José Antonio Naz
Colectivo Prometeo.
FCSM
"Les mains sales (las manos manchadas) es el título
de una obra de teatro del gran filósofo existencialista Sartre,
ambientada en un país imaginario del Este de Europa en la Segunda Guerra Mundial, que me viene a la mente como parábola
de la encrucijada en que se encuentra Ganemos Córdoba ante
las negociaciones para formar el
gobierno municipal. Dicha agrupación de electores se debatiría entre la postura del protagonista HUGO y de su oponente
HOEDER. Ambos están inmersos en la realidad existencialista, en la que se ven
obligados a ejercer la libertad de decidir y actuar y asumir las
responsabilidades de sus actos. Pero los principios y los fines que les hacen
actuar son muy distintos. Ambos pertenecen al mismo partido (casualmente
llamado " Popular") pero entienden la militancia de manera
completamente diferente. Mientras HOEDER prioriza los fines de la búsqueda
del bienestar social por encima de la ideología, o incluso
traicionándola, HUGO subordina todas sus actuaciones a la ideología,
aunque le suponga contradecir sus
sentimientos humanos y su propia conciencia. El primero traiciona a su partido,
del proletariado y comunista, con el del
" Pentágono", burgués y capitalista. El segundo,
fiel a sus dictados ideológicos, está
dispuesto a pasar gran parte de su vida en prisión
por cumplir con su obligación de asesinar al traidor, aunque se siente emocional y humanamente muy unido a él.
Igualmente podemos percibir dos " almas" en Ganemos Córdoba,
y muchas personas adscritas al proyecto se debaten entre ambas:
1.- Mancharse las manos
apoyando o gobernando con el PSOE, corresponsable de las políticas
anti populares cuya confrontación es la causa y razón
de ser de la existencia de Ganemos, a cambio de intentar que se realicen
algunas medidas de emergencia de las clases sociales más
desfavorecidas...Con la incertidumbre y la inseguridad de que se realicen las
políticas pactadas si no se está gobernando o
la imagen de falta de coherencia si se gobierna con dicho partido.
2.- Mantener los principios y el consecuente enfrentamiento al
bipartito, renunciando a las posibles mejoras inmediatas en aras de un futuro más
perfecto y acorde con los ideales. En este caso hay que mancharse condenando
como traición y componendas los acuerdos con el PSOE. Y estar dispuestos a
afrontar los clamores y las recriminaciones de la mayoría
de los cordobeses y cordobesas que no quieren que siga gobernando el PP y que,
por muy poco razonable que pueda parecer, piensan que aunque hagan lo mismo el
PSOE es de "izquierdas". Habrá que explicar
y convencer a toda esa población de que " gato blanco o
gato negro, cazan ratones". Y hacer ver a las personas en situación
de emergencia que los pequeños gestos o pequeñas medidas que podrían
conseguirse momentáneamente pueden servir para perpetuar una misma situación
de fondo y refrendar la idea de que no es posible otra política
y sólo cabe la alternancia dentro del mismo sistema.
En la obra de Sartre, HOEDER no tiene ninguna duda, actúa
con decisión y aparentemente sin remordimientos, valorando fríamente
y sin sentimientos en cada momento el precio conseguido por sus
"traiciones". En cambio HUGO se ve envuelto en un mar de dudas y de
sentimientos encontrados ante el "deber" de asesinar al camarada
traidor; y al salir de la cárcel necesita de conversaciones con compañeros
y reflexiones propias para finalmente asumir con todas las consecuencias su
responsabilidad y no arrepentirse de llevar hasta sus últimas
consecuencias sus principios y deberes ideológicos.
La "morale" (moraleja) de esta historia, totalmente
aplicable a la comparación con Ganemos, es que en este mundo "existencialista" no
podemos eludir la obligación de ejercer la libertad, lo que supone tener que elegir. Y cada
elección debe hacerse asumiendo por completo la responsabilidad que
supone, teniendo en cuenta además que cada decisión
tomada va haciendo y conformando nuestro propio ser y va a ir condicionando una
cadena interminable de futuras opciones. Esto, indudablemente, crea la angustia
existencial con la que hay que aprender a vivir y ser felices. Como era feliz
Sysifo (mito que da nombre a un ensayo de Alberto Camus) mientras cumplía
la condena de los dioses de tirar una gran piedra desde lo alto de la montaña
y bajar a por ella para subirla y volver a empezar, por toda la eternidad.
Porque la felicidad del proyecto de Ganemos Córdoba debe
encontrarse en el propio proceso de configuración que se
viene consolidando con todas y cada una de las decisiones y actuaciones que se
ve obligada a tomar, en la forma compartida y abierta de actuar y la fuerte
voluntad de asumir la responsabilidad de sus actos.
2 comentarios:
"Mientras HOEDER prioriza los fines de la búsqueda del bienestar social por encima de la ideología, o incluso traicionándola, HUGO subordina todas sus actuaciones a la ideología, aunque le suponga contradecir sus sentimientos humanos y su propia conciencia. "
Los fines de la búsqueda del bienestar social y la felicidad deben formar parte de la propia ideología, es decir, debe comprenderse que la coherencia con la ideología y su propia descripción realista, coherente y compleja de la realidad empírica es el único camino posible que permitirá ceñirse a los sucesos realistas que desembocarán en otra sociedad más civilizada.
Ceñirse al cortoplacismo impuesto por el Capital conlleva a aceptar unos condicionamientos capitalistas ficticios (en cuanto a que no están fundamentados en hacer el bien, ni lo pretenden) del adversario, que darán como resultado una mercancía que el adversario te ofrece a cambio de seguir dejando que ejerza el mal.
Es decir, se estará vendiendo el bienestar real y pleno, por las cuatro migajas que el Capital te pueda dar para mantener la subordinación, es decir, para mantener la libertad de decisión sobre cuantas migajas existen y pueden ser repartidas entre quien le plazca.
Si HUGO subordina sus actuaciones a la ideología cabe la posibilidad no mencionada en el texto de que no le suponga contradecir sus sentimientos humanos y su propia conciencia, precisamente, porque comprende que su ideología tiene sendas relaciones existencialistas con la propia realidad.
"El primero traiciona a su partido, del proletariado y comunista, con el del " Pentágono", burgués y capitalista. El segundo, fiel a sus dictados ideológicos, está dispuesto a pasar gran parte de su vida en prisión por cumplir con su obligación de asesinar al traidor, aunque se siente emocional y humanamente muy unido a él."
Partido e ideología son dos entidades distintas, no son necesariamente lo mismo. Primer error.
Consecuentemente, que el segundo siga fielmente los dictados de su ideología no es sinónimo de que haga todo lo que el partido le ordene que haga, pues como ya he mencionado partido e ideología son cosas distintas.
Institución e ideología que la institución se agencia son cosas distintas. Porque la ideología no es un mantra que una clase superior institucional ejerza como si sabios supremos se tratará. La ideología es la teoría cosmogónica consecuencia de la reflexión humana más profunda. Dicha reflexión no pertenece a nadie específicamente, más que a la condición humana.
Consecuentemente, ninguna institución ni ningún humano a través de la misma pueden ni deben monopolizar la ideología pues la ideología no es monopolio de la institución fabricada, sino la consecuencia de la reflexión natural humana de sus propias experiencias y de la descripción del mundo a través de ellas y la razón coherente.
El camino correcto es la comprensión del Todo. Tanto en términos racionales como irracionales; emocionales y perceptivos/cognitivos.
El idealismo es imprescindible. Tanto HUGO como HOEDER lo son. Uno por mantenerse firme frente a las corrupciones de la ideología que sabe realista para alcanzar un fin loable mediante un proceso loable, el otro, por buscar el ideal del bienestar sin caer en dogmas no reflexionados y criticados lo suficientemente respecto a la descripción de la realidad que otros (los institucionales) han descrito (la ideología institucional).
Es necesario aprender de quien se enfrenta solo al mundo, sin ambages de ningún tipo y condición, sin retribuciones de ningún tipo más que la necesidad de conocer lo que es, pues carece de cobardía y el propio mundo le obligará a ser coherente si pretende no sufrir personal e indefinidamente, además de no conseguir desentrañar los misterios del universo.
Yo creo que los cordobeses deben preguntarse: si Ganemos e IU no han sido capaces de entenderse entre ellos. ¿Con quien van a entenderse?
Pobres ciudadanos. ¿Que habrán hecho para merecerse estos cabezones?
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