Antonio Pintor
Colectivo Prometeo
No, no me refiero a las píldoras tóxicas que nos suministran
diariamente los medios “informativos” de nuestro país con TVE a la cabeza. Se
trata del aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos.
A menudo escuchamos la frase: “Somos lo que comemos”.
Incluso el filósofo y profesor de ética Peter Singer, autor del best seller
“Liberación animal”, ha utilizado este título para uno de sus últimos libros. Evidentemente
no se pretende que se tome tal frase de
forma literal, sino resaltar la importancia de la alimentación en lo que somos,
tanto en lo referente al desarrollo orgánico como a la salud.
Son muchos los hechos que nos señalan que en este asunto,
como en tantos otros, vamos por mal
camino.
Hemos sido testigos, y continuamos siéndolo, de la estafa
económica sobre los pueblos europeos por parte de los individuos que ostentan los poderes económicos, ayudados
por aquellos políticos a los que “prestan” dinero para sus campañas u otros menesteres, y que desgraciadamente
demasiados ciudadanos, a pesar de todo, siguen votando. Estafa a la que
eufemísticamente se le ha denominado “Crisis” y que ha sumido en la miseria a
millones de personas y beneficiado a ladrones y sinvergüenzas sin escrúpulos
que vemos desfilar todos los días por los noticiarios y/o tribunales de
justicia.