La educación neoliberal de Ciudadanos
Cuarto Poder
Ciudadanos ha dado a conocer su programa electoral sobre educación. Ningún pedagogo o experto de la comunidad educativa acompañaba a Albert Rivera en la presentación. No deja de ser significativo que lo hiciera el responsable de economía del partido, Luis Garicano,
el del “contrato laboral único”, que para quien no lo sepa proponía,
para reducir la dualidad de la contratación, convertir a todos los
trabajadores en fijos-precarios al tener un despido no causal. Y, claro,
poco se puede esperar de un economista ultraliberal hablando de
educación. Por ello, las propuestas de Ciudadanos son una serie de
generalidades que demuestran tanto su desconocimiento del tema como, en
algunos casos, sus malas intenciones en relación con el mundo de la
enseñanza. Veamos.
La principal propuesta es que quieren un Plan Nacional de Educación,
pero no dicen qué harían con la LOMCE. ¿Sospechoso, no? Pero tiene
coherencia con sus actuaciones concretas, como no votar a favor en la
Asamblea de la Comunidad de Madrid de la Proposición No de Ley sobre la
moratoria en la aplicación de la LOMCE, que se aprobó con los votos de PSOE y Podemos.
Saben que lo del pacto urbi et orbe
es una socorrida fórmula genérica que vende electoralmente y siempre
queda bien ante el hartazgo por los cambios legislativos en la materia.
Probablemente se trate de eso: de vender humo, porque deberían conocer
la dificultad y los intentos fallidos anteriores (el último, el de Ángel Gabilondo)
como para trazar algunas líneas maestras para el pacto. Pero no hay
nuevas aportaciones. No dicen nada sobre la finalidad y los principios
orientadores del sistema educativo, sobre cómo universalizar el derecho a
la educación y su gratuidad (0-18 años), cómo garantizar la laicidad,
el principio de inclusión y la participación, la posición ante la doble
red y los conciertos, qué compromiso de financiación y los cambios
legislativos necesarios. Tampoco aportan sobre el procedimiento, por
ejemplo, ¿negociar una mesa de partidos o abrir un proceso constituyente
de amplia participación como defiende el Foro de Sevilla? En fin, que si no se concretan las propuestas para hacerlas verosímiles, todo queda en pura retórica.
Ciudadanos
critica duramente a la universidad. La carga de profundidad viene
cuando tira de insultos y dice que está copada por una “burocracia estalinista”,
afirmación sin ninguna base probatoria y sin ningún rigor (no sé qué
tiene que ver lo del “estalinismo”, ya que, en todo caso, la endogamia
tendría una base franquista). Con las descalificaciones se busca
desprestigiar a quien tiene prestigio como paso previo al recorte de
financiación, despido de profesores y cierre de universidades, públicas,
claro. Según Garicano, se promovería una evaluación externa de
profesores y centros universitarios para combatir la endogamia, según
explicó, recurriendo a Aznar y a su Ley Orgánica de Universidades que no llegó a entrar en vigor.
También plantean aumentar el poder de los rectores, pero en ningún lado
aparece el fortalecimiento real de la autonomía universitaria.