Crossroad (1986)
Fuente: Cuarto Poder
Manolo Monereo *
Para Silvia Medina,
con el corazón partido
con el corazón partido
Siempre
hemos estado ahí y queremos ser protagonistas y actores principales en
la tarea colectiva de construir un Nuevo Proyecto de País. Así se podría
definir el último Consejo Federal de Izquierda Unida. Cayo Lara ha cumplido con lo que esperábamos de él, político limpio y al servicio del proyecto histórico que la IU de Julio Anguita
ha defendido desde hace tres décadas: reconocer la nueva situación del
país y dar paso a una nueva generación que ya es hoy mayoritaria en la
organización. Alberto Garzón es la cara, los ojos y la inteligencia de un proyecto colectivo que, como pronto se verá, es hegemónico en Izquierda Unida.
IU no es ni la izquierda de Podemos ni parte del bloque anti Pablo Iglesias
que los poderes están organizando en nuestro país. Julio Anguita, con
su lucidez acostumbrada, ha venido insistiendo mucho sobre una idea:
Podemos ha abierto una grieta y nosotros queremos convertirla en una
fractura del régimen borbónico en proceso de restauración. Queremos ser
alternativa, no alternancia y queremos converger con todos aquellos que
quieren ir a un proceso constituyente que, a nuestro juicio, debe de ser
una revolución democrática que haga a nuestro pueblo protagonista de su
destino.
IU es necesaria. Se puede decir que ahora más necesaria que nunca,
más allá de las encuestas y de los más o menos previsibles malos
resultados electorales. Lo decimos con humildad pero con mucho coraje
moral: sin IU, sin sus hombres y mujeres, sin sus cuadros y su
organización no habrá cambio verdadero en España. Eso lo sabe Pablo
Iglesias y lo sabe Alberto Garzón.
Somos, entre otras muchas cosas, una memoria colectiva. Nuestra
patria tiene una segunda oportunidad: poner fin a un régimen
oligárquico, autoritario y profundamente antinacional que nos ha
gobernado secularmente. La crítica a la transición tiene que ver con
esto. El PSOE fue siempre la restauración de ese régimen. Nunca luchó en
serio por un cambio real en el país. Nosotros queremos construir un
bloque democrático y popular capaz de cambiar la política desde la raíz,
democratizar el poder económico y asegurar la independencia de nuestra
patria.
No será fácil. Hay muchas maneras de ver las relaciones entre Podemos
e Izquierda Unida. Las palabras que vienen a la mente son muy
conocidas: prepotencia, sectarismo, partidismo estrecho y, diríamos,
querencia de aparato. La mayoría de nosotros venimos de otra tradición:
la de Pí y Margall, la de Costa, la de Pablo Iglesias, la de Jaime Vera, la de Azaña, la de Juan Negrín, la de Pepe Díaz, la de Dolores Ibarruri.
Es la “otra España”, la vencida y nunca derrotada, la que emerge cada
mañana y la que el 15M reivindica sin saberlo. Las luchas del pasado no
se olvidan, están ahí y emergen en cada momento donde la historia pasa
de la normalidad a la excepción. La excepción siempre confirma la regla.
Los oligarcas a lo suyo, a la explotación, a la miseria, a vender
nuestra patria al extranjero y a convertir a nuestro país en una base
militar contra los pueblos que luchan por su liberación nacional y
social.
Nosotros a lo nuestro, a lo de siempre: unidad lo más amplia posible,
lucha social y alternativa política. Está en nuestra memoria y en
nuestra práctica colectiva. Queremos construir un nuevo país que
garantice trabajo y dignidad para las nuevas generaciones; que recupere
la política como autogobierno de hombres y mujeres libres e iguales y
que haga de la defensa de las mayorías sociales el objetivo de la
res-pública.
IU, con todo su enorme patrimonio moral e intelectual, con toda su
fuerza organizada y con su experiencia política va a luchar para que no
nos roben, una vez más, el cambio. Lo vamos a hacer como siempre lo
hemos hecho, a la luz de nuestra gente, desde nuestro trabajo cotidiano y
desde un proyecto autónomo que pretende representar un punto de vista
de clase enraizado en el movimiento obrero y en la defensa de los
intereses generales de nuestro pueblo.
No tenemos miedo, nunca lo hemos tenido. Ni nos sentimos inseguros.
Vamos a luchar sin sectarismos y defendiendo la unidad del movimiento
obrero y popular. En eso nadie nos puede dar lecciones. Tenemos
principios que han guiado nuestra vida: la defensa de nuestro pueblo y
la lucha por unas libertades que queremos hacer reales. Algunos pueden
pensar que el sacrificio colectivo de la tradición que representamos no
mereció la pena. Se equivocan y se han equivocado siempre: más temprano
que tarde, tendrán su reconocimiento, nuestros asesinados en las
cunetas, nuestros miles y miles de torturados y represaliados, nuestra
mujeres que, sin saber lo que era el feminismo, tuvieron que soportar el
peso de hogares sin padre y sostener la vida.
Y más allá, los hombres y mujeres que venimos de la tradición
comunista de este país, que siempre supimos que los partidos son un
instrumento y que el partido de verdad es el partido “orgánico”, es
decir, aquí y ahora, la fuerza que construirá un poder constituyente que
nos traiga la República y la revolución democrática. El Partido
“orgánico” va más allá de nosotros, de las fuerzas hoy organizadas, y
necesita que se incorporen a la política miles de hombres y mujeres que
hoy solo ejercen el derecho a votar. Necesitamos fuerza organizada,
cuadros, proyecto, alianzas con los intelectuales críticos y
protagonizar la pasión colectiva que está naciendo.
Lo que dice IU es que vamos a luchar, que vamos a seguir uniendo y
queremos vencer. Se pone fin al repliegue interno y a la defensa pasiva.
Queremos ser actores principales y determinantes del cambio para que no
sea un cambiazo, para que la fisura se convierta en una fractura, para
que ganen los que siempre han perdido y para hacer protagonista a la
gente común y corriente.
Como sabéis, a esto se ha llamado siempre en España, República.
2 comentarios:
Bien Sr. Monereo.
En cuanto que Cayo Lara sea relevado por Garzon, me parece una mala noticia, lamentablemente hoy en España hemos perdido la cabeza y nos hadado la fiebre por la juventud y todos tenemos que ser jóvenes, guapos, rubios, con los ojos azules y sabiendo idiomas y cambiando a todo el mundo cuando empieza a enterarse de como funcionan las cosas, sin querernos enterar que lo importante no es ser joven, el aspecto físico de las personas o el tiempo que lleven en un cargo, si no sus ideas, su honradez y su trayectoria política.
Por eso me gustaría que pudiéramos contar con el compañero Cayo Lara por mucho tiempo en IU aunque sea en otro puesto.
Entiendo que los tiempos van en otra dirección y tal vez pueda ser mejor para IU que su cabeza visible sea un joven, y entre ellos Garzon tiene toda mi confianza, pero me jode que sean así las cosas. Cuando creo desde mi modesta opinión que Cayo Lara ha sido el mejor coordinador que ha tenido IU.
Yo creo que Monedero es de los que deberían haber dado un paso atrás hace tiempo
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