Juan Rivera
Colectivo Prometeo
Mesa Estatal FCSM
El conglomerado ideológico cohesionado por el pegamento de
intereses económicos y dominio que se alinea alrededor de la
Derecha española nos demuestra -día sí y al otro también- que a
nuestra “lucha de clases” contrapone el “odio
de clase”.Basta con ver sus caras abucheando a Carmena, la
bilis que escupen por el colmillo para insultar a Unidos
Podemos o la sarta de mentiras pergeñada alrededor del
golpista venezolano Leopoldo López, padrino de las guarimbas
que tanta muerte y dolor han causado en la República Bolivariana,
para constatar hasta que grado de irracionalidad llegan en la
defensa de sus privilegios.
En estos meses veraniegos la violencia verbal del Conservadurismo
hispano ( también ocurre a escala mundial) sigue
creciendo y el laxo barniz de constitucionalistas demócratas que se
dieron a su pesar en los años setenta ya no tapa la compulsión
totalitaria. Debe ser que el mes de Julio les pone de tanto
celebrar con padres y abuelos el “Alzamiento”. Cosas de la
Genética.
A quienes identifican la Patria con una bandera y una pulsera, nunca
con la gente que habita el territorio al que consideran su cortijo,
no hace falta explicarles la teoría de las dos orillas
que tanto repelús genera en algunas mentes teóricamente “nuestras”.
Porque tienen asentados los pies en la suya, esa rivera donde la
explotación, corrupción,rapiña de la riqueza pública... campa por
sus anchas mientras ubican a quienes no compartimos su fanatismo
capitalista en la contraria. Sin medias tintas.
Es lo que tiene pelear – sin reglas, una vez permitidas trampas y
triquiñuelas- por mantener un “status” al que consideran
herencia natural y no importar que los cimientos se asienten sobre la
Injusticia. Lo del “juego limpio” no va con ellos pues
están vacunados contra la viga en el ojo propio aunque detecten la
mínima mota de polvo en el ajeno.
Ayer vinieron disfrazados de señoritos andaluces, terratenientes
castellanos e industriales catalanes,sostenidos por la cúpula
militar y bendecidos por la jerarquía católica.
Hoy se nos presentan bajo la forma de grandes empresarios o dueños
de multinacionales que en lugar de látigo utilizan contratos basura
y pérdida de derechos. Sus métodos logran el mismo efecto pero las
antiésteticas cicatrices no las dejan en la piel, solo en las
mentes.
Ayer, hoy, siempre... vienen escoltados y jaleados por esos peones
de brega que viven como éxito propio una estructura social y
económica que solo beneficia a la cúspide. Los palmeros que
aplauden a rabiar las migajas derramadas en forma de donaciones por
ese 10% de favorecidos, con las que intentan ocultar el destrozo
ocasionado por sus ansias privatizadoras. Obviando que para arreglar
el desaguisado no haría falta limosna, basta que un Estado fuerte
recaudase los impuestos directos bajo la premisa de quien más tiene
más debe contribuir. En una sociedad compleja nadie está aislado.
Pero exigirles tributar conforme a sus capacidades implica
cortar la lógica funesta de quienes históricamente utilizaron el
control del Gobierno y la administración pública en beneficio
propio.
Si hay un tema que ejemplifique hoy con nitidez el “ odio de
clase” ese es la Memoria Histórica. El vodevil
representado hace unos días por el PP, manoseando sin escrúpulos
el recuerdo de Miguel Ángel Blanco sirve de ilustración. El
Ultramontanismo español no cultiva la memoria histórica,
solo la selectiva. En ella no hay lugar para muertos que no
sean los suyos por lo que ningunean -objetivo: causar el máximo
dolor- a otras víctimas.