebajar el IRPF que beneficia, sobre todo, a los ricos (dónde menos pagan de toda España). 

-Subvencionar a la sanidad y educación privada, sin importarle lo público. 

-Contratar 200 curas para los hospitales ¿salvarán más vidas que los sanitarios? 

-Construir un nuevo macro hospital por 50 millones de €, sin interesarse por abrir plantas enteras cerradas de hospitales públicos. 

-Casi regalar las residencias de ancianos a fondos de inversión, que sólo se han preocupado en reducir gastos en personal y medios. Esta es una de las razones del alto porcentaje de personas mayores fallecidas. La Sra. Ayuso no sólo no medicalizó a las residencias, como había prometido, sino que envía un dramático protocolo aconsejando no hospitalizar a enfermos de covid-19 en función de su pronóstico y esperanza de vida. Muchos ancianos han muerto sin posibilidad de asistencia sanitaria. 

-Destina 4,5 millones de euros a apoyar a los criaderos madrileños de toros de lidia ¿Cuántos sanitarios se podrían contratar con ese dinero para salvar vidas? ¿Cuántos enseñantes para mejorar la educación pública? 

Médicos sin Fronteras expone en un documento presentado el pasado mes de agosto, después de su participación en más de 500 Residencias de Ancianos en todo el estado (79 en Madrid) los graves problemas de gestión y de coordinación entre las Administraciones (CCAA) y las empresas, casi todas privadas. Recoge: “déficit estructural y supervisión sanitaria, sin recursos sanitarios asistenciales, abandono de los ancianos y desprotección del personal que los cuidaba”. Estas graves deficiencias hicieron inviables responder adecuadamente a la pandemia. Las muertes en las residencias de la Comunidad de Madrid han sido un tercio (7690) de todos los fallecidos en geriátricos en España. 

La Sra. Ayuso se muestra irresponsable, incompetente, para afrontar sus obligaciones como presidenta de todos los madrileños. Veamos: 

-A pesar de la importancia de rastreadores para localizar los focos de contagios, primero pide voluntarios y ante, la lógica, falta de respuesta, contrata 22 privados a Quirón por 194000 €. Actualmente sólo hay 560 de los 1200 necesarios. 

-La Atención Primaria, primer peldaño para el control de la pandemia, está totalmente desmantelada, desbordada por la falta de sanitarios y de personal auxiliar. 

-Hay una enorme falta de médicos, ATS y personal auxiliar en los hospitales que cada vez están sufriendo más sobrecarga de trabajo por la necesidad de ingresos (actualmente al 90 %). 

-La falta de seguridad del alumnado en los centros educativos es consecuencia de lo tarde y mal que la Comunidad ha afrontado el comienzo del curso escolar. La falta de personal docente para disminuir la ratio y de personal auxiliar para afrontar la indispensable y continua limpieza de los centros, hará que la pandemia pueda alterar, por posibles contagios, el normal desarrollo del curso. 

El rotundo fracaso de la política social-sanitaria de la CAM se refleja claramente en la petición que ha hecho el vicepresidente de la Comunidad, Sr. Aguado (C´s), admitiendo que el Gobierno de la Sra. Ayuso no es capaz de controlar los contagios. Por ello, ha pedido que el Ejecutivo se implique de “forma contundente” en el control de la pandemia. Esta propuesta, para la Sra. Ayuso, sería el reconocimiento rotundo de su fracaso como presidenta de la Comunidad y, por ello, no la ha aceptado. Sin embargo, ante el descontrol de la grave crisis sanitaria, se ha visto obligada a confinar -¡Con lo que ella criticó el necesario confinamiento!- a 37 zonas sanitarias de la capital y a 7 municipios, durante 14 días. Esta medida afectará a casi 900000 madrileños. Supone que no podrán entrar o salir libremente (salvo casos de necesidad), se cierran parques y jardines y se reducen los aforos al 50 %, salvo en reuniones sociales que sólo se podrán juntar 6 personas. 

Parece que la justicia es una tortuga cuando se trata del PP -¡Con lo liebre que es ante cualquier caso de Podemos!-. Ante el desastre ocasionado en los geriátricos, el pasado mes de mayo la asociación “Marea de Residencias” (residentes, familiares de fallecidos y trabajadores) presentó una querella criminal colectiva por homicidio imprudente, trato vejatorio, prevaricación y denegación de auxilio, en los juzgados de Plaza de Castilla contra la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, el consejero de sanidad, Enrique Ruiz y 10 directores de residencias privadas, concertadas, de gestión indirecta y públicas. Hasta el momento no hay ninguna respuesta, ni se ha llamado a declarar a nadie. 

Esa incompetencia del Gobierno de la Comunidad, rebasando todos los límites inimaginables de falta de voluntad política para afrontar esta grave crisis sanitaria, ha generado una alarma social sin precedentes por los aumentos sin control de la pandemia, ha colmado el vaso de los sacrificados sanitarios de Madrid que, trabajando en unas condiciones precarias, han llegado a un límite insostenible y a un grave deterioro de la calidad asistencial a sus pacientes. Ante la falta de respuesta a pesar de sus peticiones para buscar soluciones a la elevada falta de personal en los centros de Atención Primaria y Hospitales, la honradez profesional ha llevado al sindicato mayoritario de médicos de la Comunidad, AMYTS, a solicitar una huelga indefinida a partir del próximo día 28. El Gobierno regional, ni sabe, ni contesta. 

Nada de lo que la presidenta, Sra. Ayuso, prometió para mejorar la educación y evitar los contagios en los centros se ha cumplido. No se han contratado los 11000 enseñantes necesarios, no se han adaptado los espacios, no están en funcionamiento los módulos prefabricados para disminuir la ratio, no se han nombrado 150 nuevos profesionales de enfermería, no se ha enviado el material sanitario y de protección ofrecidos y no se han cubierto las 2500 bajas de docentes que han dado positivo en las pruebas serológicas. Ante tanto incumplimiento y, denunciando que la vuelta a las aulas no reúne la condiciones que garanticen la salud del alumnado y profesorado, los sindicatos CCOO, UGT, CGT y STEM, han programado una huelga para los días 22 y 23 de este mes. 

Mientras el desastre se acentúa, Ciudadanos, a pesar de mostrar serias discrepancias con la actuación del PP en esta crisis sanitaria -problemas graves denunciados-, cualquier otro partido hubiera roto el pacto de gobierno. Sin embargo, son más importantes los cargos que ocupan que la renuncia a participar en la caída de un gobierno fallido, sobrepasado, por inacción, en la extensión de la pandemia. 

Sólo la presión de los colectivos sociales (Vecinales, Ampas, ONGs, asociaciones profesionales, …), junto a sindicatos y partidos de izquierdas, pueden darle la vuelta a esta difícil situación, que tanto daño está causando a la ciudadanía madrileña. 

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