Juan Laborda Fuente: Voz Pópuli
Mi asombro ante el análisis de economistas sesudos y periodistas de distinto pelaje ya no alcanza límites. El dato de la EPA del segundo trimestre implica que el crecimiento económico continúa siendo negativo, reflejando en realidad la mayor precarización del factor trabajo de nuestra historia democrática. La
situación actual se antoja absolutamente insostenible. En España se
puede afirmar de manera rotunda que trabajar no garantiza salir de la
pobreza.
En un excelente análisis en Nueva Tribuna, Enrique Negueruela
lo explica muy claro. “Cuando se está modificando el tipo de jornada
habitual, hay que tener mucho cuidado con las cifras, y no confundir
creación de empleo con precarización del existente. Si se destruyen mil
empleos a jornada completa y se crean 1.500 a media jornada, en realidad
no hay más trabajo porque se destruye en horas el equivalente a 250
puestos de trabajo. Según la EPA se han perdido casi cuatro millones de horas de trabajo y hay 128.800 ocupados más.”
Más adelante el propio Negueruela, afirma a partir de los propios datos de la EPA,
“en un año se han perdido el 0,7% de las horas trabajadas aunque el
número de ocupados aumente el 0,8%. Este aumento de ocupados se produce
exclusivamente en el sector servicios. En ese sector aumentaron las
horas un 0,2% y el número de empleos un 1,7%. La industria ha perdido un
1,8% de las horas trabajadas. La industria manufacturera,
concretamente, perdió un millón y medio de horas y diez mil ocupados.
Una vez más se manifiesta una gran debilidad por falta de sectores
tractores de una recuperación que aún no ha comenzado. En este sentido
los datos del trimestre pasado eran más esperanzadores: aumentó el
número de horas trabajadas respecto al año anterior.”
Mi propuesta al INE
Con el fin de evitar erróneas interpretaciones del dato de la EPA, le propongo al INE una solución. Por favor imiten al Bureau of Labour Statistics de los Estados Unidos, y publiquen distintas medidas de tasa de paro que reflejen tal precarización.
Los economistas que analizan la economía estadounidense suelen utilizar
una medida de tasa de paro muy conocida por sus siglas, U6, o “unemploment 6″ y que refleja mejor la realidad del mercado laboral.
A la tasa de paro convencional se añade, por un lado, aquellas
personas que actualmente ni están trabajando ni están buscando trabajo,
pero indican que quieren y están disponibles para un trabajo y han
buscado empleo en algún momento en los últimos 12 meses. Por otro, se
incorpora además los trabajadores desalentados, aquellos que han dado
una razón relacionada con el mercado de trabajo para no estar buscando
empleo. Finalmente se incluyen las personas empleadas a tiempo parcial
por razones económicas, es decir, aquellas que desean y están
disponibles para trabajar a tiempo completo, pero han tenido que
conformarse con un horario a tiempo parcial. Si la tasa de paro oficial, denominada en Estados Unidos U3, se
reduce pero la tasa de paro U6 se incrementa no hay ninguna
recuperación del mercado laboral. Esa sería la situación actual del
mercado laboral español.
El cacao mental del Gobierno
Una vez que se ha desmontado las chorradas de mejora de la
competitividad para impulsar un nuevo modelo de crecimiento económico
vía sector exterior, la Alemania del Sur, vuelven a las andadas, un
crecimiento financiado con deuda y un intento de reavivar el consumo
privado vía crédito. No saben de comercio exterior, no han analizado qué
factores idiosincráticos y macroeconómicos determinan y explican la
probabilidad de exportar de la industria patria, y cuáles la intensidad
de las exportaciones. El “repentino” e intenso empeoramiento de nuestro
sector exterior durante los últimos trimestres les ha devuelto a la
cruda realidad. Se ha incrementado de nuevo la deuda externa neta de España hasta alcanzar un nuevo récord histórico, nada más ni nada menos que 1,021 billones de euros, el 99,8% del PIB. Aún no hemos salido de la crisis y una nueva crisis de balanza de pagos se cierne sobre nuestra economía.
Y ahora pretenden impulsar el consumo privado cuando las rentas, la riqueza y la deuda impiden cualquier recuperación sostenible del mismo. Lo intentarán hacer vía crédito y con su chapucera reforma fiscal.
Nada nuevo. No analizan, no estudian, no calculan. En nuestra querida
España, después de más de seis años de intensa recesión, ninguna de las
causas que originaron la actual crisis sistémica, un volumen brutal de
deuda y una banca insolvente, se han solucionado. Se ha vuelto a
reactivar una dinámica de retroalimentación del proceso de endeudamiento
con nuevas burbujas financieras como único camino de superación de la
crisis.
Sin embargo hay una notoria diferencia respecto a 2008. Mientras que
en 2008 la mayoría de la deuda era privada, los procesos de resolución
de la crisis bancaria y otros paralelos de socialización de pérdidas
privadas ha disparado el volumen de deuda pública a niveles inasumibles.
Cuando los mercados financieros aumenten la aversión al riesgo todo el
chiringuito se desmontará y la culpa será tanto de la incompetencia
estructural de la ortodoxia como de la defensa de los intereses de la
superclase por parte de nuestros políticos.
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