La construcción de una lucha (2ª parte)
Alberto Sánchez
Frente Cívico “Somos Mayoría” Zaragoza y Ahora en Común
Fundamentos para la lucha.
Entendemos la Renta Básica Universal
como una necesidad de la economía, algo determinado por las nuevas
tecnologías, los medios de producción y por la propia historia de la
propiedad, propiedad de la tierra, del agua, del Sol… en definitiva de
todo lo natural, todo lo que está ahí, utilizado por unos para su
dominio y visto por otros como su futuro de vida, su sistema ecológico
que lo mantiene aquí, en relación con su vida.
Su
aplicación no es un problema real, técnico o imposible, no es algo
quimérico. Su financiación la coloca dentro de lo posible, esa podía ser
la primera de las premisas de la Renta Básica y la segunda el carácter
determinista que la impulsa como necesaria, con las superaciones
tecnológicas del trabajo y su escasa demanda de mano de obra de diversa
cualificación laboral. Se propone como una necesidad de la auxilio del
marco de los derechos humanos en la historia, como el principio del fin
de una historia de explotación.
En base a estas premisas:
Entendemos
una necesaria materialización económica global, de una RBU, para una
integración social de las personas al mundo de la economía, al trabajo, a
la vida cultural, persona, familiar y política.
También es un
principio de lucha económica frente a la exclusividad que plantea el
sistema productivista del que se nutre el dominio capitalista y su libre
cambio.
El avance
tecnológico como un elemento que la determina necesariamente una RBU por
la propia necesidad económica del consumo y la forma de manutención, en
un modelo de integración en el reparto del empleo.
También como
derecho histórico de lucha de clases, en la que somos sometidos por el
sistema de propiedad burgués que se adueña de todo en nombre de su
producción y su beneficio, y en el que plantea una humanidad desposeída y
esclava de sus mecanismos de producción, en el que la RBU, juega un
papel de reivindicación de clase trabajadora, que se niega a ser
cautiva, pasiva y objeto de quita y pon, de la clase rica, poderosa y
propietaria.
En cuanto a
su materialización como derecho, entendemos que es parte de esa lucha,
en la que finalmente tendrá que aportar de su beneficio la clase
propietaria de mecanismos de producción, fondos económicos y bancarios,
mediante una profunda reforma fiscal, una banca pública y un acuerdo de
Estado sobre la deslocalización empresarial.
La RBU es un ingreso individual, incondicional, irrevocable y universal
que reciben todas las personas por su condición ciudadana. Lo
consideramos un derecho fundamental que, junto a los derechos a la
educación, la sanidad, la vivienda, la información, la participación y
un medio ambiente saludable, son necesarios para garantizar las
condiciones formales y materiales de igualdad, independencia y dignidad
de todas las personas.
Continuará…
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