¡TARJETA
ROJA A LOS GOBIERNOS CÓMPLICES CON EL FRAUDE Y LA CORRUPCIÓN!
Una oleada de corrupción emerge desde las cloacas del
sistema sociopolítico y amenaza su estabilidad y supervivencia.
Las principales instituciones del régimen surgido de la
transición, la monarquía, la mayoría de los principales partidos
de gobierno del arco parlamentario, representantes de la patronal y
la banca, y un sinfín de cargos de menor rango han sido y están
inmersos en procesos judiciales por corrupción y fraude.
Muchos ciudadanos sospechan, con razón, que los casos
emblemáticos de Urdangarín, Gurtel-Camps, Bárcenas, Palau-Millet,
Alfredo Saez-Banco Santander, Diaz Ferrán-Marsans, Pallerols,
Pretoria, Mercurio, Mercasevilla, etc., son solo la punta del
“Iceberg” del fraude y la corrupción.
Sin embargo no hay corruptos sin corruptores, y todos
ellos forman parte del mecanismo de reproducción de un sistema
económico injusto, cleptocrático y especulador responsable de la
mayor crisis económica y social de los últimos tiempos.
La Organización de Inspectores de hacienda del Estado
ha denunciado repetidas veces la tolerancia de los gobiernos de
España y de la Unión Europea ante el abuso y fraude fiscal que se
concentra en las grandes fortunas, multinacionales y grandes empresas
que utilizan paraísos fiscales y otras tapaderas para evadir
impuestos. Diversos estudios han cuantificado en 70.000 millones de
euros el fraude fiscal anual en España durante los últimos años,
otros estudios denuncian que asciende a 80.000 millones.
La respuesta del Gobierno del Estado, en connivencia con
la mayoría de gobiernos autonómicos, ha sido mirar hacia otro lado,
no proveer a los inspectores de hacienda de medios humanos y
legislativos suficientes, y periódicamente indultar a los
principales delincuentes de cuello blanco.
Finalmente han sido publicadas pruebas documentales que
implican entre otros al actual Presidente del Gobierno y a un
conjunto de sobornadores del ámbito del sector de la construcción,
principal responsable de la enorme crisis de nuestro país. Nuestro
sistema político es un fraude de dimensiones mayúsculas, que se
ampara en formas solo aparentemente democráticas.
En el contexto de una crisis económica y social de
dimensión histórica, con un paro que bordea los 6 millones de
personas sin empleo en España y 900.000 en Catalunya, con 2,2
millones de ciudadanos/as en Catalunya por debajo del umbral de
pobreza, con 1,8 millones de hogares en España con todos sus
miembros sin trabajo, con un número creciente de hogares y personas
sin ningún tipo de ingreso, los gravísimos escándalos de
corrupción devienen en insoportables socialmente, provocando
indignación, rabia y cólera en la mayoría ciudadana.
Si a ello añadimos los sucesivos recortes de derechos
en servicios públicos básicos, la última contrarreforma laboral
que facilita y abarata los despidos, y empuja hacia la devaluación
salarial, el repago sanitario, las privatizaciones de recursos
públicos, mientras la desigualdad aumenta, los jóvenes se quedan
sin futuro, y los ricos incrementan sus fortunas hasta disputar las
primeras plazas del ranking de multimillonarios del planeta, podemos
comprender que las condiciones para un gigantesco estallido social y
ciudadano están madurando rápidamente.
¿Cómo no comprender el sentimiento de frustración y
odio de muchos ciudadanos cuando conocen que solo con una parte de lo
que se defrauda y roba por los ricos podría financiarse las
prestaciones para superar la pobreza en España y Catalunya?
El Front Cívic de Catalunya advierte que nos
encontramos ante una situación excepcional, de auténtica emergencia
social y política. No podemos consentir que el sufrimiento se agrave
y eternice entre la mayoría ciudadana. Solo la ciudadanía
movilizada, consciente de su poder podrá encontrar la salida del
laberinto de la crisis y levantar una nueva esperanza. Solo con la
participación de la ciudadanía en los asuntos públicos, será
posible poner en marcha las medidas económicas, sociales y políticas
que den solución a las necesidades de la mayoría.
El régimen y los gobiernos que toleran la corrupción,
provocan paro, pobreza y desigualdad han fracasado. Su legitimidad
está por los suelos y solo se sostiene por la inercia y el apoyo de
otros poderes cada vez más desacreditados.
Cuando el rey y los gobiernos aparecen desnudos
mostrando sus miserias a los ojos del sentido común, no es posible
esperar que nadie resuelva por nosotros. ¡Es la hora de la
ciudadanía! ¡Es la hora de la acción de los trabajadores y
trabajadoras, del pueblo!
El Front Cívic llama a la movilización contra los
gobiernos cómplices de la corrupción, a enseñar la “tarjeta
roja” a esos gobiernos, a desencadenar una rebelión cívica que
devuelva el poder a la sociedad frente tanta indignidad.
Llamamos a todos los ciudadanos a entender de los
asuntos públicos, a alzar su voz en todas partes levantando debates,
difundiendo información, polemizando con los comunicadores del
sistema.
Convocamos a toda la ciudadanía a organizarse con
nosotros, desde la pluralidad de ideas y compromisos, pero con una
voluntad de compartir la defensa de los derechos básicos de las
personas, expresadas en nuestra propuesta de 10 puntos
Se trata de que tengamos la capacidad de organizarnos y
empoderarnos de nuestros asuntos. Se trata de exigir un proceso
constituyente que organice la vida social sobre unas bases favorables
a la mayoría. Se trata de pasar de la indignación a la
organización, para hacer posible la acción.
Una acción construida sobre el compromiso de los de
abajo para exigirles que se vayan. Su hora ha terminado. ¡Es la
hora de la mayoría ciudadana!
Barcelona, 31 de enero
2013
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