viernes, 3 de mayo de 2013

Tramparencia


Paco Espínola
Miembro del FCSM de Granada

Después de haber escuchado la explicación que dio María Dolores de Cospedal para aclarar por qué el Partido Popular le pagó la Seguridad social a Bárcenas hasta hace un par de meses y que denominó “Finiquito en diferido con simulación de contrato”, uno recuerda aquel viejo chiste escolar en el que el maestro enseña a leer a los alumnos. “La “m” con la “o”, “mo”. La “t” con la “o”, “to”. Ahora, todo junto: “a-mo-to”.
A poco de asumir el poder y enfrentarse a la crisis económica, Rajoy, dijo que llamaría “al pan, pan y al vino, vino”. Sin embargo, todos hemos escuchado y leído una avalancha de eufemismos y circunloquios que algunos políticos han empleado para evitar hablar de rescate a la banca y recortes.
Los principales protagonistas –además de Rajoy– han sido el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos; el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quienes han estado dispuestos a suavizar la palabra ‘crisis’, llegando a hacer exclamar al dibujante “El Roto: “¡Qué claridad de confusión!”.

Un eufemismo es, según la RAE, la "manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante". Son tan viejas como el hombre, pero no tanto como la creatividad política. He aquí un listado de los giros, expresiones y tecnicismos más recientes.
Amnistía fiscal: Montoro la llamó "medida excepcional para incentivar la tributación de rentas no declaradas" al proyecto de amnistía fiscal.
Término “florecimiento de bases imponibles”: Defraudadores, dinero negro, estafa y perdón son palabras que pueden oler mal en boca de un ministro de Hacienda. Montoro sostiene que la amnistía fiscal es una forma de ayudar a surgir  “el afloramiento de bases imponibles”.
Abaratar el despido: Según Fátima Báñez ahora se llama “flexibilizar el mercado laboral”.
Bancos malos: Son "vehículos de liquidación a largo plazo".
Congelación de salarios: Ahora se llama “mejorar la competitividad”. 
Copago sanitario: Entre los recortes se estableció el repago farmacéutico, que convenientemente se publicitó como "copago". Sin embargo, el término correcto es “repago”, ya que los ciudadanos pagan dos veces, con los impuestos y en la farmacia, sus medicamentos.
En su intento por defender los “efectos disuasorios”, al Gobierno de Artur Mas se le ocurrió la expresión “ticket moderador”. Mucho más “adecuado” que “euro por receta”.
Desahucios: Ahora se les llama "procedimientos de ejecución hipotecaria" y a las casas de los desahuciados activos adjudicados.
Empresarios: Han sido elevados a la categoría de “emprendedores“
Movilidad exterior: Es como Fátima Báñez califica a la emigración de jóvenes.
Nacionalización: Con la crisis de Bankia lo que ocurrió es que nunca se ha utilizado el término "nacionalización". Se ha dicho, en cambio, "participado", "provisionado" o que el Estado tiene "titularidad indirecta".
Rebajas fiscales a los más ricos: Ahora se les llama “ayudas a los ahorradores”. 
Recesión: Según De Guindos ahora se llama “tasa negativa de crecimiento económico”. Hombre, no existe un crecimiento negativo; o se crece, o decrece, o se sube una escalera o se baja, pero no se puede subir bajando o bajar subiendo. En caso de que las cosas se pusieran todavía peor, siempre el ministro puede hablar de un “deterioro adicional importante”.
Recortes: Cuando el Gobierno aprobó los recortes en Educación y Sanidad, Rajoy insistía que los 10.000 millones que quitaban a ambas partidas no eran "recortes" sino "reformas estructurales”, un término útil porque puede referirse a todo y nada al mismo tiempo.
Regalar dinero público a un banco malo: En realidad se trata de “facilitar la gestión activa del patrimonio dañado de las entidades financieras”.
Rescate: Según Rajoy y De Guindos debe decirse "préstamo favorable", "ayuda", "apoyo financiero" o "línea de crédito".
Subida de impuestos: Cristóbal Montoro aseguró que no subirán los impuestos, sino que “va a cambiar la ponderación”.
Subida del IRPF: Se llamó “recargo temporal de solidaridad”.
Subida del IVA: El ministro de Economía, Luis de Guindos lo llamó establecer algún "gravamen adicional" o a políticas encaminadas a la reducción "de la imposición sobre el trabajo, aumentándola sobre el consumo".
Timo de las preferentes: Según De Guindos en su lugar hay una “comercialización inadecuada de productos”.
Violencia machista: ha pasado a ser denominada “violencia en el entorno familiar”, sin tener en cuenta estas luminarias “lingüísticas” de nuevo cuño que el 99% de los casos de violencia los lleva a cabo el macho, el hombre, con la consiguiente desgracia para las mujeres.

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