Miguel
Luis Jiménez Atencia
Frente
Cívico Somos Mayoría Málaga.
Inicialmente, la
principal razón que me hizo querer profundizar en la problemática
del campo español fue el escándalo que supone que al
agricultor/ganadero se le pague una miseria por el producto en origen
(cuando se le paga) y posteriormente, el consumidor paga por el mismo
producto en destino un 300, 400, 1000 e incluso hasta un 3000% más
de precio en el supermercado.
Según me fui
documentando, las supuestas causas se iban agolpando: los
intermediarios, el envejecimiento y despoblación de las zonas
rurales, las importaciones del extranjero, los elevados precios de
los carburantes, la dependencia de las subvenciones, los elevados
costes humanos, etc. Sin embargo, profundizando más en todos estos
aspectos podemos llegar a la conclusión de que todas estas
“patologías” del campo español no son causas si no efectos.
El verdadero argumento
que causa todas estas “patologías” y, en último término, unos
incrementos tan desproporcionados entre productos en origen y
productos en destino, son los diferentes oligopolios que controlan el
campo español.
Oligopolio de la
tierra.
El oligopolio de la
tierra tiene su materialización en los latifundios. Éstos surgen a
partir de dos momentos históricos de gran transcendencia para
nuestro país como fueron la reconquista y la desamortización.
Durante la reconquista, conforme eran conquistados nuevos territorios
a los reinos moros, estos pasaban, en gran medida, a las órdenes
militares, la iglesia y la nobleza. Las fértiles tierras de
Extremadura y Andalucía fueron muy codiciadas por los castellanos y
son, aún hoy en día, donde se concentran la mayor cantidad de los
latifundios catalogados. Posteriormente, la desamortización se llevó
a cabo con el fin de aliviar la situación de la Hacienda pública e
intensificar la explotación del suelo. Sin embargo, se realizó de
una forma tan torpe que, de facto, lo que supuso fue la creación de
nuevos latifundios y ampliación de los existentes. En las
comunidades de Extremadura y Andalucía los latifundios, hoy día,
suponen más del 40% de las tierras. Esta concentración de tierras
supone un lastre para el desarrollo económico de las zonas rurales y
además, provocan una elevada tasa de paro estructural entre las
gentes del campo, ya que la mayor parte del bien productivo (el
suelo) está sin uso.
Como ejemplo de la
acumulación de suelo que existe en España recordaremos un estudio
de Intermon-Oxfam, en el cual, se descubrió como la Comisión
Europea destinaba el 80% de las ayudas agrícolas que venían a
España al 20% de las grandes explotaciones. Es decir, 7
terratenientes españoles cobraban al año lo mismo que unas 12.700
pequeñas explotaciones agrarias.
Hermanos
Mora-Figueroa Domecq
|
3,6 millones de
euros
|
Hermanos
Hernández-Barrera
|
4,4 millones de
euros
|
Nicolás Osuna
García
|
2,29 millones de
euros
|
Cayetana Fitz James
Stuart e hijos
|
1,8 millones de
euros
|
Iñigo Arteaga
Martín
|
1,75 millones de
euros
|
Hermanos López de
la Puerta
|
1,45 millones de
euros
|
Samuel Flores
|
1,10 millones de
euros
|
TOTAL
|
16,39 millones de
euros
|
Oligopolio en la
distribución.
En la distribución
española encontramos dos grupos de grandes distribuidores: por un
lado, los grandes supermercados que actúan como centrales de compra
para sus propios establecimientos de comercialización y que son:
Carrefour, Mercadona, Eroski, Auchan y el Corte Ingles. Éstos, vamos
a englobarlos bajo las siglas GDA (Gran Distribución Alimentaria) y
por otro lado, dos grandes centrales de compra, como son Euromandi e
IFA.
El último dato
disponible es de Exporetail del 2006, donde, las empresas englobadas
bajo las siglas GDA + Euromandi+IFA controlaban más del 75% de la
distribución alimentaria de España. Actualmente las estimaciones
sitúan este porcentaje en el 80%.
Estos oligopolios imponen
los precios de compra a los pequeños productores agrícolas o
ganaderos provocando situaciones tan conocidas como que, en todas las
campañas agrícolas, haya agricultores que dejen las cosechas pudrir
en el campo por que el precio de recogerlas excede el que se le va a
pagar por ella. El 16/11/2011, el Consejo provincial de COAG Almería
(Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos)
denunció públicamente la manipulación pactada de los precios por
parte de las grandes cadenas de distribución. COAG denunciaba, en
este mismo acto, que nadie frenase esta descarada situación.
Indicaban que dichos procesos de manipulación de precios ocurrían
con la complicidad del gobierno y de las diferentes comisiones
nacionales de la competencia que no intervienen. En esta línea,
parece imprescindible una regulación del sector que ponga coto a los
abusos derivados de la disparidad de tamaño tan grande entre
compradores y vendedores.
La propia comisión de la
competencia, en su informe sobre las relaciones entre Fabricantes y
Distribuidores en el sector alimentario del 5/10/2011, indica que en
España se ha producido un “aumento considerable del poder de
negociación de los distribuidores frente a sus proveedores”.
Incluso, se admite que “diversos factores aumentan el riesgo de un
efecto neto negativo del mayor poder de negociación de los
distribuidores sobre la competencia y el bienestar de los
consumidores”
Oligopolio en la
comercialización final
Mucho
ha llovido desde que, en 1957, abriera en España el primer
supermercado. En un reciente informe elaborado por Veterinarios sin
Fronteras, en España, el 81,9% de las compras de alimentos se
realizan a través de los llamados “canales dinámicos”, es
decir, de los grandes supermercados e hipermercados de autoservicio.
Esta concentración hace que 7 empresas controlen 3 de cada 4
alimentos que compramos o que una única empresa, como Carrefour,
controle 1 de cada 4 alimentos que compramos.
Las
consecuencias de este Oligopolio son diversas:
a)
La implantación de grandes superficies perjudican de forma severa la
economía local. En realidad, la Gran Distribución Alimentaria (GDA)
destruye el tejido empresarial local de distribución alimentaria y
el vinculado con él. Igualmente, perjudica a la agricultura local.
Según un estudio (Pretty, J.N. (2001), op. ) por cada supermercado
que se abre se pueden perder hasta 276 puestos de trabajo en 4 años,
en un radio de 15 Km al centro comercial. En este sentido, las
estadísticas indican que, en España, cada día han cerrado 11
tiendas tradicionales durante los últimos 10 años, es decir unas
40.000. La economía local se ve también afectada por la falta de
retroalimentación en la circulación del dinero. Según un estudio
del Institute for Local Seff-Realiance (2003), por cada 100€
gastados en GDA se generan 14 para la economía local, mientras que
en el caso de las tiendas de pequeño formato se generan 45€ por
cada 100€ gastados en ellas.
b)
Las grandes superficies imponen los precios a los consumidores. Según
datos de COAG, las grandes superficies presentan unos precios
superiores en un 19% a la media en frutas y verduras. En este mismo
sentido, el boletín Mensual de Precios al Consumo de la Junta de
Andalucía de Junio del 2009 para la fresa confirmó que “ el
supermercado resultó algo más caro que la tienda tradicional (7%)
”. Esta misma diferencia de precios a favor de la tienda
tradicional pueden observarse en las campañas campañas anteriores,
donde en 2008 la diferencia de precios entre GDA y tienda tradicional
llegó al 52%.
c)
Pero tan importante como esta imposición de precio es la imposición
de hábitos de consumo que se esta dando. En la actualidad, una de
las variables que más influye en las decisiones de los consumidores
es el tiempo que dedican a realizar la compra. El acelerado ritmo de
vida ha generado dos fenómenos muy extendidos y que seguirán yendo
a más: desarrollo de técnicas para alargar la vida media de los
alimentos: congelación, liofiliación, pasteurización,
precocinados, etc, y en segundo lugar, está el cambio de conducta de
los consumidores. Éstos, cada vez tienen menos tiempo para las
compras y tienden a concentrarlas. En esta línea, las GDA permiten
realizar comprar quincenales o mensuales, sustituyendo la compra
diaria/semanal que se realizaba en la tienda tradicional. Las grandes
superficies tienen detrás equipos de psicólogos que estudian a los
consumidores para minimizar su libre elección. Jas de Vries es una
empresa multinacional dedicada al estudio del comportamiento de la
compra y asesoramiento corporativa. Uno de sus últimos clientes,
Caprabo se va a gastar 145 millones de euros para rediseñar sus
establecimientos para hacerlos “más productivos”. En este
sentido, 2 de cada 10 consumidores reconocen gastar más de lo que
tenían previsto al entrar al supermercado. Las compras por impulso
tienen una importancia vital para estas grandes empresas donde otro
estudio cifra en un 20% el gasto por encima del previsto cuando un
consumidor sale por la puerta de los supermercados
(www.psicosociales.com).
Conclusiones
En último término, la
problemática del campo español no es muy diferente de la
problemática del resto de los sectores productivos de nuestro país
y de cualquier país con una economía de mercado capitalista. Esta
problemática surge como consecuencia de que uno de los axiomas
fundamentales del capitalismo nunca se cumple y es que, “todas
las empresas compiten en igualdad de condiciones”. Este
principio, que aunque parezca obvio, pasa deliberadamente
desapercibido, fuerza a que la economía se dirija hacia lo que se
conoce, en términos económicos, como un mercado de competencia
imperfecta. En dichos mercados, una o varias empresas pueden
influir sobre el precio, en mayor o menor medida, al que se oferta un
producto. De esta manera, cuanto menor sea el número de empresas,
mayor será su capacidad de influir sobre el mercado. Por este
motivo, los diferentes tipos de mercados de competencia imperfecta se
clasifican en función del número de empresas que los componen.
Básicamente, podemos distinguir dos tipos: el Monopolio y el
Oligopolio.
En
el caso del sector primario de nuestro país lo que nos encontramos
es un oligopolio en los tres puntos de control del mercado: la
producción, la distribución y la comercialización al usuario
final. Como consecuencia de ello y tal como impone un mercado de
competencia imperfecta, unas pocas empresas controlan el mercado,
imponiendo el precio de venta a los consumidores y el precio de
venta a los pequeños productores. Unas pocas empresas controlan lo
que comemos, cómo lo comemos y el precio que debemos pagar por ello.
7 comentarios:
Buen trabajo. Voy a llevarlo al foro de mi asamblea, como documento sobre el punto del programa que trata el oligopolio del sector primario. Gracias por esta aportación!
Estupendo estudio. Felicidades!
En el caso de la ganadería puedes sumarle unos cuantos aspectos más como:
1.-Encarecimiento de los arrendamientos de tierras y menor duración de los mismos. Recuerdo que mi abuelo arrendaba fincas de los "señoritos" por 20 años y todos los aprovechamientos pastos, caza, leña, viviendas e instalaciones... prácticamente la finca pasaba a ser suya y a un precio adecuado. Con el boom de la caza dejaron de arrendarse las fincas con todos los aprovechamientos y empezaron a subdividirlas en pastos, caza mayor, menor etc...Y no sólo eso sino que los señoritos pensaron que podían cobrar lo mismo por la caza que es un hoby que pagan entre varios que por los pastos que paga una sola persona. No contentos con eso, cuando llegaron las subvenciones hacían la cuenta de cuantas cabezas de ganado podía "hacer" la finca calculaban la subvención por cabeza y directamente te pedían esa cantidad...(Sin tener en cuenta que muchos ganaderos no tienen subvenciones o no las tienes por la totalidad de la cabezas)
2.-La especulación agroalimentaria ha provocado un encarecimiento exponencial del grano con el que ser hace el pienso del ganado aumentando su precio.
3.-Entrada de carne de la CE.
Todos estos factores han provocado que un becerro de 6 meses cueste ahora lo mismo que hace más 25 años.....
La verdad que estoy muy satisfecha de participar en este grupo, cuando veo las personas que lo componen y su preparación.
Un estupendo artículo, muy enriquecedor. Cuando se lee se puede comprobar que todo está en manos de unos pocos y que hay que darle la vuelta a la tortilla;lo que pasa es que es mucho el tiempo que llevan en el poder, cambiar esto es tarea dura pero no imposible.
Muy buena radiografía de la realidad, que no tenemos más remedio que conocer para, transformándonos en ciudadanos, ir entre todos alumbrando salidas, aportando entre todos soluciones legislativas que nos permitan revertir la situación de la producción y distribución de alimentos a un nivel humano, bajo otra lógica que la del beneficio y la competitividad, el bien común.
muy interesante y necesario estudio,así como el oligopolio de la Energía.UN SECTOR DEL QUE DEPENDE TODA LA ECONOMÍA DE UN PAÍS. .
Veo en el programa en la sexta,del "follonero", sobre las eléctricas, hablar a Jorge Fabra Utray, economista y doctor en Derecho, miembro del Grupo de Reflexión sobre la Energía del Instituto Pascual Madoz de la Universidad Carlos III y ha sido presidente de Red Eléctrica (1988-1997) y Consejero de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) (2005-2011). Al ser preguntado por los conocimientos- actuación de los ministros de industria en relación con el coste de la electricidad,muy diplomáticamnete contesta,que por ejemplo el ministro SORIA confundió tensión con potencia. No contestó a las claras ,pero su evasiva y toda la entrevista fué muy elocuente.Habló claramente de la campaña que se ha hecho contra las renovables y de los columnistas bienpagados por las eléctricas.
No es de extrañar los puestos de Felipe González y JM Aznar en sendos consejos de las elétricas: se han ganado su puesto a costa de que paguemos la electricidad más
Pienso que F Cívico debería focalizar la atención en la desregulación de los sectores estratégicos por parte de los gobiernos de turno y cómo lo dejan en manos de oligopolios.
http://elpais.com/diario/2012/01/22/negocio/1327241681_850215.html
Hola a todas y a todos,
en relación al artículo del compañero Miguel Luis, me gustaría informar de un error en las cifras de las subvenciones derivadas de la PAC a los grandes terratenientes. Así, el autor da a entender, al comparar con el montante de los recientes recortes, que las cantidades son del orden miles de millones, cuando en realidad son millones; por ejemplo, la suma total ascendería a 16,4 millones de euros y no a 16.400 millones de euros. Igualmente, atendiendo al informe de Intermón-Oxfam, los hermanos Hernández-Barrera recibieron 2,4 millones en lugar de los 4,4 millones anotados en el escrito.
De cualquier forma, enhorabuena por una aportación que señala cuestiones fundamentales dentro del ámbito rural y del universo agroalimentario.
Saludos.
Estimado Anónimo, he estado repasando los datos que comentas y efectivamente existe un error, pego de todas formas el link de donde saqué la información y podrá comprobarse como se presta al malentendido.
El link es : http://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CC4QFjAA&url=http%3A%2F%2Frentabasica.net%2Farticulos%2F07.%2520Terratenientes%2520acaparan%2520las%2520ayudas%2520europeas.PDF&ei=A7mqUK7kEYKq0QWn1oDgCw&usg=AFQjCNFKQXZLB-WKGA-c6RsdaZAPwJ1bgw&sig2=10EpePtYcWOPxrghPTRBNA
Dicho queda, es un error que será corregido.
Un saludo y gracias!
Publicar un comentario