El voto

 

Juan Rivera
Colectivo Prometeo

Aunque ya sabemos por experiencia que escuchar en algunos bares al energúmeno que  voz en grito pontifica sobre lo divino y lo humano (mientras arregla España sosteniendo un cubata) se encuadra en los “deportes de alto riesgo”, lo por mí oído al día siguiente de convocar Pedro Sánchez elecciones generales para el próximo domingo 23 de julio, entra dentro de la categoría “Cuñadismo extremo”. Esa que combina ignorancia y toxicidad en mezcla explosiva.

El individuo en cuestión - físicamente dos mesas detrás, a efectos prácticos un megáfono incrustado en mi oído izquierdo- removía con parsimonia el café  mientras impartía una lección magistral a sus tres contertulios. En esta ocasión desarrollando la tesis de la manipulación “casi segura” (sic) del voto por correo en la cita electoral del verano.

Y tras haberse respondido mentalmente un “¿Que no hay huevos? Sujétame el vaso” brindó a sus acompañantes (y al resto de los que estábamos desayunando pues la perorata tenías que escucharla sí o sí) el siguiente argumentario, pieza dialéctica que sería la envidia de cualquiera que aspire a buen orador: “Verás, la cosa es sencilla: ¿quién te dice a ti que un empleado de Correos, de Podemos o comunista, cuando lleve la saca con los votos no para la furgoneta, hace el cambiazo y llena los sobres que le han dado solo con papeletas de los suyos? Es fácil. ¿Quién se enterará si luego se mezclan en la urna con los otros?”

Escuchando la barbaridad me di cuenta - al igual que tú lo has hecho- de dos elementos que chirriaban pero a la vez situaban la posición del “filósofo“: la primera es que en ningún momento se refirió a una ilegalidad que pudiera idear cualquier empleado de Correos, independientemente de su ideología. Acotó específicamente la maldad y el posible fraude en el campo de la Izquierda.

La segunda es que pese a no tener ni puta idea de lo que estaba hablando e ignorar totalmente como se vota por correo y los requisitos que piden para ejercer ese derecho, el  moderno fray Gerundio de  Campazas, alias Zotes, era capaz de pronunciarse taxativamente sobre el tema. 

Ante la osadía y firmeza de sus falacias no hacía falta ser una lumbrera para deducir que Eduardo Inda, Pablo Motos, Ana Rosa Quintana, Federico Jiménez Losantos y Carlos Herrera formaban el repóker de dioses de los que se nutre su ideario.

Pero ahí no quedaba la cosa. Entre los acompañantes no se alzó ninguna voz advirtiendo: “Illo, qué barbaridades comentas. Eso no es así” sino que por el contrario se limitaban a cabecear asintiendo como cabestros sin decir esta boca es mía.

Supongo que mientras hablaba aplicaba inconscientemente el dicho “Piensa el ladrón que todos son de su condición”.

Como una imagen vale mucho más que mil palabras emplazo a cualquier lector que haya ejercido de apoderado o interventor a que refresque la memoria y recuerde si en la mesa electoral que le tocó controlar ejercía su derecho de voto una residencia de ancianos. Entonces seguro que  presenció la llegada a primera hora- colegio recién abierto- de una larga fila de residentes pastoreados por monjitas que vigilaban diligentemente mientras depositaban su voto.

Y al finalizar la jornada  comprobó como una vez abierta la urna y se llegaba al recuento de los últimos sobres, los que se introdujeron primeros, en lugar de expresar la variedad que iba teniendo hasta ese instante la votación se volvían uniformes pero no para apoyar a partidos marxistas, bolivarianos, comunistas o cualquier caterva de rojos piojosos sino para nutrir los números de la opción más conservadora que se presentase. Pero claro eso eran casualidades de la vida y nosotros unos mal pensados.

Por ello no debe extrañarnos que, como hicieron hace unos días antes de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, empiecen otra vez con el run -run - por favor no llamemos “ fake news” a lo que realmente son mentiras asquerosas- de que vamos a falsear los resultados. Aunque luego el recuento final, tal como pasó el domingo 28 de mayo, demuestre con claridad la mentira.  

Pero eso da igual.Ya sabemos que la Derecha hispana, cada vez más enquistada en posiciones ultras solo acepta los resultados cuando gana.

Si los votos no le llegan cuestiona, difama y mantiene contra viento y marea a sus peones caducados del Poder Judicial mientras utiliza a la Brunete mediática para allanar el terreno.

 No seamos tan ingenuos como para pensar que esta vez va a ser distinto y el 23 de Julio pondrá sobre la mesa otro planteamiento.Quien tiene un sentido patrimonial del poder considera que todo vale con tal de alcanzar sus objetivos.

 Y nosotros ¿qué hacemos? Ante los recortes que pregonan extensión de derechos, ante la bilis y la hiel nuestra mejor sonrisa, ante las palabras huecas y sin propuestas, programa, programa, programa.

Con los pocos días que quedan a ver si -sin que sirva de precedente-somos capaces de darnos una alegría en la casa del pobre. Para ello es imprescindible que nos creamos sin titubeos lo de que esta vez toca sumar y meditemos bien las respuestas que demos a las lógicas diferencias de criterios.Desterrando los golpes de tuit o de Whatsapp

No se trata de desfilar uniformados al paso de la oca sino con los brazos entrelazados para darle la razón a Benedetti y demostrar que “en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”

Cuando en 1986 fuimos a las primeras elecciones andaluzas donde concurrió la Izquierda Unida -Convocatoria por Andalucía encabezada por Julio Anguita hicimos pegatinas con el lema “En junio Julio”.

Para las próximas -aunque en Córdoba nos tiente lo de “Escuela de calor”- nos puede servir lo de “En Julio no nos doblegáis”.

Como decía Leonard Cohen “a veces uno sabe de qué lado estar simplemente viendo quienes están del otro lado". Pues  a los olvidadizos no debería hacer falta recordarles lo que espera en la otra orilla: un grabado de Goya con la leyenda “El sueño de la sinrazón  produce Ayusos, Morenos y Bellidos” en el que murciélagos y otros animales sobrevuelan la cabeza del ingenuo arrastrando letreros en las patas con los nombres de las decenas de casos de corrupción, privatizaciones y desprecio a las libertades colectivas que ha caracterizado la gestión de los “prohombres todo por la Patria  Pasta”  cuando ejercen . 

 Y si queremos droga dura,para ver traducida a obra de arte las consecuencias que traería aplicar el programa de Vox  basta con pararse un rato delante del cuadro de  Fussli “La Pesadilla”.

Como el componente masoquista no lo tengo desarrollado, lo siento, no comparto el criterio de que un gobierno PP/ Vox es lo mismo que otro donde esté Sumar. 

Entendiendo que tras la suma se aglutina la Izquierda con todas las imperfecciones y carencias que queramos sacarle.

Lo dicho, como seguidor del Betis y creyente del “manque pierda” a  ver si el 23 de Julio   en la segunda parte del partido helamos la sonrisa de quien vendió por anticipado la piel del oso, evitamos la goleada pronosticada y nos llevamos  el trofeo,

Para conseguirlo todas las manos son necesarias. Crucemos dedos

Por cierto, junto a las mentiras ya enumeradas en estas semanas seguro que también se van a difundir los " burdos rumores". Pero sin la gracia que tenía Javier Krahe para convertirlos en una deliciosa canción.

 Ya empieza a sonar un clásico. El que se pone  sobre la mesa cada  tres o cuatro o elecciones - seguramente tiene como fuente la sede de Ferraz-   de que algún asesor lumbrera  está aconsejando a Yolanda para que  no nos  presentemos en todas las provincias y así  facilitar el voto útil al PSOE.

El burdo rumor es un remedo  del invento felipista de la " casa común" o la ceja de Zapatero  que además ignora como funciona nuestra psique en estas tesituras, pues sería dar por perdida la batalla antes de entrar a combatir, algo que no hacemos nunca.

El otro, por desgracia más creíble es  que los burócratas de las organizaciones quieren entrar en tromba ( como postulantes) en la carrera para encabezar las listas. Lo que implicaría miopía extrema pues la situación requiere osadía y propuestas frescas, no aparatistas.

¡Que se trata de Sumar, no de que empecemos a restar antes de entrar en campaña!