En
el Teatro de la Vida el personaje más miserable
siempre
representa voluntariamente el papel de esclavo.
Juan
Rivera
Colectivo
Prometeo/FCSM
No
debería sorprendernos la eclosión de “Franquismo Sociológico”
que en las últimas semanas ha preñado de banderas monárquicas los
balcones hispanos. Como el dinosaurio del cuento “siempre estuvo
allí”, emboscado en la “placidez, normalidad y naturalidad” (
Mayor Oreja dixit) con la que lo vivieron los sectores beneficiados
por el Régimen y las orejeras que reducen la visión de España al
erial mental donde lo ha situado siempre el Conservadurismo.
La
diferencia es que hoy no ocultan la identidad y
desfilan por la pasarela “Una, grande y libre”con todos los
abolorios a juego sean estos tirantes, bolsos, banderas al cuello o
pulseritas. El único complemento del “prêt
à porter Todo por la Patria” que
aún no se atreven a lucir es el aguilucho fácilmente
reconocible pese a taparlo el mantra “No somos fachas -excusatio non
petita- somos españoles”.
Lo
que si debería ponernos a cavilar es el triunfo en la actual
realidad política del enanismo
intelectual representado
por esa reducción al absurdo que deforma interesadamente la imagen
de España/ Cataluña para espolear el sentido de pertenencia tribal
(“A por ellos, oe, a por ellos oe/ Espanya ens roba...") vendido
como única seña de identidad colectiva. Porque al relato
político sin matices del blanco y bueno ( mis posturas) / negro y
malo ( las tuyas) se están apuntando sectores populares que, a diferencia del
dinosaurio antes citado, "no deberían estar allí".
Y
esa miopía que tensa a la Sociedad puede ser terrible pues si echa a rodar la bola
de nieve y agranda hasta convertirse en alud, no podemos garantizar
con certeza hasta donde llegarán los daños. Como dice el refrán “
No hay peor sordo que el que no quiere oír “ y para nuestra
desgracia el griterío propio viene acompañado de hipoacusia ante los argumentos contrarios.
La
actual situación tiene mucho de esperpento político. Si definiésemos el término siguiendo el ejemplo DRAE podría valer:
«Género
político alentado al alimón por Puigdemont y Rajoy [ la Derecha
española - el Procés/ centralistas- independentistas...da igual]
que al deformar sistemáticamente la realidad, recargando los rasgos
grotescos y absurdos del rival, mientras tapa los propios, consigue
gracias a argumentos en gran medida falsos y a la desmedida
utilización de lugares comunes y cinismo, sacar a la luz lo peor de
cada casa, a la vez que desecha por traidoras y débiles las apelaciones
al diálogo y a buscar puntos de encuentro. Consumido en altas dosis
– 24 horas de administración sin descanso en TVE o TV3- provoca el
olvido de los desmanes, corrupción y saqueo auspiciado en las últimas décadas por los gobernantes centrales y autonómicos”
Sólo
en clave de sainete pueden aparecer abrazados a la
Constitución del 78 quienes la rechazaron en su momento.Sin ruborizarse se
limpian el trasero con los artículos de contenido social mientras
anulan las libertades teóricamente recogidas en ella con leyes Mordaza y
Represivas.
O
ver ahora disfrazados de vestales sin mácula dispuestos a ofrendar “la
virtut” en aras de la “Independència de Catalunya” a quienes
sostuvieron los gobiernos de González, Aznar, Zapatero,
Rajoy para aplicar, totalmente de acuerdo, sin disenso ni banderas,
las mismas medidas antisociales o los mismos recortes/"retallades". Intercambiables, unos
al son del “Cheron, cheron,tacheron”, otros al del “Bon colp de
falc”.