El pasado 4 de octubre multitud de colectivos y personas organizados en la ACAMPADA DIGNIDAD CÓRDOBA,
ocupamos el colegio Rey Heredia. Un edificio cuyo uso venían reclamando
colectivos vecinales del barrio y que se encontraba abandonado por el
Ayuntamiento de Córdoba, tras más de dos años sin uso educativo, y cuyo
destino era el derribo.
En
pocas semanas, la actividad incesante de vecinos y vecinas, junto a
militantes de distintos colectivos, llenó el colegio de vida, poniendo
en pie lo que ahora es el Centro Social Rey Heredia y los distintos
proyectos que lo sostienen.
Desde
la Acampada Dignidad llamábamos a la no resignación ante las agresiones
de los poderes económicos, convencidos de que es posible cambiar las
cosas si hay la voluntad necesaria y unimos nuestras fuerzas.
+ Queríamos
demostrar que es posible tomar la iniciativa sobre cómo queremos que
funcione nuestra sociedad movilizando a los vecinos y vecinas, haciendo
valer entre todos y todas nuestra capacidad de acción colectiva.
Para ello hemos puesto en pie el CENTRO SOCIAL REY HEREDIA como espacio de unión, comunicación y organización de todas aquellas personas del barrio y de la ciudad de Córdoba que quieran formar parte de esta lucha por nuestros derechos y nuestra dignidad.
Somos un espacio público autogestionado por y para la ciudadanía, que ha asumido el protagonismo de forma cooperativa y solidaria, sin dependencias de ninguna organización, partido político ni institución pública.
Hemos
decidido exigir nuestros derechos cívicos, laborales y sociales frente a
las políticas de recortes partiendo de nuestra realidad local concreta y
actuando frente a situaciones específicas.Hasta ahora hemos puesto en marcha:
- Un comedor social, Cocina Abierta, que suministra alimentos a cerca de 100 personas al día.
- Clases de Apoyo para niños y adultos sin recursos, que semanalmente imparten profesores y profesoras de distintas materias.
- El Punto de Información Socio-laboral,
que asesora sobre ayudas sociales, desempleo, vivienda, dependencia, o derechos laborales entre otras materias. - La Asamblea contra el Paro, que agrupa a trabajadores y trabajadoras para hacer frente al paro esta situación y lucha por un reparto más justo de la riqueza y del trabajo.
- La Radio Dignidad, emisora comunitaria que ha iniciado su programación y está dando voz y difusión a muchas de estas iniciativas y colectivos sin acceso a los grandes medios de comunicación.
- La Biblioteca Popular y Sala de Estudio, que cuenta ya con centenares de ejemplares a disposición de los vecinos y vecinas y está organizando talleres de lectura y otras actividades de promoción cultural.
- El Huerto Comunitario, en un espacio cercano al colegio.
- Un Aula de Informática dónde se se forma en el uso de las nuevas tecnologías y el software libre.
Tenemos
en proyecto muchas más actividades de interés social y por eso
pretendemos que el Centro Social Rey Heredia se consolide mediante la
cesión de uso negociada y formalizada con el Ayuntamiento de Córdoba,
para lo que hemos manifestado la voluntad de seguir asumiendo la gestión
del centro y también los gastos de mantenimiento y suministros que
comporte.
Pero en este mundo
globalizado, nuestra iniciativa es un gesto de rebeldía que se enmarca
en un contexto de lucha mundial contra cúpulas e instituciones
financieras no democráticas que, con el servilismo de los poderes
políticos, han decidido expoliar para su beneficio particular lo que nos
pertenece a todas y todos.
Por eso, desde el principio hemos contado con la hostilidad del Ayuntamiento de Córdoba, que no sólo se ha negado a abordar una solución negociada al uso del Rey Heredia para el barrio, sino
que ha tratado de impedirla cortando el suministro de agua potable al
centro e instando judicialmente el desalojo cautelar del edificio y la
imputación de 14 compañeros y compañeras. Como consecuencia, ahora el
Juzgado de Instrucción nº 4 de Córdoba ha ordenado el desalojo cautelar
del Centro Social antes del 10 de mayo.
Desde
la Acampada Dignidad vamos a responder transformando en movilización la
enorme ola de apoyo social y popular que se hemos ido tejiendo en estos
seis meses.
Por
eso, os invitamos a participar en las movilizaciones que hemos
convocado para los próximos días, reclamando juntos la continuidad del
Centro Social Rey Heredia, mediante la cesión del uso del mismo, además
de la retirada de las acciones judiciales ya iniciadas y de la
imputación a los compañeros y compañeras de la Acampada Dignidad.
Así pues, animamos a firmar y difundir la recogida de firmas en Oiga.me:
De la misma forma, mostrar tu solidaridad con el Rey Heredia usando el hashtag #stopdesalojoreyheredia, y enviando textos de apoyo a los responsables municipales con la información que puedes encontrar en:
Finalmente os animamos a participar en las movilizaciones convocadas:
- 26 de abril, jornada estatal de lucha descentralizada, convocando concentraciones ante las sedes del PP en todas las localidades posibles.
- 10 de mayo, Manifestación en Córdoba, que pretendemos sea multitudinaria y en la que esperamos contar con compañeros y compañeras de toda la península.
Acampada Dignidad de Córdoba
Centro Social Rey Heredia.
Centro Social Rey Heredia.
¿Qué se pretende, exactamente, con la ocupación y uso del recinto y el inmueble?
ResponderEliminar¿Cual es el objetivo final del mismo movimiento?
¿Acaso todavía no se comprende que sin un movimiento antisistema (actual=capitalismo) que vertebre todos los aspectos de la vida humana, como lo hace el capitalismo, los amagos tibios no servirán de nada?
¿Cuantas manifestaciones se hacen y se necesitan para cambiar algo?
¿Cuantas "luchas" con enfrentamientos directos y visibles con los poderes impositivos establecidos se llevan a cabo y qué es lo que consiguen?
Se requiere un plan de vida. Para cambiar el modelo de vida no sirven las "actividades de ocio periodicas", pues es así como se entienden a estos movimientos.
Siempre reclamando a la administración corrupta y podrida lo que es de uno por derecho legítimo.
¿Cuando aprenderemos que con genocidas no hay entendimiento posible?
Si los impositores de la administración estatal no quieren posibilitar las libertades y derechos de todo ser humano por gracia de alguna especie de mandato divino, el resto de individuos no participes del sistema institucional deberíamos poseer el mismo mandato divino para hacer lo necesario con el fin de asegurar nuestros derechos como seres humanos.
¿Entonces, por qué una continua y ridícula reivindicación a personas que nada les perturba en lo que les importa a ellos, el hecho de que las personas decentes no puedan ser felices en este sistema?
¿No había quedado claro que si queremos algo, lo tenemos que conseguir por nuestros propios medios, con nuestras propias manos?
Los poderes dictatoriales no aseguran las libertades, si acaso, las eliminan.
Si te niegan lo que reclamas como derecho legítimo, la respuesta es "simple"; niegales a ellos la misma voluntad que te niegan a ti. La autoridad impositiva de los agentes estatales actuales no es nada sin tu consentimiento pues tu eres el que les otorga poder y el que tiene el legítimo derecho a hacerlo.
Si se me exigen responsabilidades cívicas (p.e. no romper farolas) el contrato social estipula que, como iguales, el estado tiene el deber de asegurar y posibilitar mis derechos y libertades.
Si las personas que rigen caciquílmente el estado institucional intentan asesinarme de mil formas diferentes, o siquiera vulnerar mis derechos esenciales, yo, como cualquier otro, tengo el deber y el derecho a defenderme a mi y a la misma dignidad del ser humano, de esos agentes asesinos.
La libertad rige ambos aspectos: derechos y responsabilidades, entre institucionalidad e individualidad dentro del marco de la colectividad.
Si el estado no solo no asegura los derechos y libertades sino que atenta contra los mismos, entonces el estado es un factor a eliminar pues su función principal se ha corrompido, en tanto en cuanto existe como forma autoritaria en aras de la manutención y mejora de los derechos y libertades.
(Cuando se hace referencia al Estado, se incluye en el mismo término a todo agente que, de alguna forma y manera sea directa o indirectamente, influya sustancialmente en la función principal del mismo: la adecuada gestión de los derechos, libertades y responsabilidades de los participes de la sociedad).
En definitiva, si la población quiere poseer derechos, no puede dejarlos en manos de "elegidos" que gestionen el estado como su propiedad privada.