Ahora.
Sin pretextos.
La
Historia es fecunda en momentos en los que un pueblo, un grupo humano
o una personalidad, han tenido en sus manos la posibilidad de cambiar
el curso de los acontecimientos o de profundizar con éxito en lo que
su esfuerzo, aunado con el azar de la coyuntura histórica, le ha
ofrecido. Pero también son numerosas las veces que la indecisión,
hija de tantos padres, ha abortado la culminación de la empresa con
la que los dioses se han visto obligados a recompensar la lucha, la
constancia, el sacrificio y la sed de justicia de tantos y tantas.
Aníbal,
vencedor de los romanos en Cannas (216 a.C.), tuvo la posibilidad de
entrar en Roma que, apenas sin defensas, hubiese sido para el
cartaginés la prenda de su victoria definitiva en la guerra y un
cambio total en el decurso histórico. El propio Tito Livio (59
a.C.-13 d.C.), historiador romano, reconoció que la indecisión del
general victorioso, y su renuncia consiguiente a coronar su éxito,
significaron una ocasión perdida. Años después, rehechos los
ejércitos romanos, Escipión el Africano infligió a Aníbal en
Zama (202 a. C.), la derrota que puso fin a la segunda guerra púnica
y con ello al poder de Cartago.
Constituye
objeto de reflexión entre historiadores conocer y explicar las
razones que llenaron de dudas al cartaginés y le produjeron la
consiguiente indecisión que al final supuso su derrota. No es
descabellado suponer que se sintió preso de lo que hoy en día
denominamos miedo escénico. Roma, la odiada y vencida Roma, estaba
ahí, a un paso. Sin embargo, el odio había magnificado al
adversario hasta los límites del respeto supersticioso. No podía
ser posible que la realidad coincidiese con los deseos tan largamente
alimentados por su padre, Amílcar. Le faltó ese punto de osadía
genial que siglo y medio después exhibiera Julio César al decidirse
a pasar el Rubicón.
La
indecisión es un estado de padecimiento mental en el que los
sentimientos, las dudas y las razones están fuertemente confrontados
entre sí. Y ello, que constituye una experiencia dolorosa cuando el
conflicto se circunscribe a lo estrictamente personal, se convierte
en tragedia social si la indecisión afecta a fuerzas sociales y
políticas a quienes los acontecimientos que por otra parte ellos han
protagonizado, les otorgan la capacidad de explotar un triunfo. En
éste último caso, el de la indecisión ante la asunción de las
consecuencias de la propia obra, son dos las razones que, a mi
juicio, los protagonistas deben considerar para acabar con la
parálisis y la frustración derivada de ella. La primera no es otra
que la conciencia de los sufrimientos, esfuerzos, luchas y anhelos de
aquellos y aquellas que desde distintas opciones y visiones han
originado la situación presente. Y la otra consiste en tener en
cuenta la causa común. Una causa que desde instancias plurales y
varias no es otra que el acabar con un estado de cosas injusto e
hiriente y, además, tomar el protagonismo en el diseño, aplicación
y desarrollo de una realidad alternativa.
Pudiera
ser que la supuesta indecisión no fuera tal y la situación de
aparente inacción obedeciera a cálculos sobre las posibilidades de
acceder en solitario a una parcela de representación en los
escenarios y ámbitos del hasta ayer adversario. En tal caso no están
de más las palabras de Cervantes por boca del más universal de sus
personajes. Dice D. Quijote:
Hoy
es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los
obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro
enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la
cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el
egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más
peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la
buena conciencia y el esfuerzo para ser mejores sn ser perfectos; y
sobre todo la disposición para hacer el bien y combatir la
injusticia donde quiera que estén.
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Las
elecciones del pasado 25 de Mayo han visualizado un hipotético y
posible escenario político y social tenido por casi imposible hasta
ahora, la fuerte pérdida de votos del bipartidismo. Recordemos la
subida de IU, la consecución de escaño por parte de Primavera
Europea (Equo,
Compromís, Chunta Aragonesista
y otros) y la irrupción fulgurante de Podemos.
Las alarmas se encendieron ya que la traslación de esos resultados a
unas elecciones generales, dibujaba el declive del sistema político
de la segunda Restauración Borbónica, la Transición. Porque,
además, aquellos resultados venían precedidos por una serie de
movilizaciones sociales y manifestaciones políticas de carácter
alternativo y novedoso. Por primera vez las urnas empezaban a
adecuarse a la calle. La lucha política y social de una parte de la
izquierda institucional se vio dimensionada a otros ámbitos de
actitud crítica y analítica ejercidos básicamente en la
cotidianeidad social. El 15-M, las Mareas, la Plataforma contra los
desahucios, las acciones de los perjudicados por los fraudes
bancarios, las marchas y campamentos por la dignidad, los permanentes
posicionamientos de las organizaciones ecologistas contra las
políticas de agresión al medio ambiente y la atmósfera de
crispación ciudadana ante tanta corrupción, tuvieron su corolario
en la jornada del 22-M. Una ocasión memorable que no sólo demostró
la capacidad de autoorganización de la ciudadanía sino que mostró
su voluntad de volver a hacerlo con mayor fuerza, organización y
alcance logístico.
Desvincular
lo anterior de los resultados electorales constituiría una gravísima
equivocación que tiraría por la borda tantas luchas y tantos
sacrificios personales y colectivos. El conjunto social que poco a
poco se ha ido concretando como base de su constitución en
contrapoder de la mayoría, no puede autoamputarse de uno de sus dos
instrumentos de avance en la construcción de la alternativa: la
lucha social y la política; Y ambas con la mayor unidad posible. Lo
contrario sería suicida.
A
los tres meses de aquellas elecciones sus resultados y sobre todo sus
enseñanzas, parecen olvidados. Tanto por unos como por otros. La
incesante lista de casos de una corrupción que es la esencia del
sistema, las vísperas electorales con sus nervios y pérdida de
capacidad analítica junto con la campaña contra Podemos
en particular y contra los portadores de propuestas alternativas en
general, como IU y otros están generando una atmósfera de olvido. Y
peor que eso, la pérdida de referencias y memoria. Pero volvamos al
25 de Mayo.
El
bipartidismo es muchísimo más que el ejercicio del poder
institucional por el PP, el PSOE y los apoyos, cuando interesan, de
las fuerzas conservadoras nacionalistas. El bipartidismo es,
esencialmente, el mecanismo político a través del cual el Poder
ejerce su hegemonía. Dentro del espacio constituido por los
intereses de ese Poder, están permitidos los debates, las
confrontaciones partidarias, las declaraciones acres de unos contra
otros y las especulaciones permanentes sobre cuál de los dos pilares
del sistema va a ganar las próximas elecciones. Todo está permitido
menos un par de cosas. La una es el cuestionamiento de los
fundamentos del sistema. Es el caso de la llamada política de
Estado: OTAN, UE. Troika, Reformas laborales, fiscalidad regresiva,
inacción contra una corrupción de la que se participa o, sin ir más
lejos, la reforma del artículo 135 de la Constitución; y así un
largo etc. La otra prohibición estriba en que no haya otra fuerza
política que aparezca como tercer sujeto político en igualdad con
los otros dos. Y muchísimo menos si ese tercero o cuarto aparecen
como alternativa parcial o total al sistema. La jauría mediática
será implacable. Todo vale.
Por
eso constituye un error seguir planteando desde la izquierda alianzas
estratégicas con uno de los componentes del bipartidismo, el PSOE;
es pedir peras al olmo. Otra cosa son las coyunturas tácticas
inmediatas y en cuestiones locales o generales que no afecten al
núcleo duro del sistema o expliciten las diferencias y pugnas entre
los miembros del bipartito y en las cuales, la elección de alcaldes
por ejemplo, se debe participar para avanzar y ganar posiciones
sociales y políticas. Quiero decir que intentar construir una
alternativa al sistema teniendo como socio a un integrante del
bipartito, no sólo es un error sino un caso de miopía culpable.
Como
dije anteriormente las movilizaciones y posteriores elecciones
europeas demostraron que el bipartidismo podía ser derrotado. Podía,
pero nada más, Se abría una brecha en el muro otrora inaccesible e
inexpugnable. El problema para la Alternativa es entrar, sustituir y
ejercer con la mayoría ciudadana el protagonismo en el cambio. El
bipartidismo sigue estando fuerte, el Poder ya ha diseñado, con la
abdicación de Juan Carlos, una nueva reedición del pacto
constitucional que intente protagonizar los siguientes decenios de la
vida económica, social, política y cultural española.. El
Gobierno goza de los apoyos del Poder y se beneficia también de la
“entente” con la otra columna política del sistema en las ya
comentadas “políticas de Estado”. Puede rehacerse. Sin embargo
carece de tres soportes fundamentales: credibilidad, legitimidad de
ejercicio y tiempo. Sin embargo éste último soporte puede
recuperarlo en la medida en que nosotr@s lo dilapidemos y no sepamos
explotar el factor sorpresa. No obstante alguien puede preguntar ¿A
quién te refieres cuando dices “nosotr@s”?
Nosotr@s
somos l@s que priorizamos la aplicación de los DDHH por encima de
cualquier otra consideración económica, social o política. Y junto
a esos derechos priorizamos también los del planeta Tierra. Nosotr@s
somos l@s que nos consideramos hart@s y asquead@s de tanta corrupción
y de tanta injusticia social. Nosotr@s somos quienes estamos en
permanente actitud de sumar fuerzas, aunar proyectos, coordinar
luchas y sobre todo, nosotr@s somos l@s que trabajamos para que la
mayoría social se erija en contrapoder democrático. Y si alguien
demanda una visualización de siglas y nombres, nosotr@s somos, por
una parte, los que dialogamos sobre el ¿Qué
hacer? en
Córdoba los días 7 y 8 de Marzo de este año: ATTAC,
Equo
Frente Cívico, IU, Podemos
y Stop
Deshaucios.
Particularmente también considero de nostotr@s a las otras
organizaciones, colectivos, plataformas y fuerzas sociales o
políticas que, teniendo una ejecutoria de lucha, decidan dar el paso
para constituirse en referente colectivo de la Alternativa. Y entre
ellas, de manera destacada, a las que me he referido más arriba como
confluyentes en el 22-M.
El
Poder y su manifestación política, el bipartidismo, tienen un
discurso con el que golpean una y otra vez a la opinión pública:
Europa, la crisis, los mercados, la recuperación y el empleo, la
primacía de lo privado sobre lo público, el “orden democrático”,
etc. Bien es verdad que su discurso más rotundo lo constituyen los
hechos consumados. Y si hay alguna distonía entre ellos, no es otra
que el silencio sobre las corrupciones propias y la denuncia de las
del otro u otros integrantes del sistema.
La
historia nos enseña que en las confrontaciones sociales y políticas
con voluntad de dirimir y superar una situación, la confrontación
es total, a todos los niveles. Y si el adversario tiene un discurso,
nosotr@s debemos oponerle otro. Si el adversario se refugia en las
“leyes indiscutibles de la economía”, nosotr@s debemos ofrecer
otra alternativa económica que palie y acabe con los destrozos de la
economía oficial. Si ellos se refugian en los resultados
electorales, nosotr@s debemos aglutinar a la mayoría social para que
ella dirima el conflicto. Todo ello, claro está, si nosotr@s al
sentirnos integrantes de esa mayoría queremos verla constituida en
contrapoder.
Es
urgente que nosotr@s nos sintamos ligados por algo más que las
coincidencias en calles, concentraciones, protestas y acciones
varias. Todo ese mundo, plural, vario y a veces disperso que somos,
no puede seguir apareciendo como el catalizador del inconformismo y
la acción cívica subsiguiente. Seguramente nos ganaremos simpatías,
apoyos morales y complicidades. Pero se trata de superar eso
transformándolo en adhesiones comprometidas con una propuesta que
oponer al discurso oficial.
Creo
que ha llegado el momento de que esa fuerza a la que he denominado
nosotr@s se reconozca y la reconozcan por algo más que la unión de
los disconformes. Nos falta una propuesta que, a mi juicio, se
compone de tres partes: programa, discurso y lenguaje didáctico. Sé,
porque es evidente que cada organización de todas las que nos vemos
en las movilizaciones tiene propuestas, programas y discurso. La
cuestión estriba en que cada uno de ellos se subsuma en uno común
que sea la identificación del nostr@s más allá de la protesta. Un
programa común que para nada suprima, margine u olvide al de cada
uno. Un programa, mínimo común que la opinión pública comience a
reconocer como la contrapropuesta capaz de aglutinar a la mayoría.
Imaginemos que cada organización es capaz de compartir con las demás
una partitura, una melodía. Esa partitura sonará, única, aunque
interpretada por cada instrumento. Unidad y pluralidad.
Conozco
muchas de nuestras propuestas y he llegado a la conclusión de que
sería muy fácil elaborar 10, 15 o 20 puntos comunes que abordando
las necesidades perentorias de la mayoría, concitase en torno a
ellos las adhesiones e incorporaciones para construir una identidad
que oponer al discurso oficial. Propuestas de aplicación inmediata,
posible, generadoras de la necesidad evidente de otros pasos y otras
medidas en el proceso de ir construyendo la Alternativa. Cada fuerza
o colectivo podría exponer o defender sus propuestas pero
priorizando la propuesta que constituye la identidad compartida. Se
trata, en definitiva, de tener claro que un programa es mucho más
que un listado de deseos.
En
situaciones como ésta la importancia del programa común no puede
hacer olvidar la necesidad de un discurso también común. Un
discurso que para que sea fácilmente compartido debe ceñirse a las
cuestiones éticas y morales que están pidiendo solución. El
discurso de la ejemplaridad, la persecución implacable de la
corrupción y de las prácticas atentatorias contra el erario público
y las nuevas formas de hacer política forman parte de un discurso y
de unas medidas que deben conformar el conjunto de valores de la
mayoría, tanto en el poder como en la oposición. Y digo poder
porque en mi universo mental no cabe la demanda de votos o apoyos
para que alguien gire a la izquierda o a los cambios sociales; esa
época por suerte ya acabó. Ahora se trata del poder para ejercerlo
con la mayoría.
Y
queda una última cuestión que no por ello es la menos importante.
Muchas veces el lenguaje de consignas, quejas y agravios hace perder,
por su agresividad y formulación esquemática, el interés, la
curiosidad o la comprensión. La comunicación es extraordinariamente
importante. Se trata de persuadir, convencer, explicar y hacer lo
aparentemente difícil, cercano, accesible, compartido. Esta fase de
la lucha debe significarse por la preeminencia de las razones que
conduzcan a que la mayoría se constituya como tal.
¿Significa
todo lo anterior que estoy proponiendo una candidatura electoral
única? En el momento en que escribo estas líneas no lo veo
probable. Otra cosa son los deseos y las esperanzas. Sin embargo, la
ausencia, por ahora, de esa fase de conjunción electoral, no es
óbice para la defensa común del discurso común en momentos
puntuales, el que haya varias candidaturas; cada una de ellas puede
presentarse como garantía de que el programa se va a aplicar
(además de los puntos específicos de cada uno) y de que se seguirá
trabajando por la unidad a mayores niveles. Pudiera ser que ante la
inmediatez de unas próximas elecciones parte del nosotr@s se
organice entre sí y con amplia participación ciudadana con el
objetivo de acceder a las instituciones para demostrar que hay otras
formas de hacer política. Bienvenidas sean esas experiencias
inmediatas. Sin embargo no conviene olvidar, para el futuro, la meta
de conseguir una fuerza social cohesionada sin detrimento de su
pluralidad.
A
esa tarea debemos dedicar todos nuestros esfuerzos; la ocasión es
propicia. La lucha debe continuar y así desembocar en otro 22-M,
también pacífico, con otros objetivos y otra estrategia que
conduzca al cambio radical: social, político y de valores.
L@s
que no participaremos en procesos electorales, por decisión firme
del Frente Cívico, seguiremos trabajando por esa unidad y las
formas en que social y políticamente se manifieste. Desde esa
opción hacemos un llamamiento para que lo que han representado el 22
de Marzo y el 25 de Mayo no sea flor de un día y pase a ser un dato
más en la larga lista de las ocasiones perdidas.
.
21 comentarios:
Mi admiración por Julio no es lo fundamental para que yo escriba este comentario. La profundidad de su pensamiento si me hace adherirme a su propuesta. Yo si creo que se puede cambiar el mundo si llegar al poder, solo tenemos que ver que los que ejercen el poder no son los que lo tienen, por lo tanto si podemos cambiar el mundo. La cuestión es conseguir la partitura para poder tocar todos la misma melodía. Hasta siempre a todos.
Unidad para defender la justicia social en todos los frentes -también en el electoral-. Los partidos son instrumentos del pueblo para el cambio social. Debemos recuperar el acceso a los instrumentos para la gente y, en especial, para los trabajadores y los desempleados. Ellos (nosotros) son (somos) la esperanza.
Cómo le hubiera gustado leer este artículo a nuestro amigo Rafael Martínez Simancas, recientemente fallecido.
Pocas veces he visto a una persona, y menos a un político, con una visión tan clara de la realidad y con una capacidad de análisis tan extraordinaria como Julio Anguita.
Tiene razón en su análisis. Por mi parte, creo que Podemos está en ese momento que dice de Aníbal, con miedo escénico, no sabe qué hacer en estos momentos, se limita a entretener a la población con consignas y vítores puntuales en sus redes sociales. Debería alejarse del autobombo y del aplauso fácil, eso sólo lleva a una autocomplacencia nada buena políticamente.
Gracias y ADELANTE Julio!
Pocas veces he visto a una persona, y menos a un político, con una visión tan clara de la realidad y con una capacidad de análisis tan extraordinaria como Julio Anguita.
Tiene razón en su análisis. Por mi parte, creo que Podemos está en ese momento que dice de Aníbal, con miedo escénico, no sabe qué hacer en estos momentos, se limita a entretener a la población con consignas y vítores puntuales en sus redes sociales. Debería alejarse del autobombo y del aplauso fácil, eso sólo lleva a una autocomplacencia nada buena políticamente.
Gracias y ADELANTE Julio!
Sencillamente impresionante. Como siempre maestro.
un saludo
Magnifica exposicion Maestro Julio, ¿que piensa sobre el manifiesto humanista 200?, ¿puede sernos de ayuda, para formar una base etica a un movimiento unificador y transversal?,me responda o no, a sido un placer leerle y coincidir, como casi siempre.
Un saludo y cuidese, le necesitamos mucho.
La oportunidad histórica la representan unas clases medias esencialmente meritocráticas y un importante sector joven de la población.
Las clases medias meritocráticas, hasta hace poco cooptadas por el bipartito y la élite socio-económico que hay detrás, ha visto por fin desnudo al emperador: el Privilegio es la columna vertebral del sistema, empezando por la Jefatura del Estado, y en los momentos de crisis no ha dudado en atacar los segmentos donde hasta hace poco imperaba el mérito y la capacidad: los médicos, los maestros, los funcionarios, los empleados sin enchufe. Todos ellos han visto la verdadera faz de un sistema basado en el Privilegio para asignar posiciones de responsabilidad o para otorgar contratos públicos o privados.
Por su parte, los jóves, libres del miedo reverencial de los mayores a los "padres" de la Transición, hambrientos de perspectivas de futuro y perfectamente lúcidos ante el funcionamiento real del sistema, ven más allá de los espejismos inyectados durante décadas en las mentes de quiénes vivieron la época de la cooptación de ciertas élites sociales por parte de las preexistentes del Franquismo (es decir, la Transición). Por ello, el sistema de partidos entre los menores de 35 años es radicalmente distinto, existiendo una relación directa entre juventud/formación y alejamiento del Bipartito y de la Corona.
Esta es la oportunidad que hay que coger al vuelo, porque, como dice el compañero Julio, la decisión es ahora y sin pretextos.
Enric Uberta
Magnífico análisis de una situación que ya escapa de la normalidad, de la justicia y de los derechos que tenemos todos nosotr@s los ciudadan@s a que se gobierne por y para nosotr@s y no contra nosotr@s que somos los que sustentamos este sistema, en la que se han metido bichos que nos quieren comer y pudrir nuestro futuro. Ánimo señor Anguita y continúe por favor dando lecciones de este calibre, que instruyen y abren una ventana a la verdad.
Los escritos de mi tocayo son siempre impecables, como no podía ser de otra forma. De las tres premisas expuestas, particularmente incido en la primera de ellas, el programa, el proyecto. Si no existe un programa de gobierno completo, audaz y factible, avalado por expertos jurídicos, medioambientales y en economía alternativa, de poco valdrá un discurso común.
Don Julio Anguita González es sencillamente un genio y una persona de belleza y capacidades únicas.
Bien, comparto el anàlisis de Don Julio, pero no comparto su ideario. Me explico, quiero ser de podemos y que podemos no sea IU, lo siento no quiero menospreciar a Don Julio, sempre me ha parecido un gran politico y como persona "chapo" pero no quisiera que el partido comunista se "aprovechara" del factor "podemos". Con esto quiero decir que podemos no debe ser nada de lo anterior, debe ser"nuevo" ni de izquierdas ni derechas, ni centro ni oeste u este...por favor seamos el pueblo para el pueblo. Y si, es cierto podemos esta en panales, pero tambien es cierto que contamos con muy Buenos cerebros que estoy segura nos llevaran a aconseguir el cambio. Y por supuesto en podemos cabemos tod@s, Los que saben y Los que no sabem@s pero tenemos ganas de aprender. Ojala maestros Como Don Julio Anguita nos ayuden a construir una Sociedad mejor, con metodos nuevos, ideas nuevas, leyes mejores etc. que contribuyan a mejorar Las vidas de tod@s y no Los de unos cuantos. Cerremos de una vez el capitulo de lo pasado y vamos a crear un presents y futuro Para nosotr@s y nuestr@s hij@s. Gracias por darme la opurtunidad de dar mi opinion. Carmen.
De acuerdo con Ud., Julio, una vez màs.
En el punto tercero, el de la comunicaciòn, al cual me dedico, desde la honradez (y por tanto, padeciendo la "normal" persecuciòn institucional desde el minuto uno), exiliado/emigrado actualmente, entre otras razones, por la traiciòn de "IU" (que tampoco.. pero como le pagaban los carteles, tomaron las siglas...) tras la caìda del cacique "socialista", vìa radio comunitaria... con la llegada del PP a la sombra (y la llave para los compas que cerraron la radio y me patearon el culete...) a lo que voy...
Como yo la veo... las emociones... hay que introducir en el discurso las emociones... a quien no quiera escuchar... nada (y pensar como persuadirlo para que abra los oìdos)... y a quien se acerca al mensaje... desde mi experiencia hiperlocal... de radio cercana... y crìtica... en un pueblo "perdido" andaluz... Informaciòn/argumentaciòn/datos... por supuesto... pero hay que llegar a las emociones... y a sus problemas cercanos... directos... del dìa a dìa... no perderlos mucho con la Troika y demàs (macro)... està claro que cada pueblo/ciudad tiene su nivel... pero creo que en todos los pueblos/ciudades se palpa ya "la crisis" a nivel de barrio... familia... profesiòn... en las puertas y vidas de cada uno/a.
Y el humor... muy importante... el humor es un arma que pone de mala leche (nerviosos, les dificulta pensar... actuar... los lleva a cometer errores), al obispo... al rey... y al corrupto ;-).
Le deseo lo mejor, tanto a Ud. como a su familia.
Reciba un cariñoso saludo,
de un chiringuitero de Cala Negra ;-)
Comparto el artículo de julio, pero soy escéptico en que se pueda llevar a cabo pues históricamente los egos en los dirigentes de izquierdas an impedido la unión de la clase obrera,con lo cual lo que se pueda conseguir actualmente vendrá por organizaciones como podemos que los vemos diferente a los demás partidos de izquierda. Me alegra su recuperación julio
Julio Anguita habla como si la izquierda grandes logros hubiera conseguido, pero la realidad es que sus politicas causaron el desastre alla donde se aplicaron.
DON JULIO ni un paso atras siempre adelante
S. Julio es mejor hacer una pinza con P J Ramírez, Aznar y Alvarez Cascos contra el PSOE y el País. Es mejor no apoyar al PSOE an Andalucia y si hacer que tome el poder el PP en Extremadura.
Me resulta imposible leer todo el artículo. La primera parte del mismo sobra, salvo que el autor quiera demostrar su conocimiento de la historia clásica, romana, griega, cartaginesa, etc. insisto: SOBRA.
Luego viene a decir que cualquier "adosamiento" al PSOE es una trampa y algo como "peras y manzanas" es decir, imposible y no recomendable. (Revísense pactos en Andalucía y en Extremadura por si lo de la fruta se estropea) Luego cuenta una larga lista de Equos, Ataccs, IUs y no se cuantas mas siglas para llegar a Podemos y es ahí donde si se hace necesario e importante los pactos, acuerdos, coincidencias y contubernios. Luego, mas adelante no seguí leyendo porque mis limitaciones intelectuales quedan patentes en este escrito. Pero somos los más, los que somos algo escasos en formación político-intelectual, conste. Estoy en contra de cualquier asociación de partidos políticos, políticos con pasado, gentes con edad considerable y disfraces más o menos elaboradas detrás de oportunismos al calor de Podemos. El futuro pasa por la desaparición de la miscelánea caudillista de partiduchos que lideran "algunos" relevantes figurones que quieren seguir como sea "ahí, en el machito". Con darse de baja en aquellos partidillos, haciendolo constar en rueda de prensa suficiente y solicitando luego el ingreso como militante de base en Podemos, queda todo "fusionado" y nada mas.
manuelturnes@hotmail.com
Excelente señor maestro Julio Anguita.
<<<<Creo que ha llegado el momento de que esa fuerza a la que he denominado nosotr@s se reconozca y la reconozcan por algo más que la unión de los disconformes. Nos falta una propuesta que, a mi juicio, se compone de tres partes: programa, discurso y lenguaje didáctico. Sé, porque es evidente que cada organización de todas las que nos vemos en las movilizaciones tiene propuestas, programas y discurso. La cuestión estriba en que cada uno de ellos se subsuma en uno común que sea la identificación del nostr@s más allá de la protesta. Un programa común que para nada suprima, margine u olvide al de cada uno. Un programa, mínimo común que la opinión pública comience a reconocer como la contrapropuesta capaz de aglutinar a la mayoría. Imaginemos que cada organización es capaz de compartir con las demás una partitura, una melodía. Esa partitura sonará, única, aunque interpretada por cada instrumento. Unidad y pluralidad. <<<<<<<
Yo nunca hubiera podido expresarlo como lo ha hecho el señor Anguita.
Pero a riesgo de ser pesado no puedo dejar de repetir lo de un programa consensuado por todos los estamos en contra de las políticas neoliberales que están practicando tanto la derecha, como la social democracia europea. (Aunque de socialdemocracia hoy no tiene nada .) Como lo expresa el texto de Julio Anguita. Si bien pude que las veces que lo he expresado en los comentarios no lo haya hecho con la suficiente claridad.
Totalmente de acuerdo con Julio Anguita. Pero alguien tiene que empezar, las Elecciones generales se nos echan encima y esas elecciones hay que ganarlas por mayoría, llenando las urnas de votos sin olvidar tampoco la teoría de Julio Anguita de crear el contra poder. Ese contra poder es necesario proseguirlo con más fuerza el día después de ganar en las urnas.
Ese alguien puede ser el FCSM el que lance un borrador de programa, para que los de mas grupos que estén interesados Podemos, IU, en especial, lo discutan y terminen confeccionando un programa en el una gran mayoría pueda verse reflejada.
Ese programa no pude ser una carta que se pueda pedir a los Reyes Magos. Sino que cuando se promete algo a la población antes hay que producir ese bien o servicio.
Si se le promete a alguien que se le va a dar un huevo y un jamón de de bellota, lo primero que hay que empezar es por cuidar la gallina que ponga el huevo y el caso del jamón, habrá que empezar por cuidar el chaparro que tiene que echar las bellotas; que si echan un vistazo los encinares del norte de Córdoba, lo raro no es que no echen bellotas si no que no se sequen por el estado de abandono que se puede observar solo con darle un vistazo sin necesidad de ser ningún experto.
continuación
Excelente señor maestro Julio <<
En mi opinión este programa debería varios puntos puntos:
-La creación de dos millones de puestos de trabajo públicos. La financiación saldría directamente del banco Central Europeo. (Si Japón puede crear dinero por un 30% de su PIB. La Unión Europea también. 300.000 millones de Euros en el caso de España. Mas que suficientes para crear dos millones de puestos de trabajo). Si o si. Con el permiso del Banco Central Europeo o sin el.
¿Donde se crearan? Esa sera labor de los propios parados, empezando por los maestros despedidos por los recortes y sanitarios. Si existen seis millones de parados son seis millones buscando don de se puede crear un puesto de trabajo. Seguro que encuentran dos millones de puestos de trabajo.
Los pisos que tienen los bancos que pasen a ser propiedad del estado a cambio del dinero que el estado le a prestado.
El Banco Central Europeo le prestara directamente a los estados.
Eliminación de los billetes de banco para combatir la economía sumergida.
Intervención de los consejos de administración de los bancos y empresas del Ibex y sustituirlos otros bajo el control del Estado. Con ello se llegaría facilmente a las empresas filiares que estas tienen los paraísos fiscales. Se produciría un terremoto político.
Planificación de la economía para producir los bienes y servicios que necesita el país.
Protección de la producción de los productos de España frente el exterior.
Una política de comercio exterior basada en el trueque. (colaboración con los de mas países en lugar de competición).
Regulación de la economía en lugar de la desregularización actual.
Cambio del modelo energético actual por otro basado en energías renovables solar, eólica biomasa y hidroeléctrica .
A parte se tendría que tener mucho cuidado en que en ese programa no contuviera temas que pudieran contribuir a la división de la mayoría del pueblo.
Fuera de ese programa cada uno puede tener su programa marxista, trosquista, maoista, anarquista, nacionalista o de cualquier otra idea, sin olvidara sus ideas e incluso luchando por ellas, pero dentro de ese programa común solo vale el programa.
Como disfruto con los artículos de los auténticos enseñantes.
Mi texto favorito para tatuar siempre DD.HH.
Una nosotr@s.
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