Ángel
B. Gómez Puerto.
Profesor de
Derecho Constitucional (Universidad de Córdoba).
El
próximo 3
de abril se cumplen 40 años de las primeras elecciones municipales
de nuestro actual período democrático. Eran tiempos verdaderamente
difíciles y arriesgados para participar en la actividad política.
No obstante esa dificultad, hubo personas comprometidas y valientes
que dieron un paso al frente y decidieron ser candidatas en sus
pueblos y ciudades.
Hacía
muy poco tiempo que había entrado en vigor la actual Constitución,
que tras el largo y negro período de negación de derechos y
libertades básicos, consagraba el principio de autonomía local, al
establecer, en el marco del título referido a la organización
territorial del Estado, que “la Constitución garantiza la
autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica
plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos
Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales”
(artículo 140).
Dicha
proclamación está precedida de otro precepto fundamental, el 137,
que expresaba una
idea de Estado compuesta, no unitaria, diversa territorialmente en la
gestión de los intereses, de cercanía a los administrados,
y que literalmente decía, y dice: “El Estado se organiza
territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades
Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de
autonomía para la gestión de sus respectivos intereses”.
Con ese respaldo constitucional tuvieron lugar las primeras elecciones municipales de nuestra actual Democracia. En ese 3 de abril de 1979 millones de españoles se lanzaron a las urnas para elegir democráticamente a sus concejales, que unos días después, una vez que se constituyeron las Corporaciones Municipales, elegirían a sus alcaldes y alcaldesas, primeras autoridades locales democráticas desde la II República.
Como decía al inicio, eran tiempos, esos de abril del 1979, complicados para la vida política. En el mundo rural aún quedaban muchos resquicios del franquismo, y la decisión personal de ser candidato a Alcalde no era nada pacífica, sobre todo en las fuerzas políticas que habían estado prohibidas hasta hacía muy poco tiempo, como fue el caso del Partido Comunista.
Las personas que decidieron dar ese paso y fueron elegidas concejales, y en su caso, alcaldes o alcaldesas, contribuyeron en esos años a experimentar la nueva democracia que había sido conquistada para nuestro país. En sus municipios y ciudades empezaron a construir el futuro, nuestro presente, a trabajar desinteresadamente por el bien común, dedicando su tiempo, sus energías y su patrimonio, y la de sus familias, a los demás, al bienestar de sus pueblos y de sus gentes.
En esas históricas elecciones locales, se eligieron un total de 67.505 concejales, en los casi 8.100 municipios del conjunto del Estado español. La Unión de Centro Democrático consiguió 28.960 concejales (30,6%), el Partido Socialista Obrero Español un total de 12.059 concejales (28,1%) y el Partido Comunista de España llegó a los 3.727 concejales (13,1%). En el ámbito nacionalista, Convergencia i Unió logró 1.756 concejales y el Partido Nacionalista Vasco 1.079 ediles. Es de destacar que un total de 16.320 concejales lo fueron en candidaturas ajenas a partidos políticos, candidaturas independientes de nivel local.
Por el pacto político que tras las elecciones se firmó ente Partido Socialista y Partido Comunista, la izquierda gobernó en dicha primera legislatura local en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Málaga. De las 50 capitales de provincia, el Partido Socialista obtuvo 23 alcaldías, Unión de Centro Democrático 20 y el Partido Nacionalista Vasco 3. Por su parte, el Partido Comunista obtuvo la alcaldía de Córdoba, y el Partido Socialista Andaluz, luego Partido Andalucista (ya extinto), la de Sevilla.
Cuarenta años después, quizá ha llegado el momento de reconocer el papel histórico de todas esas personas, sobre todo las del mundo rural, de esos pequeños municipios que no suelen aparecer ni en los medios de comunicación, ni en los reconocimientos públicos. Una de esas personas fue mi padre, Bartolomé Gómez Moreno, candidato a la alcaldía por el Partido Comunista de España en mi pueblo, El Viso de los Pedroches, el 3 de abril de 1979, que ejerció el cargo de concejal al servicio de sus paisanos durante esos primeros, y complejos, años de democracia municipal.
Como decía al inicio, eran tiempos, esos de abril del 1979, complicados para la vida política. En el mundo rural aún quedaban muchos resquicios del franquismo, y la decisión personal de ser candidato a Alcalde no era nada pacífica, sobre todo en las fuerzas políticas que habían estado prohibidas hasta hacía muy poco tiempo, como fue el caso del Partido Comunista.
Las personas que decidieron dar ese paso y fueron elegidas concejales, y en su caso, alcaldes o alcaldesas, contribuyeron en esos años a experimentar la nueva democracia que había sido conquistada para nuestro país. En sus municipios y ciudades empezaron a construir el futuro, nuestro presente, a trabajar desinteresadamente por el bien común, dedicando su tiempo, sus energías y su patrimonio, y la de sus familias, a los demás, al bienestar de sus pueblos y de sus gentes.
En esas históricas elecciones locales, se eligieron un total de 67.505 concejales, en los casi 8.100 municipios del conjunto del Estado español. La Unión de Centro Democrático consiguió 28.960 concejales (30,6%), el Partido Socialista Obrero Español un total de 12.059 concejales (28,1%) y el Partido Comunista de España llegó a los 3.727 concejales (13,1%). En el ámbito nacionalista, Convergencia i Unió logró 1.756 concejales y el Partido Nacionalista Vasco 1.079 ediles. Es de destacar que un total de 16.320 concejales lo fueron en candidaturas ajenas a partidos políticos, candidaturas independientes de nivel local.
Por el pacto político que tras las elecciones se firmó ente Partido Socialista y Partido Comunista, la izquierda gobernó en dicha primera legislatura local en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Málaga. De las 50 capitales de provincia, el Partido Socialista obtuvo 23 alcaldías, Unión de Centro Democrático 20 y el Partido Nacionalista Vasco 3. Por su parte, el Partido Comunista obtuvo la alcaldía de Córdoba, y el Partido Socialista Andaluz, luego Partido Andalucista (ya extinto), la de Sevilla.
Cuarenta años después, quizá ha llegado el momento de reconocer el papel histórico de todas esas personas, sobre todo las del mundo rural, de esos pequeños municipios que no suelen aparecer ni en los medios de comunicación, ni en los reconocimientos públicos. Una de esas personas fue mi padre, Bartolomé Gómez Moreno, candidato a la alcaldía por el Partido Comunista de España en mi pueblo, El Viso de los Pedroches, el 3 de abril de 1979, que ejerció el cargo de concejal al servicio de sus paisanos durante esos primeros, y complejos, años de democracia municipal.
1 comentario:
Me gustaría que profundizaras en este apartado: "Es de destacar que un total de 16.320 concejales lo fueron en candidaturas ajenas a partidos políticos, candidaturas independientes de nivel local".
Gracias por tu artículo, es muy interesante.
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