Juan Rivera
Colectivo Prometeo
Nadie pone en duda que los resultados de las elecciones italianas del pasado domingo 25 de septiembre, con el triunfo de la extrema derecha de Meloni, han supuesto una dura advertencia para la Izquierda.
La victoria electoral de quienes sin rubor asumen un discurso neofascista debería activarnos todas las señales de alerta.Porque la orientación del voto indica que en Europa lo que empieza a estar muy cuestionado por amplios sectores sociales es su papel de territorio seguro que garantiza derechos democráticos y libertades colectivas.
Se hace necesario estar en guardia y vigilantes -conocemos la Historia y la capacidad del ser humano para tropezar dos veces ( y las que hagan falta) en la misma piedra- pues el peligro de involución política no es que asome en el horizonte europeo, es que ya se ha instalado entre nosotros.
Involución que no consiguen disimular pese al descarado ejercicio de "blanqueo" llevado a cabo por la gran mayoría de los medios de difusión de masas continentales.
Hace unos meses, podíamos decir anteayer, gastaron toneladas de pintura blanca para hacer más tragaderas las propuestas en Francia de Marine Le Pen y su Rassemblement National y casi lo consiguen ( afortunadamente se pudo poner en marcha el contrapeso de las NUPES de Melenchon).
Y como tenían material de sobra en los siguientes se han aplicado con esmero en el arte del refinado para convertir en caramelos las recetas de aceite de ricino y purga social de Giorgia Meloni y sus Fratelli d'Italia.
Nada que no conozcamos en nuestras propias carnes, pues en España, lleva años en marcha la operación de encalo (para disimular la negrura de sus propuestas) que los Quintana, Motos, Vallés, Herrera, Jiménez Losantos...de turno llevan haciendo con Vox desde su aparición.