Colectivo Prometeo/FCSM
Pasada la resaca electoral y la decepción
inicial, -porque uno tiene su corazoncito y se había ilusionado con todos los
cantos de sirena de las encuestas sobre intención de voto-, desde la reflexión
y la prudencia comparto algunos pareceres sobre esta segunda vuelta de las
elecciones.
Mantener los 71 escaños, a pesar de
perder más de un millón de votos en seis meses, implica que disponemos de cinco
millones de personas que siguen apostando por el cambio. No hay tal fracaso,
como quieren hacernos creer los voceros del régimen. Hace dos años esto era impensable. No hemos
tenido tiempo de parar para celebrar los éxitos, de parar para reflexionar.
Estamos en una carrera de fondo y no debemos impacientarnos.
Como apoderado por Unidas Podemos, en dos
mesas situadas en una antigua escuela unitaria, a lo largo del día percibí un
cambio de actitud en el electorado: algunos de los que el 20-D, sin conocerme,
me hacían un guiño de complicidad, no lo manifestaron esta vez. El 20-D ganamos
al PP en una de esas mesas y fuimos segundos en la otra. Ahora, el partido de
la corrupción casi nos dobló en votos. Y el PSOE también se puso por delante.
CC y Cs siguieron perdiendo apoyos.
Como ciudadano activo y crítico he participado
en todos los procesos electorales y jamás se había producido tanta beligerancia
contra una candidatura política (Unidas Podemos), como en este proceso, que ha
durado casi un año, dándole continuidad a las autonómicas y municipales de
mayo-2015. PP-PSOE-Cs y CC en estas islas, han hecho un discurso común,
unívoco, el discurso del miedo, amplificado desde sus medios de comunicación.
Desde esos mismos medios se silenció la corrupción, la pérdida de libertades,
los recortes, las privatizaciones, las políticas antisociales, el saqueo de las
pensiones, los retrocesos sociales, los desahucios, la pobreza y la exclusión
social. Y, de manera especial, se silenciaron y desprestigiaron las
alternativas del cambio. Ha sido la campaña de los medios de comunicación. Y
aunque hayamos ganado en los debates, han calado más los mensajes simples y
reiterados del miedo.
Venezuela, los radicales, el populismo,
los anti europeos, la pinza, los comunistas, han sido algunas de las insidias
repetidas machaconamente por todos ellos. Y, a tenor de los resultados, ha dado
sus efectos: hemos perdido más de un millón de votos en 6 meses, aunque
mantengamos los 71 escaños de donde partíamos.
El PSOE está contentísimo porque, contra
todo pronóstico, logró impedir el anunciado adelantamiento. Cs continúa
desinflándose como un souflé en beneficio de sus progenitores, a los que nunca
criticaron. Toda su crítica estuvo centrada en Rajoy, salvando al corrupto PP.
Ambos, por activa o por pasiva, harán
posible nuevamente un gobierno del PP. Pero los del PSOE seguirán hablando de
Unidas Podemos, de Pablo Iglesias y la pinza, porque en ello están centrados
exclusivamente.
La corrupción generalizada del PP y una
buena parte del PSOE, CC,... no los ha hecho perder apoyos. Y el discurso del
miedo, por el contrario, sí que ha calado hondo en sectores de la ciudadanía
que ha preferido la seguridad del "ruin conocido" que la de un amplio
grupo de gente joven, honrada y muy solvente académicamente, pero sin
experiencia en tareas de gobierno.
¿Qué espera la ciudadanía de Unidas
Podemos? En primer lugar, que se curta haciendo una oposición contundente, en
defensa de los intereses de la mayoría social. Que evite los tacticismos y
mantenga una línea más clara sobre el modelo de sociedad al que aspiramos. Que
no se refugie en los despachos ni en los escaños y sigamos impulsando la
participación democrática, la movilización en las plazas y calles. Que siga
agrandando su base de participación y colaboración con todos los grupos afines
y movimientos sociales de cada una de las nacionalidades y regiones, en plano de igualdad y sin relaciones de
subordinación. Que corrija y mejore en democracia interna, participación
ciudadana y respuestas a los problemas de las gentes. Que supere las divisiones
internas y las actitudes fratricidas. Que, junto al activismo en las redes,
seamos capaces de llegar al conjunto de la población de forma didáctica
explicando quiénes somos, qué queremos y qué está pasando en nuestro país.
Frente al modelo inmovilista de los "conseguidores" debemos tener
parte activa y corresponsable en el cambio. Todas las manos, todas las cabezas,
todas las voces son necesarias para ponernos manos a la obra.
En definitiva, que no seamos impacientes.
Esta es una carrera de fondo y llegan a la meta los que dosifican los
esfuerzos, gestionan la resistencia y mantienen la constancia y la coherencia
en su actitud.
Tenemos que construir poder popular desde
abajo, tenemos que demostrar a los que no confían en nosotros, que somos
capaces de gestionar adecuadamente lo público. Y para ello, tenemos que seguir
impulsando la unidad popular y las confluencias en todos los municipios de este
país, para desembocar en las candidaturas del cambio para las próximas
municipales y autonómicas.
De esta forma, nos habremos arropado con
la mayoría social y demostrado que somos gentes solventes para producir y
liderar el cambio que propugnamos.
"-porque uno tiene su corazoncito y se había ilusionado con todos los cantos de sirena de las encuestas sobre intención de voto-,"
ResponderEliminarY yo me pregunto: ¿por qué en vez de ilusionaros con algo que no comprendéis no os ponéis DE UNA VEZ a COMPRENDERLO?
¿Sabéis algo sobre estadística, calculo, muestreo, distribuciones poblacionales?
Si no sabéis sobre ello, ¿por qué coño siendo la izquierda CREEIS en lo que no queréis comprender? ¿y por qué no queréis comprender, aprender?
Así no hay transformación social ni revolución.
Mira que lo llevo diciendo durante eones; que hay que aprender y que te guste. El conocimiento veraz no es malo, la búsqueda del conocimiento es un valor fundamental de la verdadera progresía humana, y temo que lo habéis aparcado a un lado. Por suerte la fraternidad basada en la justicia y en la verdad, junto en el amor correctamente entendido seguís practicándolo aunque con diferencias no mencionadas porque el capitalista ha conseguido individualizar las vidas del colectivo sociedad y sustituir esos valores y tipos de relación humana por otros.
Bueno, aquí os dejo un pequeño apunte para que piense quien quiera. Y si no, a seguir perdiendo. Porque en realidad lo que importa es el ser humano y LAS CARACTERISTICAS QUE SE EJERCEN NATURALMENTE entre el mismo. La institucionalidad burguesa hace lo posible por erradicar esas características en las relaciones institucionales construyendo a su vez instituciones que defiendan los intereses de clase, por ejemplo, sistemas Judiciales que se digan ser justos mientras basan todo en un sistema monetario que le es contraproducente la equidad de la propia justicia.
Porqué nadie habla de esos millones de personas que se quedan en su casa sin votar?. Ese es el reto... no és suficiente con tener 71 votos ni aunque fueran unos cuantos más porque seguirian sin llegar a esos millones que no votan.
ResponderEliminarHasta que no llegue ese momento sereis como los demás partidos que se conforman con tener unos escaños más con tal de subir al poder y os olvidarieis como ellos de esos que siguen sin votar.
Más que una crítica esta es una reflexión que creo deberian hacer las personas que piensan en los demás y aspiran a vivir en una sociedad más justa.