Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Poca esperanza nos deja
el triste año que recién estrenamos. Se mire por donde se mire, cualquier
esperanza de un mundo mejor, siquiera un año mejor, de inmediato se desvanece.
Se constata el
crecimiento indecente de una avalancha de maldades, desavenencias, odio,
injusticias, agresiones, guerras y genocidios sin que ninguna Institución de
peso tenga la decencia de imponer de manera contundente la razón, el alto el
fuego, la vuelta al diálogo y el imperio de la Justicia, la Equidad, la
Sororidad y la Paz.
Muy al contrario, todo lo
que nos invade por redes sociales y la gran mayoría de los canales de
comunicación, incita al odio, a la intolerancia de cualquier diferencia o
discrepancia y, por si fuera poco, crece la indiferencia frente a la
injusticia, la pobreza, el sufrimiento ajeno y los verdaderos problemas
sociales que sí deberían ser el centro de nuestras preocupaciones y objetivo de
nuestros esfuerzos.
Cuando las vidas humanas
ya no importan y se convierten en objeto de mercadeo económico, el ser humano
está perdido. Cuando el valor de la vida de un ser humano se mide por su
estatus económico y social y no por sus capacidades y valores humanos, la sociedad
está enferma. Pero cuando un gobernante se refiere a ciudadanos de un
territorio del que se quiere apoderar como “animales humanos” a los que hay que
vencer y desalojar, o mejor aún y dicho sin paños calientes, eliminar, (porque
entorpecen los intereses económicos y políticos de otro, u otros países), la
humanidad está perdida.
Nunca las ciudades
lucieron con tantas luces, moda a la que cada vez se suman más políticos con
responsabilidades de gobierno en ellas, pero no es menos notoria la falta de
luces en sus cabezas y de luz en los corazones de los administrados.
No en vano muchas de las
cada vez menos personas que gustan de recabar información veraz y se siguen
esforzando por conocer la “verdad” de ambos lados y ejercitar la reflexión que
les permita tener criterio y pensamiento propio, traen estos días a colación a
Hannah Arendt, una de las filósofas más influyentes del siglo XX, de religión
judía, alemana de nacimiento y posteriormente nacionalizada estadounidense,
cuya vasta obra nos ha dejado un legado en temas relacionados con la violencia,
la política, el autoritarismo, el mal, la libertad y la revolución.