Remedios Copa
Colectivo Prometeo
Estamos empezando a vivir los efectos de no haber actuado con sensatez y sentido holístico con el planeta, ni haber escuchado los requerimientos y advertencias que desde finales de los 70 del siglo pasado nos hicieron los científicos economistas, geólogos, biólogos y ecologistas, cada cuál desde su campo; también lo hicieron instituciones como el propio Club de Roma con un llamamiento al capitalismo del crecimiento continuo, advirtiendo de la insostenibilidad de esa forma de producir, tanto por la contaminación que generaba como por la limitación de recursos en el planeta con la que, tal como ya venían advirtiendo los decrecentistas, inevitablemente iban a chocar.
De ninguna de las advertencias se hizo caso y los efectos se están precipitando incluso antes de lo previsto, como ocurre con los fenómenos climatológicos fruto del calentamiento global, pero las previsiones en torno al agotamiento de los recursos sí que se están produciendo en plazos muy ajustados a las previsiones de los defensores del Decrecimiento: cenit del petróleo barato y de calidad en 2005, del uranio en 2016, del carbón en 2014, del gas en 2025 y, cenit de todo el conjunto de energías no renovables entre 2018 y 2020. Y ahí lo tenemos.
Racionalizar el uso de esas reservas es prioritario, y no solo por sus efectos nocivos en relación con el calentamiento global, si no porque van a ser a necesarias para el sostenimiento de otras energías y otros usos que requerirán de esos recursos. de
La falta de realismo termodinámico en la sociedad capitalista hace que el tema de la energía verde parezca la solución para que todo siga como está, y es muy posible que la razón de que nos quieran vender esa moto sea el afán de lucro de las energéticas acogiéndose al proyecto –y a las subvenciones-, cuando sobre ese desarrollo habría mucho que puntualizar. Para empezar, las energías verdes se consideran vectores energéticos que precisan de las energías fósiles para su funcionamiento; eso por una parte, pero por la otra está el hecho de que también necesitan el empleo de materiales cuya escasez en la naturaleza también está ya constatada.
Por estas razones Carlos Taibo, Yayo Herrero, Jorge Reichman y Antonio Turiel, entre otras muchas voces que se alzan con insistencia, advierten de que el Decrecimiento es ineludible y se producirá por la razón y planificado o por la fuerza de la naturaleza y a la brava. Lo único que puede variar será la forma en que se aplique: con justicia y equidad en el reparto de forma que a todos nos lleguen unos mínimos, o con acaparamiento de todos los recursos por una élite privilegiada que no renunciará ok a nada a costa de que los demás vivan en condiciones miserables. La acumulación de riqueza en pocas manos y la expansión del empobrecimiento a la gran mayoría, junto con el aumento de cada vez más millones de personas que viven en la indigencia, apuntan a esta última salida.
En nuestra tierra, la Rede para o Decrecemento Eo-Navia, Galicia e O Bierzo, lleva tiempo trabajando en la divulgación del concepto decrecentista y la demostración de la necesidad y urgencia de su aplicación, mostrando también ejemplos de economías y formas de producción alternativas compatibles con el medioambiente, la regeneración del medio natural y su conservación para garantizar la soberanía alimentaria de la población. En su II Congreso, el 29 de octubre en Ferrol, se mostrarán varias realidades de economías alternativas y también estarán como ponentes Carlos Taibo y Antonio T queuriel que lo harán personalmente y Serge Latouche, considerado padre de la teoría del Decrecimiento, mediante un comunicado.
No estamos hablando de hipótesis futuristas. Hablamos de una realidad que ya está llamando a nuestra puerta con una fuerza brutal; yo diría que ya se ha colado en nuestros hogares y lo hizo en primer lugar de la mano de esos especuladores que se aprovechan de las crisis para multiplicar sus beneficios y juegan con la escasez de determinados bienes para explotar a los consumidores. Todos lo sufrimos ya en la factura de la luz, el precio de los combustibles y la subida de más del 15% en el de la mayoría de los alimentos.
Pero no se quedan ahí las cosas. La falta de agua dulce apta para el consumo mantiene a la población del Líbano en una crisis que está generando gran preocupación entre los sanitarios porque la contaminación del agua amenaza con una epidemia de cólera, en un país que no tenía ningún brote desde 1993. En nuestro país, al margen de las sequías, muchos pueblos tienen que ser abastecidos de agua potable para el consumo debido a la contaminación de los acuíferos por los vertidos de purín de las macrogranjas. Nuestros suelos no dan absorbido tal cantidad de purín que hace inservible el agua y las tierras de cultivo, sin olvidar sus efectos en la salud de la población como ya tienen constatado en centros sanitarios de las zonas más afectadas.
En lo que a la sequía se refiere, agricultores y ganaderos de nuestro país se quejan de que la situación es crítica y amenaza con dejar vacías nuestras despensas. A esto hay que añadir los estragos generados por la guerra de Ucrania, (en la que nos han metido a todos sin consultar y cuyas consecuencias estamos pagando), y la falta de insumos necesarios para la producción que, junto con la elevación desorbitada del precio de fertilizantes, (subida del 300%), y combustibles, (un 75%), hacen que para muchos productores resulten inasumibles y tengan que cerrar sus explotaciones. Por otra parte, la disminución de producción de determinados alimentos de temporada está en relación con el cambio climático y la tendencia a deslindar las características propias de cada estación con sus alteraciones, poniendo en riesgo dichos cambios el cultivo de algunos alimentos y la disminución de la producción en otros. Algunas variedades han disminuido su rendimiento este año entre un 30% y un 40% según datos de los agricultores españoles de determinadas zonas.
Las consecuencias de la crisis climática y la escasez de recursos no afectan solamente a la industria y a la alimentación; sus consecuencias repercuten también en la salud, tanto directamente en unos casos como de forma indirecta en otros.
Según Bussiner Insider España, el mundo se está quedando sin helio. El helio está desapareciendo de la tierra y esto es algo que tiene a los médicos de todo el mundo en vilo. Resulta que se trata de un elemento indispensable para hacer funcionar las máquinas de resonancia magnética. Es un elemento que no solo consigue que floten los globos aéreos si no que hace funcionar las máquinas de diagnóstico médico.
El helio es un elemento no renovable que se encuentra en las profundidades de la corteza terrestre y se está agotando, ante este hecho el hecho los hospitales se están planteando cómo planificar el futuro con un suministro mucho más escaso. Para el profesor de radiología de la Escuela de Medicina Jhons Jopkins de Baltimore, Mahadevappa Mahesh, “el helio se ha convertido en una gran preocupación, especialmente ahora con la situación geopolítica”. Rusia era también la gran suministradora de este elemento a los EE UU.
Afirma el gerente de construcción de Premier Health, Donna Craf, que contrata a los proveedores de helio para unos 4.000 hospitales, que la asignación de helio tendrá que cambiar y establecer prioridades de destino que primen el uso médico frente a otros como inflar globos. A la escasez también se une el aumento de sus costes en un 30%.
El futuro de la resonancia magnética es incierto y la gravedad para el mundo de la salud es innegable, porque al contrario que los rayos X, la resonancia no emite radiaciones y permite obtener imágenes nítidas de los tejidos blandos, lo que permite a la medicina moderna diagnosticar muchas enfermedades: tumores cerebrales, accidentes cardiovasculares, lesiones de médula espinal, enfermedades del hígado y el cáncer. El problema es que son insustituibles y que para mantener su funcionamiento necesitan un frío extremo para mantener la corriente magnética, función que cumple el helio con sus -452º Fahrenheit. Si tenemos en cuenta que el helio se extrae principalmente de los yacimientos de gas y en concentraciones muy pequeñas, si el gas tiene su cenit en torno a 2025, ¿qué va a pasar después? Desde luego que deberíamos planificar muy bien tanto la extracción como su uso, porque como dice Pedro Prieto, hasta para la refrigeración de la industria nuclear pacífica lo necesitamos.
Puesto que la Tierra es un ser vivo donde todo está interrelacionado y si alteramos una cosa puede repercutir en otra o en varias, es necesario tener en cuenta los distintos ecosistemas del planeta cuando actuemos sobre uno de ellos, porque las consecuencias pueden ser catastróficas. Dice Byung-Chul Han que el hombre tiene una ceguera fundamental, ni siquiera es capaz de reconocer sobre qué está en pié y de ese modo contribuye a su propia caída.
“El hombre cree que está a salvo, mientras que en cuestión de tiempo sucumbe al abismo por acción de las fuerzas elementales. La violencia que practica contra la naturaleza se la devuelve ésta con mayor fuerza. Esta es la dialéctica del Antropoceno. En esta era, el hombre está más amenazado que nunca”.
Han se interesa en el estudio de virus y bacterias, encontrándose en muchos casos la referencia a dichos organismos y su comportamiento cuando habla de los individuos y la sociedad humana y las enfermedades.
Científicos investigadores de todas las especialidades están alarmados con las consecuencias de haber desoído las advertencias sobre la necesidad de frenar drásticamente el cambio climático, racionalizar el uso de los recursos materiales y moderar nuestro consumo. Ahora también la medicina está dando la voz de alarma. Aquí ya no se está hablando de intereses económicos si no de amenazas que se ciernen sobre nuestra salud, o peor aún.
El científico e investigador Juan Fuego, oncólogo y neurólogo, autor del libro “Blues para un planeta azul”, argumenta que la devastación por las altas temperaturas “a llegado a nuestro barrio” y se pregunta si moriremos ajusticiados por el sol, (este verano ya dejó unas cuantas muertes a causa del calor). Asegura que “la sexta extinción en la Tierra ha comenzado” y que aunque el planeta puede sobrevivir, la humanidad no podrá.
Tal vez sean las consecuencias de los elementos climatológicos adversos, el calor, la sequía, la escasez de agua potable o de alimentos, o la carencia de ciertos elementos imprescindibles para la vida que hayan sido malgastados, los que hagan comprender a la humanidad que son fruto de su inconsciencia y de la huída hacia adelante; pero entonces ya será demasiado tarde.
1 comentario:
Conserva lo que tienes, olvida lo que te duele, lucha por lo que quieres, valora lo que posees, perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman”.
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