Julio Anguita
Colectivo Prometeo
FCSM
Hace unos días, y por
azar, volví a leer el soneto que en 1613 escribiera Quevedo. Desde
el primer verso: Miré los muros de la
patria mía hasta los dos últimos: y
no hallé cosa en que poner los ojos / que no fuese recuerdo de la
muerte, no hay otra cosa que desolación.
¿Qué dirían hoy
aquellos que de buena fe creyeron en 1977 que en España se había
iniciado un ejemplo de transición pacífica desde una dictadura
sangrienta a un Estado de Derecho homologable con las democracias
europeas?
¿Qué sentirían hoy
quienes creyeron confiados que el texto constitucional resultante del
consenso, llegaría a ser una simple excusa para la arbitrariedad, el
encubrimiento y el olvido de la solemne Declaración de DDHH de 1948?
¿Qué pensarían los
que anhelaron enterrar definitivamente el lenguaje, los modos, las
actitudes y los contubernios de los poderes fácticos que estuvieron
en el origen de la rebelión militar y régimen posterior del
general Franco?
¿Qué alegarían
aquellos juristas y hombres del Derecho que en las horas difíciles
de este país arriesgaron algo más que la profesión por defender
una separación de los tres Poderes del Estado?
¿Qué aducirían
aquellos sindicalistas que compararan la situación social que
provocó la Huelga General de 1988 y las condiciones laborales de la
España de hoy? ¿Qué fue de la Plataforma Sindical Prioritaria o
de la Iniciativa Sindical de Progreso?
¿Qué les queda del
placebo ensoñador a los “europeístas” que confundieron la UE
con el proyecto político de unidad europea basado en la cohesión
económica y social y la construcción de una entidad política
independiente de USA?
¿Qué trenos
entonarán ahora aquellos y aquellas que en el 15-M creyeron que
bastaba con ocupar las calles y soñar con una España justa, limpia,
ética y democrática? ¿Han constatado que al enemigo real se le
combate organizados pero sin resabios de la vieja política?
¿Qué nueva
ocurrencia tendrían aquellos republicanos que se declaraban
“juancarlistas”? ¿Son ahora “felipistas”?
De la desolación se
sale, con dificultades pero se sale, basta simplemente con no repetir
errores y tener un proyecto de enmienda total a aquél de 1977.
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