POR LA PAZ Y LA
SOBERANÍA DE LOS PUEBLOS: ¡DISOLUCIÓN DE LA OTAN!
La crisis de la globalización neoliberal y el declive
económico de Estados Unidos frente al auge económico de China, India, Alemania,
la recuperación económica de Rusia, etc., muestran un mundo multipolar y
explican, en última instancia, la cadena de agresiones militares de Estados
Unidos con la complicidad de las potencias militares de la Unión Europea para
desestabilizar a los países de Oriente Medio, Norte de África, Sahel, Asia, de
América Latina, etc. con el objetivo de apoderarse de los recursos energéticos
y las materias primas, y fortalecer su dominio económico imperial.
Tras la disolución de la URSS y el pacto de Varsovia, la OTAN
ha sido el principal instrumento militar de Estados Unidos para conservar su
dominación y arrastrar a los países europeos que forman parte de esta alianza
militar hacia sus principales objetivos, China y Rusia, como se indica en el
documento de “Análisis y recomendaciones del Grupo de Reflexión designado por
el secretario general de la OTAN” preparatorio de la próxima cumbre de la OTAN
en Madrid los días 29 y 30 de junio.
A pesar de la expansión de la OTAN hacia el Este de Europa
(excepto Ukrania) hasta cercar prácticamente a Rusia, el presidente de Francia
Macron declaró el 7 de noviembre de 2021 “que la OTAN se encontraba en muerte
cerebral”. Esta declaración era una expresión del profundo malestar y división
en el seno de la OTAN, provocado por conflictos de intereses económicos y
geopolíticos, con Alemania reforzando su poder económico internacional y
beneficiándose directamente de la importación del petróleo y gas rusos,
mientras registra un importante superávit comercial con Rusia.
Por otra parte, Alemania ha sido el país que más se ha beneficiado de la moneda única el euro, y de las políticas económicas ordoliberales de ajuste y austeridad impuestas por el gobierno alemán, que han provocado graves desequilibrios entre los países del Sur de Europa, España, Italia y Grecia, con deudas públicas y privadas exteriores impagables en ausencia de un mecanismo eficaz de mutualización de la deuda en el conjunto de la Unión Europea. La crisis de la deuda en Grecia y los gravísimos recortes sociales impuestos por el gobierno de Ángela Merkel es una muestra del verdadero rostro de la Unión Europea y las consecuencias de renunciar a la soberanía económica de los países miembros.
Si bien las políticas económicas expansivas de la UE para
mitigar los efectos económicos de la pandemia, la puesta en marcha del fondo de
recuperación económica, etc., han significado un giro respecto a las políticas
anteriores, los anuncios por el BCE de próximas subidas de los tipos de interés
ante el importante incremento de la inflación en 2021 que se ha extendido a
enero y febrero de 2022, y la vuelta a medidas económicas para forzar el pago y
reducción de la deuda, indican que tras una coyuntura excepcional se vuelve a
la normalidad “ordoliberal”. La Reserva
federal de Estados Unidos ya ha subido los tipos de interés para afrontar los
graves desequilibrios de la economía norteamericana, agravadoscrecientes por su declive como potencia económica, que
presagian graves crisis sociales y políticas en un país dividido, con Trump
preparando su retorno.
En esta situación de decadencia económica de Estados Unidos,
y de crecientes divisiones entre sus aliados, la guerra y la carrera armamentística son los instrumentos del
imperialismo norteamericano para hacer el gran negocio, forzar la subordinación
de los países de la UE y la OTAN, especialmente de Alemania, ante sus intereses
económicos y estratégicos, especialmente para contener China y Rusia.
La guerra económica
de Estados Unidos, la OTAN y los gobiernos de la Unión Europea contra Rusia
Estados Unidos al generar expectativas al gobierno
nacionalista de derecha de Ucrania sobre su entrada en la OTAN, y dar apoyo
militar a su ejército y los batallones nazis para seguir bombardeando y atacar
las repúblicas independientes de Donetsk y Luganks, tras 8 años de guerra que
han ocasionado más de 14.000 muertos, ha empujado finalmente a Rusia a
intervenir militarmente para evitar un mal mayor. En efecto, si Ucrania formara
parte de la OTAN o de la UE, ello elevaría un conflicto militar automáticamente
a escala europea y mundial, con riesgo de guerra nuclear.
Ante la apertura de negociaciones, el presidente Zelensky ha
reconocido la posibilidad de declarar un estatuto de neutralidad para Ucrania y
el compromiso de no ingresar en la OTAN. La irresponsabilidad de dicho gobierno
y de EEUU son evidentes: Si hubieran declarado previamente al conflicto la
neutralidad de Ucrania, su rechazo a ingresar en la OTAN, y su voluntad de
cumplir con los acuerdos de MINKS 2 que reconocían el autogobierno de Lugansk y
Donetsk en el marco de una reforma de la constitución de Ucrania, se hubiera
evitado la guerra.
Los intereses económicos de EEUU en esta guerra son
evidentes, venderán petróleo y gas a Alemania y otros países de Europa para
reducir su dependencia de las importaciones de Rusia. Venderán armas a los
países de la OTAN ante la espiral de aumento del gasto militar: 100.000 millones
de euros este año en Alemania, incrementos del gasto militar hasta el 2% del
PIB obedeciendo la vieja exigencia del expresidente Donald Trump y ahora de Joe
Biden. Por supuesto, Estados Unidos también venderá otros productos que los
países de la UE ya no pueden importar de Rusia debido a la guerra económica de
las “sanciones”.
¿Pero que ganan los
países de la Unión Europea, y que pierden sus pueblos, y la clase trabajadora
en esta guerra?
Causa estupor e indignación la irresponsabilidad de los
gobiernos de la Unión Europea integrados en la OTAN al dejarse arrastrar por
Estados Unidos en este conflicto. El sentido común debía haber movido a los
países de la Unión Europea a evitar las causas de la guerra, rechazar la
entrada de Ucrania en la OTAN, apostar por su neutralidad, y favorecer la
negociación en sus conflictos territoriales. Por el contrario, están
involucrados en el envío de armas a Ucrania y facilitan el envío de
mercenarios, lo que prolongará la guerra, sus consecuencias mortales y
aumentará el riesgo de una guerra mundial.
Además, la aplicación de graves medidas de sanción económica
a Rusia, el bloqueo de la importación de fertilizantes, cereales, petróleo,
etc., son una declaración de guerra económica con catastróficas consecuencias
sobre la población de Rusia, pero especialmente sobre las poblaciones de los
países de la Unión Europeas dependientes de la importación de dichos productos,
de la ganadería y agricultura, de la economía en general ante la reducción de
suministros energéticos, del incremento de sus precios, etc., además de los
efectos negativos de no poder exportar a Rusia. La ciudadanía alemana
especialmente, va a pagar con el deterioro de sus condiciones de vida y del
empleo, el bloqueo de la puesta en marcha del gaseoducto Nord Stream 2, las
restricciones y cortes energéticos que pueda aplicar Rusia según evolucione la
guerra, y el resto de medidas de la guerra económica.
Las clases trabajadoras y populares de los países de Europa,
los autónomos, pequeñas y medianas empresas también están sufriendo las
consecuencias de las medidas de sanción y guerra económica aprobadas por sus
gobiernos. Las primeras respuestas de contestación social no han tardado en
producirse entre los transportistas autónomos en España con una huelga
indefinida que ha causado serios problemas de abastecimientos en los mercados y
comercios, la movilización del mundo rural. Estas movilizaciones sociales son
el inicio de futuras luchas de la clase trabajadora ante posibles cierres de
empresas, o de incrementos brutales del coste de la vida.
La combinación entre los desequilibrios económicos acumulados
en el periodo de la pandemia del covdi-19 y de los efectos de las medidas de
guerra económica contra Rusia pueden ser devastadoras para las condiciones de
vida y trabajo de la mayoría de la sociedad.
La subordinación del gobierno de España a los intereses de
EEUU en Marruecos, violando la legalidad internacional y la defensa del derecho
de autodeterminación del pueblo saharahui, abre un serio conflicto con Argelia
de consecuencias imprevisibles.
EN DEFENSA DE LA PAZ:
OTAN NO, BASES NORTEAMERICANAS FUERA, POR LA RECUPERACIÓN DE LA SOBERANÍA DE
LOS PUEBLOS, POR UNAS RELACIONES INTERNACIONALES BASADAS EN LA SEGURIDAD MUTUA,
LA JUSTICIA, LA COOPERACIÓN Y SOLIDARIDAD
Llamamos a la ciudadanía, a la clase trabajadora de los
países de la Unión Europea a movilizarse para detener la espiral belicista que
han emprendido sus gobiernos al servicio de las órdenes del gobierno
imperialista norteamericano presidido por Joe Biden.
En lo inmediato, para detener la guerra entre Ucrania y
Rusia, proponemos:
1.- Favorecer una negociación que resuelva los problemas que
provocaron esta guerra sobre la base del compromiso de Ucrania a respetar un
status de neutralidad, no incorporarse a la OTAN, no tener en su territorio
armas nucleares, tropas de la OTAN y mercenarios. Respetar la soberanía del
pueblo de Crimea. Recuperar los acuerdos de Minks 2 para dar una solución
efectiva al autogobierno de Donetsk y Lugansk, respetando en última instancia sus
decisiones soberanas.
2.- Finalizar de inmediato las medidas de sanción y guerra
económica contra Rusia, así como el envío de armas y mercenarios al gobierno de
Ucrania, retirar las tropas y material militar, aviones, barcos, de los países
de la OTAN que rodean Rusia como signo de buena voluntad para favorecer una
solución pacífica.
Para avanzar a un mundo
multipolar en paz, justicia, democracia, cooperación y solidaridad, proponemos:
1º.- La retirada inmediata e los países de la Unión Europea
de la OTAN y su disolución. El cierre de todas las bases norteamericanas en los
países de Europa. Anular inmediatamente
los acuerdos de incremento del gasto militar para alcanzar el 2% del PIB, e
invertirlo en el gasto social y en la defensa de la soberanía alimentaria,
industrial y económica de cada país.
2º.- La recuperación de la soberanía económica y popular
mediante el abandono del euro y la estructura insolidaria de la actual Unión
Europea. Construir nuevas relaciones de colaboración y cooperación económicas
entre los países de Europa, basada en el equilibrio comercial, la solidaridad y
la participación democrática de los ciudadanos en la toma de decisiones.
3º.- Avanzar hacia un nuevo orden mundial sin bloques que
reconozca su multipolaridad, respetuoso con las soberanías de todos las países,
que aplique la legalidad internacional y garantice una seguridad indivisible,
que promueva la desmilitarización general y la destrucción del armamento
nuclear, que impulse las relaciones de cooperación y solidaridad, y establezca
de inmediato un sistema público mundial de salud capaz de atender de manera
igualitaria las consecuencias de una pandemia en cualquier parte del planeta.
EN DEFENSA DE LA PAZ,
POR LA DISOLUCIÓN DE LA OTAN QUE PROVOCA GUERRAS AL SERVICIO DE LOS INTERESES
DE EEUU. POR UNA SOLUCION NEGOCIADA EN LA GUERRA ENTRE UKRANIA Y RUSIA.
30 de abril 2022
Coordinadora europea
por la salida de la Unión Europea, del Euro, de la OTAN y del neoliberalismo
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