Manuel Marrero Morales
Colectivo Prometeo
Diputado Podemos Parlamento Canario
Es una evidencia que el
Gobierno de Canarias anda desgañitado, vociferando contra el Gobierno del PSOE,
para que se firmen y se transfieran cuanto antes los convenios para las obras
públicas en Canarias.Y tiene muchas razonespara reclamarlo.
Lo que ocurre es que estos
convenios estaban acordados con el PP desde 2017, además de los contenidos en
el recurso que se ganó ante los tribunales de Justicia. Y nunca, en más de un
año, se oyó clamor alguno por parte de Coalición Canaria, increpando y
demandando al entonces presidente Rajoy.
Este cambio de actitud
vociferante obedece a varias razones: la primera es que a Coalición Canaria no
le ha sentado muy bien la moción de censura contra el partido más corrupto de
la Unión Europea y, aún siguen los coalicioneros nostálgicos de aquellas
tiempos en quegobernaban las derechas de Raloy y Rivera, con el apoyo de PNV, CC
y NC a la hora de votar aquellos presupuestos antisociales.
Otra razón, fundamental, es
que llevamos una década con escasa inversión pública y con inmisericordes
recortes sociales. Y el gran empresariado, amigo de Coalición Canaria, arregostado
a la inveterada costumbre de los sobrecostes, ha recibido poco encargo de obras
públicas, y lleva tiempo demandándolo, pues en ello les va el negocio.
Y, finalmente, otra
importante razón es que nos encontramos a escasos ocho meses de unas elecciones
europeas, autonómicas y municipales. Y ya Coalición Canaria y su socio gomero
de la ASG, han sufrido un primer revés con la más que posible reforma del
sistema electoral canario que, aunque insuficiente, significa un pequeño avance
respecto a la actual donde con cinco mil votos en una isla puedes obtener tres
diputados y con cincuenta mil en todo el archipiélago, puedes quedar fuera del
Parlamento canario.
Por eso, el Gobierno de
Clavijo, en caída libre, necesita urgentemente algún proyecto de una carretera
o un túnel, ante cuya maqueta fotografiarse, o alguna cinta que cortar delante
de un terreno donde se construirá otro puerto innecesario, como el de Fonsalía.
Y ahí está el peligro: en los
primeros nueve meses del año, y con datos de septiembre, el Gobierno de
Canarias apenas ha ejecutado un 7.3% del presupuesto de inversiones en Obras
Públicas y Transportes, fundamentalmente en carreteras. De los 238 millones de
euros, el Gobierno de Clavijo y Pablo Rodríguez tan sólo ha podido certificar
17.35 millones. Y están en el último -esperamos que esta vez sí- año de legislatura,
después de 27 años ininterrumpidos en el Gobierno de Canarias.
No es de fiar un gobierno que
no planifica con tiempo suficiente las obras, que funciona a base de
ocurrencias, como el improvisado bono residente canario para la isla de Tenerife.
No es de fiar un gobierno que
gastó ingentes cantidades de euros en los puertos de Arinaga y Granadilla,
prometiendo miles de empleos, y actualmente se encuentran en estado de
abandono.
No es de fiar un Gobierno que
entierra millones de euros en puertos, sin rentabilidad social ni económica
alguna, con el de Tazacorte o Garachico. Y que además amenazan con seguir ampliándolos.
No es de fiar un gobierno que
comenzó la legislatura aprobando la Ley del suelo para favorecer la
especulación, más aún si cabe, en nuestro territorio. Y que, posiblemente, en
el último suspiro de los cuatro años de mandato, apruebe la Ley de Servicios Sociales.
Primero los negocios de unos pocos, olvidando las necesidades e intereses de la
mayoría social.
Por tanto, no es de fiar un
gobierno que piense sólo en unas pocas personas, que se enriquecen a costa de
la obra pública, y deje en la cuneta a cientos de miles de personas que se
encuentran en Canarias en situación de extrema pobreza y exclusión social.
Seguramente, por eso les
molesta tanto Podemos y Unidos Podemos, y nos tacha de populistas, porque somos capaces de hacermirar al PSOE hacia
la izquierda y acordar para los próximos Presupuestos para 2019 que el Salario
Mínimo Interprofesional suba hasta los 900 euros, que las pensiones se
actualicen conforme al IPC, que los autónomos paguen su cuota en función de los
ingresos o que se universalice la educación infantil 0-3 años. Ahí esperamos el
voto de la diputada Oramas.
Esa medida y el resto de las
50 páginas acordadas, sí que benefician a la mayoría social en Canarias; tal
vez no las apoyen, porque sus padrinos y beneficiados de la obra pública vayan
a tener que pagar más al erario público. Y eso está “muy feo”.
Los que hemos venido a la
política para cambiarla en beneficio de la mayoría social, vamos a continuar
por esa senda, trabajando por la defensa
de lo público, que en definitiva son nuestros derechos. Somos gente de fiar.
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