Presidente del Colectivo Prometeo
Esta
Sra., presidenta de la Comunidad de Madrid, está fuera de la triste
realidad que le rodea. No, porque no sepa la dura situación que está
padeciendo la sociedad madrileña (tantos fallecimientos y tantos
contagios), sino porque su egocentrismo, su autocomplacencia y sus
intereses económicos y de partido (antepuestos a la vida de las
personas) le llevan a declaraciones vergonzosas y a soltar
barbaridades sin argumentos con el único objetivo de atacar al
Gobierno.
La
extrema derecha, que no cree en la democracia, ni en el estado
derecho, ha jaleado al barrio rico de Salamanca en Madrid (la
Comunidad con más personas fallecidas) a romper el confinamiento en
la calle Nuñez de Balboa para que sus vecinos ricos, grupos
extremistas, salgan a la calle, gritando “libertad”, cuando están
en plena vía pública ilegalmente (la policía contemplativa),
arremetiendo contra el mobiliario urbano, sin tener en cuenta la
distancia social para pedir la dimisión del Gobierno, jugando con la
vida (parece que le da igual que las personas mueran) de los
madrileños. Se manifiestan de forma violenta (ellos tan de “orden”),
temiendo que el Ejecutivo los pueda privar de los enormes privilegios
de los que han gozado desde el franquismo. Pero lo más grave es que
el Alcalde, Sr. Almeida, los ha defendido (después se ha dado cuenta
de la barbaridad y ha reculado) y que la Presidenta, Sra. Ayuso, no
sólo ha tenido al desfachatez de apoyarlos, sino que ha lanzado una
terrible provocación a toda la sociedad “Esperen a que la gente
(su gente rica, la que teme perder sus privilegios) pueda salir a la
calle porque lo de Nuñez de Balboa les va a parecer una broma”.
Esta
amenaza de la Sra. Ayuso, pienso, no entra dentro de la libertad de
expresión, sino que se acerca peligrosamente a una llamada, nada
democrática (como la que hemos visto), contra un Gobierno elegido
por el pueblo español y apoyado por once millones de votos. Imagino
que estas palabras tan duras, en boca de algún político del
Gobierno, generarían una avalancha de críticas despiadadas, como ya
(siendo moderado y llamando a la unión en su discurso contra la
pandemia) hace esta derecha extrema (PP) y extrema derecha (VOX).
La
presidenta de la Comunidad de Madrid es la referente del Sr. Casado
(presidente del PP) sobre cómo abordaría su partido, si gobernara,
esta pandemia. Supongo que las actuaciones y el comportamiento,
difícilmente comprensible ante la gravedad de la situación, de la
presidenta le debería quitar el sueño más de una noche. Tiene el
Sr. Casado razón cuando en el Congreso vocifera diciendo que el
Gobierno (recibe los datos de la CCAA) oculta el número real de
fallecidos. Pero lo grave es que son ellos, el gobierno madrileño,
el que ha ocultado a más de 2000 ancianos fallecidos en las
residencias y que engaña en los datos diarios (contagiados y
muertes) enviando menos de los que realmente son. Después, manda el
olvido intencionado de los que en días pasados se contagiaron o
fallecieron.
Esta
presidenta está cargando sobre la sociedad madrileña unos errores
irresponsables que demuestran ser o una inconsciente patológica o
una persona cuyo único objetivo es desgastar-derribar al gobierno,
sin importarle la vida de las personas, ni el sufrimiento acarreado a
las familias de tantos fallecidos.
Desde
que el Covid-19 se expandió en la Comunidad de Madrid, la Sra. Ayuso
siempre ha culpado del desastre sanitario y de los fallecidos por la
pandemia al Gobierno. Quiere olvidar los desastrosos años del
gobierno de su partido en los que ha desvalijado la sanidad pública
madrileña (en personal sanitario, en auxiliares, en camas, en
materiales necesarios), potenciando y regalando a sus allegados, una
sanidad privada potente para enriquecer sus bolsillos con dinero
público. Quiere olvidar cómo donó las residencias de ancianos,
privatizadas, a fondos de inversión, a fondos buitres y a varios y
poderosos empresarios ricos de nuestro país que no se han preocupado
de satisfacer las atenciones y necesidades de los internos, sino su
beneficio económico, reduciendo al mínimo el personal asistencial.
El
rosario de errores garrafales de la Sra. Ayuso no tienen parangón.
En lugar de preocuparse por atajar, controlar la pandemia lleva dos
meses de campaña electoral. Otro de los colmos (después explicaré
otros) ha sido la fiesta-verbena que montó para el cierre de Ifema,
saltándose la ley a la torera y propiciando la posible expansión de
la pandemia. Existe una TV pública madrileña y en lugar de
encargarle (sería el trabajo gratis de sus profesionales que han
protestado) la grabación de vídeos sobre la prevención del
Covid-19 en la Comunidad, se los adjudicó a una empresa privada,
Cake Minuesa, que se ha embolsado 30250 € de dinero público. En
vez de facilitar menús variados con una dieta equilibrada, contrata
con Telepizza (¿habrá algo escondido en la adjudicación?) menús
para 11500 alumnos madrileños (familias con Renta Mínima de
Inserción) y lo defiende ante las críticas de nutricionistas,
argumentado “a los niños les encanta la pizza” ¿Se puede ser
más inconsciente? Pero, claro esa comida basura era para niños
pobres. Ante tanta crítica, ha renunciado a esos menús.
Sus
despropósitos no terminan. Contrata a finales de marzo, dos aviones
de material sanitario por valor de 23 millones de € que llegarían
rápidamente. Ha desaparecido el dinero y el material. La Sra. Ayuso
reconoce que la han estafado. Pero no escarmienta. Para enmendar sus
graves errores, aunque los sanitarios no lo aconsejan, ella decide
que va a dotar a todos los madrileños de mascarillas. El pasado día
11, empiezan a repartirse. La empresa china Wenzhuo Haoshuo Textile,
responsable de las mascarillas, borró el martes, día 12, su página
oficial de plataforma porque lo que vendía tenía certificados
falsos de la FDA (Administración de Alimentos y medicamentos de
EEUU) y de la CE (Comunidad Europea), por lo que no cumplen con las
condiciones de comercialización establecidas por el Reglamento
2016/425 de la UE. Esto ha recibido críticas y dudas sanitarias de
la Asociación Madrileña de Salud Pública.
Un
político que miente, en cualquier democracia, automáticamente debe
dimitir. La Sra. Ayuso ha mentido porque es casi su forma de ser y
estar. Ha manifestado repetidamente que el apartamento (en realidad
dos) lo alquiló cuando se contagió, el 16 de marzo. Sin embargo, el
Sr. Sarasola, dueño de los apartamentos Room Mate ha manifestado que
el contrato con la presidenta se hizo antes de la declaración del
estado de alarma. Pero lo escandaloso del caso es que el precio es un
regalo, 80 € al día, cuando normalmente cada apartamento se
alquila por 200 € diarios. Aunque lo pague ella ¿No es esto trato
de favor a una política? ¿A cambio de qué? Por otra parte, resulta
sospechoso el baile de cifras que han ido apareciendo de la propia
Comunidad de Madrid (6 de Mayo) sobre el pago a los hoteles
medicalizados, con errores, borrados y muchos datos sin aclarar. Ante
la puesta en marcha de una Comisión de investigación, la oposición
de la asamblea de la Comunidad debe exigir claridad y llegar hasta el
fondo de este desaguisado y pedir responsabilidad.
¿Quién
es el Sr. Sarasola, dueño de Room Mate? La fiscalía pide cuatro
años de cárcel para su madre, su hermano y él y una multa
millonaria por defraudar a Hacienda 4,2 millones de €, mediante un
entramado de empresas en paraísos fiscales. Este Sr. recibió del
Gobierno del PP en 2015 un préstamo de 3,5 millones de € (que aún
no ha devuelto), pese a ser deficitaria y tener su sede fiscal en
Holanda. El Sr. Sarasola y el PP siempre han mantenido muy buenas
relaciones hasta para alquilarle los apartamentos a la Sra. Ayuso.
Más
colmo, la desescalada. La Sra. presidenta no tiene ningún escrúpulo
en solicitar pasar a la fase 1, aún sabiendo que no reúne las
condiciones. No dan datos sobre el número de rastreadores, ni sobre
la vigencia del protocolo, ni el número de empleados para hacer los
test. La Sra. Ayuso sabe que la atención Primaria no está preparada
para atender los posibles casos de contagio o rebrotes y los
hospitales están al límite. Ahora está en una fase intermedia
(0,5), pero para ellos no es suficiente. El gobierno madrileño
(presionado por los empresarios) va de nuevo a solicitar pasar a la
fase 1, sin haber resuelto las deficiencias señalas por el
Ministerio de Sanidad ¡Vergonzoso!
Por
encima de los contagios y las muertes, está atacar al Gobierno y
hacerse la victima. La Sra. presidenta no tiene en cuenta la grave
situación que ha pasado y que tiene aún su Comunidad con 71000
contagiados y 8800 fallecidos (5886 en residencias), ni la negativa
de la directora
general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, a aceptar el pase a la
fase 1 por considerar que no existen las condiciones sanitarias para
ello. Ha dimitido de su cargo. También se han manifestado en contra
del cambio a fase 1, el Colegio de Médicos y el sindicato de
enfermería Satse. Le importa poco que, según una encuesta de
Metroscopia, el 77 % de los madrileños están en contra de pasar de
la fase inicial. Pero claro, no atiende a los técnicos ni a la
sociedad, si tiene en cuenta a los empresarios madrileños que le han
metido bulla, sin importarle las posibles muertes y un nuevo rebrote,
para abrir la Comunidad a bares y empresas. Es una obediente y sumisa
defensora del poder económico.
Es
sangrante la situación padecida de las residencias de ancianos (que
depende totalmente de la Comunidad) vendidas al mejor postor para que
se llenen los bolsillos. Son ya cerca de 6000 los ancianos fallecidos
y además están (muchas de ellas) en unas condiciones deplorables.
Hay una situación
gravísima que se ha producido cuando han trasladado a cuatro
ancianos de una residencia privada (Jardines de Navas) a otra pública
(Residencia Juan XXIII-Móstoles) y que han llegado al nuevo destino
en unas condiciones deplorables: sucios, sin mudar de ropa, olor a
orines, sin documentación.
Ahora
las élites económicas, con la extrema derecha al frente, han
extendido las protestas en defensa de sus intereses de clase pudiente
a otras ciudades de España. Temen que el Ejecutivo los obligue a
pagar los impuestos que les corresponden (según la Constitución,
artículo 31), que les exija repatriar los miles de millones que
guardan en paraísos fiscales y que persiga el fraude fiscal, muy
extendido entre las élites económicas.
Pero
hay que estar tranquilos, berrean, luego caminamos. El gobierno a lo
suyo, a proteger a los más vulnerables, a los trabajadores, a los
autónomos, a las PYMES. Ha de implementar un sistema fiscal justo y
progresivo. Tiene que mejorar y afianzar el esquelético estado del
bienestar (sanidad, educación, dependencia, pensiones, renta mínima,
…). Debe poner en marcha un amplio proyecto de industrias
necesarias, desarrollar energías limpias, potenciar la I+D,
favorecer una agricultura ecológica y nacionalizar empresas
estratégicas y la banca.
Para
ello, la ciudadanía (colectivos sociales, sindicatos, partidos,
sociedad en general) debe unirse, tomar conciencia de la necesidad de
su apoyo para que sea posible un proyecto real de transformación
hacia una sociedad más justa, más democrática, más fraternal, más
igualitaria ¡Adelante, sí se puede!
Lo de esta señora no tiene nombre o sí lo tiene.....no entiendo cómo los madrileños siguen votando a ladrones... qué gestión ha hecho esta señora de la crisis sanitaria y se permite dar lecciones.... absurdo y absurda
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