Andalucía
Laica responde a las declaraciones de Teresa Rodríguez sobre la Semana Santa
Ante las
recientes declaraciones de la diputada andaluza Teresa Rodríguez (*), Andalucía
Laica le recuerda que, de acuerdo con la aconfesionalidad del Estado recogida
en la constitución de 1978, el que un Ayuntamiento participe en cultos
religiosos no es respetar la fe, sino incumplir con ese principio
constitucional y con la neutralidad requerida a los y las representantes
institucionales, que lo son de toda la población. Además de que traiciona el
acuerdo pactado por los partidos de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz,
que dice explícitamente: “no se promoverán desde el Ayuntamiento ritos ni
celebraciones religiosas de ningún tipo y no se financiarán directa ni indirectamente
actividades confesionales”.
Es preocupante el que Teresa Rodríguez, en sus declaraciones, parece renegar de la historia laicista del liberalismo y de la izquierda social de los siglos XIX y XX, y hundirse en la tentación populista de la mayoría de los políticos andaluces de mezclar la religión con la identidad nacional y el poder público, tal y como hizo, por ejemplo, el nacionalcatolicismo, que utilizó la Semana Santa para recatolizar el país y ofrecer una visión fascista imperial.
Teresa
Rodríguez, además, en vez de insistir en el concepto de solidaridad social,
embellece y ensalza la caridad católica, identificando a las Hermandades y
Cofradías y a la Semana Santa en sí misma como “un elemento de cohesión social“
cuando es, más bien, una reproducción simbólica de las desigualdades
existentes y de la aceptación popular de las jerarquías sociales dominantes.
Por otra parte, la presencia del Ejército, de otros cuerpos armados, y de
autoridades civiles en las procesiones y actos litúrgicos de Semana Santa,
constituye un ensalzamiento de la fusión del Estado con el catolicismo, y
aparece como un símbolo de atraso secular que aporta, eso sí, una nota de
“exotismo” para la observación del turista.
Pretender
construir una identidad nacional sobre una liturgia católica, promoverla desde
los poderes públicos, y querer identificarla con “el alma” de un pueblo es un
despropósito, máxime cuando, además, se pretende descalificar a aquellos que
son contrarios a esa identificación como ajenos a la “nación andaluza”.
En vez de
avanzar en el laicismo institucional, la diputada Teresa Rodríguez propone
avanzar en el populismo andaluz casposo del que tanto huyeron personas como
Blas Infante o Antonio Machado. La actual consejera de igualdad de la Junta de
Andalucía Rocío Ruiz tuvo, como exigencia para entrar en el gobierno de la
Junta, que renegar públicamente de sus críticas a la Semana Santa y mostrar
públicamente su aceptación de esta liturgia católica que ahora también Teresa
Rodríguez quiere convertir en un símbolo nacional de Andalucía.
(*) Fuente:
«Desde
Adelante Andalucía tratamos de acompañar a las hermandades y cofradías
andaluzas en una Semana Santa particular donde al menos se ha podido disfrutar
un poco más de este importante evento, pero donde todavía echamos de menos
sacar la Semana Santa en toda su plenitud y cada año hay que reconocer la
importancia de la Semana Santa como elemento de cohesión de la sociedad
andaluza».
«La
izquierda no tiene que ser una agente extraño al pueblo con el que quiere
cambiar las cosas y por eso como cualquier otra entidad en este caso súper masiva
como es la Semana Santa los poderes públicos tienen que estar a disposición de
esos lugares de construcción social y por otro lado además de decir que hay que
respetarlos yo diría más, diría que hay que potenciarlos porque son espacios de
socialización de comunidad, de apoyo mutuo entre la gente en momentos en los
que al sistema económico en el que vivimos lo que más le conviene es el
individualismo, el quedarnos solos, el no tener redes sociales... Por tanto
desde la izquierda creo que es un espacio a potenciar».
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