Juan
García Ballesteros
Presidente
del Colectivo Prometeo/ FCSM
La participación ciudadana es un concepto amplio que se refiere a la
posibilidad que tiene la sociedad civil para que, mediante
propuestas, acciones e iniciativas, pueda participar en la toma de
decisiones políticas, económicas, sociales y culturales que le
afectan. La participación ciudadana es un factor primordial para
lograr una sociedad realmente democrática, una sociedad de personas
libres, responsables y comprometidas. Requiere dos condiciones: una
ciudadanía concienciada y dispuesta a ejercer su derecho a defender
los intereses de la mayoría y unas instituciones que lo permitan.
La Constitución del 78, tan vilipendiada por el bipartidismo que nos
ha gobernado en las últimas décadas, recoge que “los ciudadanos
tienen derecho a participar en los asuntos públicos directamente…”
(art. 23). También “la ley establecerá las formas de
participación de los interesados… en la actividad de los
organismos públicos cuya función afecte directamente a la calidad
de la vida o al bienestar general” (art. 129). Al igual que otros
muchos, este artículo es papel mojado para el PP y el PSOE. Es más
la posibilidad de participación ciudadana que recoge nuestra
Constitución (art. 87) planteando una Iniciativa legislativa
Popular (ILP) ha sido despreciada por estos partidos. En los 30 años
se han planteado 66 ILPs, de las cuales 10 han reunido los exigentes
requisitos para que sean admitidas a trámite. Algunas sobre asuntos
tan importantes como: financiación del Sistema Educativo, regulación
de la Jornada Laboral, estabilidad y seguridad en el empleo, poder
adquisitivo de los funcionarios públicos, empleo estable y con
derechos o la regulación de la dación en pago. La mayoría han sido
rechazadas (dos de ellas aún en trámite) por el PP y una por el
PSOE.A estos partidos no les interesa la participación de la
ciudadanía en los asuntos públicos que les afectan. No quieren que
el pueblo opine, exija sus derechos y plantee cambios sustanciales
ante los desastres y atropellos que está sufriendo por los recortes
en los servicios públicos (sanidad educación, dependencia,…), en
los salarios y en derechos laborales y sociales. Sólo les interesa
mantener aborregado a ese pueblo que dicen defender y que desprecian,
para exigirles su voto, irreflexivo y manipulado, cada cuatro años y
seguir con sus privilegios de clase política dirigente, corrupta y
mentirosa.
Ya en el terreno Local, se manifiestan los mismos miedos y rechazos a
la participación ciudadana en la vida pública. Aunque a los
partidos oficialistas se les llena la boca durante las elecciones de
la importancia de la “participación”, una vez tomado el
Ayuntamiento se desmemorian y hacen “su política”, desprecian
las promesas electorales e imponen a su antojo y conveniencia
ideológica sus decisiones.
Nuestra ciudad tiene en vigor (3-5-2007) un completo Reglamento de
Participación Ciudadana que recoge un amplio abanico de
posibilidades de participación de los cordobeses/as en la gestión y
funcionamiento de la ciudad. De ese documento sólo se ha puesta, y
no totalmente como veremos, la parte correspondiente a la
representación indirecta, por medio Órganos de Participación (Cap.
4º) y dejan aparcado el Capítulo 2º “Derechos de participación
de los ciudadanos y ciudadanas”. Así en los últimos cuatro años,
en Córdoba, no sólo no se ha facilitado la participación
ciudadana, sino que, en lo relativo a la promoción y potenciación
de Colectivos (sociales, vecinales, educativos,…), se ha primado y
reforzado aquellos cercanos ideológicamente al PP (cofradías,
procesiones, romerías,…) y se ha posibilitado el expolio de
bienes e inmuebles públicos y municipales por parte del Obispado.
Pero el sentido real de la participación ciudadana no puede
limitarse a que el Ayuntamiento de turno permita que su pueblo pueda
intervenir y participar en la vida política para hacer propuestas y
mejorar sus condiciones de vida en lo personal y en el ámbito
comunitario. La participación ciudadana debe ir más allá y
posibilitar que la ciudadanía, de forma abierta, democrática y
libre, pueda elegir a las personas que crean más capaces y
preparadas para defender los intereses colectivos desde la
institución.
Esto es lo que ha defendido, programado y llevado a cabo Ganemos
Córdoba con la elección en listas abiertas a la ciudadanía de
los candidatos/as a concejales y con la elaboración colectiva de su
programa electoral, en el que se han recogido las necesidades reales
de la población para que el ámbito municipal debe sea el espacio
común de convivencia y el más adecuado para solucionar los
problemas y necesidades de la ciudadanía.
Ganemos
Córdoba recoge en su programa electoral que el “avanzar en
nuevos modelos para que la participación de la ciudadanía sea real
y frecuente, exige de nuevas herramientas para lograrlo. La extensa y
diversas red de organizaciones sociales, la asamblea como elemento de
acción directa, los medios tecnológicos –web, redes sociales-
etc., nos abrirán nuevas oportunidades para que el gobierno de la
ciudad no se haga mandando sino obedeciendo a la ciudadanía. Para
ello, Ganemos Córdoba, gobernando el Ayuntamiento, promoverá
la participación horizontal con medidas como: procesos de
participación directa en la toma de decisiones a través de Internet
y consultas ciudadanas, cuyo resultado el gobierno municipal de
Ganemos Córdoba tomará como vinculante para que la
ciudadanía sea la que decida”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario